Inquilinos en jaque: el dramático crecimiento de la cantidad de adultos mayores que alquilan
La situación económica se refleja en el mercado inmobiliario. Si bien el segmento de los alquileres muestra una recuperación, el panorama para los adultos mayores no es alentador
El mercado de los alquileres de inmuebles está experimentando cambios importantes, después de un período de falta de oferta por la vigencia de la polémica Ley de Alquileres que llevó a la actividad a quedar semiparalizada.
Su derogación, a comienzos de este año, generó un nuevo escenario económico en el mercado, que está permitiendo una reactivación.
Este giro en la tendencia se refleja en un aumento en la cantidad de propiedades en locación.
En los primeros meses, que coinciden con la derogación de la Ley de Alquileres, la oferta creció un 218%, lo que indica que la oferta de alquileres está en su punto más alto desde antes de la pandemia, según datos del último informe mensual de Mercado Libre Inmuebles y UdeSA.
En este contexto, se percibe una recuperación de la rentabilidad en el marco de una mejora de los valores de los alquileres en dólares después de varios meses de estabilidad del tipo de cambio con valores en pesos que se ajustaron desde enero.
En los últimos meses, la renta bruta anual general de departamentos se ubicó entre 4,1% y 4,5%, en base a departamentos usados de 1 a 4 ambientes, según un relevamiento realizado por el portal Reporte Inmobiliario.
Billeteras vacías
Pese a esto, el informe de Mercado Libre y UdeSA muestra que, en ese período, los aumentos de los alquileres estuvieron por debajo de la inflación acumulada en los mismos meses. Sin embargo, otros informes señalan que, en los últimos dos meses, el valor de los alquileres viene creciendo por arriba del costo de vida.
Monoambiente: $350.000 (un 24% más que en diciembre de 2023)
Dos ambientes: $450.000 (+29% vs diciembre 2023)
Tres ambientes: $670.000 (+10,2% vs diciembre 2023)
Cuatro ambientes o más: $1.492.000 (+7% vs diciembre 2023)
En ese período, la inflación acumulada supera el 70%.
Este informe también señala que hay una tendencia creciente en la oferta de alquileres en pesos.
"En agosto de 2023, sólo el 28% de los alquileres en oferta estaban en pesos. En junio de 2024, el 59% está en pesos contra el 41%, que sigue ofreciéndose en dólares. La oferta en pesos es mayor en GBA Oeste (85%) y menor en GBA Norte (33%), mientras que en GBA Sur y CABA es del 68% y 66% respectivamente", asegura.
Las zonas más buscadas para alquilar fueron, en CABA: Caballito, Palermo y Belgrano; en GBA Norte: Vicente López, Pilar y General San Martín; en GBA Sur: La Plata, Quilmes y Avellaneda; y en GBA Oeste: La Matanza, Morón, Tres de Febrero.
Jubilados complicados
De todas maneras, para muchos inquilinos la situación sigue siendo crítica por la caída del poder adquisitivo de los ingresos.
Esto se refleja más en el segmento de los adultos mayores que, en general, dependen de su jubilación.
La Fundación Tejido Urbano acaba de publicar un informe, realizado a partir del cruce y seguimiento de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH).
La investigación indica que la tercera edad enfrenta serios problemas habitacionales, donde la creciente proporción de inquilinos es otro de los problemas que se suman al déficit en cobertura de salud y de transferencias económicas, y que requiere una política habitacional focalizada en esta población.
El primer trimestre de 2024 revela que en Argentina hay más de 359.000 adultos mayores que alquilan su vivienda. Un número que se duplicó en los últimos 20 años, en 2004, eran poco más de 164.000.
La población mayor de 60 años que alquila representa el 7,25% de la población adulta mayor y el 6,58% del total de inquilinos a nivel nacional.
Corrientes, Catamarca, Santiago del Estero y Resistencia presentan bajos índices de personas mayores que alquilan. Como contraparte, CABA tiene la proporción más alta, y otras ciudades, como La Plata, Santa Fe, Neuquén, Mendoza y Río Gallegos también registran una proporción relevante de adultos mayores inquilinos, fenómeno que puede vincularse con procesos históricos de migración interna que impulsaron el crecimiento urbano en décadas pasadas.
Más del 33% de los adultos mayores inquilinos (121.265 personas) nacieron en otra provincia o país, migrando en busca de oportunidades laborales o mejor calidad de vida, pero sin lograr consolidar un acceso seguro a la propiedad de la vivienda.
“Ante estos datos, el acceso a la vivienda en la tercera edad representa un desafío considerable para quienes no han logrado adquirir una propiedad y deben continuar en el mercado de alquiler. Ser inquilino en esta etapa de la vida implica enfrentar retos que van más allá del pago mensual del alquiler, con implicancias significativas en términos de calidad de vida y bienestar”, señala el informe.