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La resiliencia de las pymes: un desafío ante la tormenta económica

En la compleja ecuación de la supervivencia empresarial, las Pequeñas y Medianas Empresas suelen ser las más vulnerables ante turbulencias económicas.
Las Pymes se encuentran luchando por cada cliente y cada venta Foto: Archivo MDZ
Las Pymes se encuentran luchando por cada cliente y cada venta Foto: Archivo MDZ

Cuando enfrentan una combinación letal de altos índices inflacionarios, una drástica caída en la actividad económica y un aumento desmedido en el desempleo, su capacidad de resistencia se pone a prueba como nunca antes.

Imaginemos a una Pyme como un navegante en alta mar.

La navegación ya es desafiante de por sí, pero cuando una tormenta inesperada se desata, poner a prueba la resistencia de su
embarcación y tripulación se convierte en una lucha por la supervivencia. En el contexto de una inflación mensual que supera el 20%, el tejido empresarial se ve estirado al límite. Los costos se disparan, mientras que los márgenes de ganancia se estrechan
peligrosamente. Los precios de materias primas, servicios y mano de obra se vuelven impredecibles, haciendo que la planificación financiera sea una tarea titánica. Las Pymes, que a menudo carecen de los recursos y la flexibilidad de las grandes corporaciones, se ven especialmente afectadas por esta volatilidad.

Los costos se disparan, mientras que los márgenes de ganancia se estrechan peligrosamente.
Foto: MDZ.

La caída en la actividad económica del 30% añade un desafío adicional.

Con menos demanda de bienes y servicios, las Pymes se encuentran luchando por cada cliente y cada venta. Los ingresos se desploman mientras los gastos siguen aumentando. Mantener las luces encendidas y a los empleados pagados en término se convierte en una tarea casi imposible. Y mientras tanto, el crecimiento exponencial del desempleo amenaza con cortar las alas de
estas pequeñas empresas. Los consumidores tienen menos dinero en sus bolsillos para gastar, lo que conduce a una disminución aún mayor en la demanda. Es un ciclo de retroalimentación negativa que pone en peligro la supervivencia misma de las Pymes.

A pesar de todas estas adversidades, las Pymes somos notables por su resiliencia.

Somos el tejido conectivo de muchas economías, proporcionando empleo, innovación y vitalidad a las comunidades locales. Y es precisamente esta conexión con su entorno lo que nos brinda una ventaja única en tiempos difíciles. Los Pymes podemos ser ágiles, flexibles y adaptables. Podemos encontrar oportunidades donde otros ven obstáculos. Podemos reinventarnos, cambiar de rumbo y buscar nuevas formas de servir a nuestros clientes. Podemos tejer redes de apoyo dentro de nuestras comunidades y colaborar con otros actores económicos para encontrar soluciones creativas a problemas compartidos.

Somos el tejido conectivo de muchas economías, proporcionando empleo, innovación y vitalidad a las comunidades locales. Foto: MDZ.

Sin embargo, también es responsabilidad de los gobiernos y las instituciones brindar el apoyo necesario para que estas empresas puedan sobrevivir y prosperar. Se necesitan políticas públicas que fomenten la estabilidad económica, la inversión en infraestructura y el acceso al crédito para las Pymes. Se necesitan programas de capacitación y asesoramiento que fortalezcan la capacidad empresarial y fomenten la innovación. Y se necesita un compromiso real para abordar las causas subyacentes de la inflación, la caída en la actividad económica y el desempleo.

En última instancia, la pregunta no es cuánto aguantaremos las Pymes es en tiempos de crisis, sino cuánto estamos dispuestos a hacer para apoyarlas en esta tormenta económica. Si queremos construir economías prósperas y resilientes, necesitamos que estas pequeñas embarcaciones no solo sobrevivan a la tempestad, sino que también salgamos fortalecidas de ella.

En este sentido, es fundamental que los gobiernos y las instituciones reconozcan el papel vital que desempeñan las Pymes en la reactivación económica y brinden el apoyo necesario para su supervivencia y crecimiento. Esto implica la implementación de  políticas fiscales y regulatorias que promuevan la inversión y el emprendimiento, así como el acceso a financiamiento a tasas
preferenciales y programas de incentivos para la innovación y el desarrollo tecnológico.

Finalmente, entender que las Pymes son motores clave del desarrollo económico e inclusivo en los países desarrollados. Esto es debido a su capacidad para generar empleo, fomentar la innovación, promover el desarrollo regional, mantener la flexibilidad y la resiliencia, y fomentar la competencia y la diversidad en el mercado. Es fundamental que las políticas implementadas por los gobiernos se dirijan en apoyar y promover el crecimiento y la sostenibilidad de las Pymes como parte integral de sus estrategias de desarrollo económico. De la contrario, todo esfuerzo que el sector pueda hacer profundizará la tormenta económica y social que
transitamos.

Mauro González.

* Mauro González. Empresario Pyme textil, presidente Confederación Federal Pyme Argentina.