Balance

Construcción: un sector que empieza un año con riesgo para las pymes

El titular de la cámara que agrupa a las pymes constructoras hizo un balance de año y anticipó lo que puede venir para el sector. El freno de las obras a nivel nacional y la gran promesa provincial.

Diana Chiani
Diana Chiani miércoles, 3 de enero de 2024 · 06:30 hs
Construcción: un sector que empieza un año con riesgo para las pymes
El freno a la obra pública y la inflación impactarán en las pequeñas y medianas empresas del sector.

El 2023 fue un año complejo para la mayoría y las pymes se llevaron una parte pesada con casi nulas perspectivas de mejora. El rubro de la construcción cerró el ciclo con algunas preocupaciones extra debido a la paralización no solo de las obras públicas nacionales sino también de los pagos debido a la ausencia de nuevas autoridades en los distintos organismos nacionales del Estado.

Desde diciembre se suspendieron los pagos de los certificados correspondientes a septiembre, octubre y noviembre en medio de una inflación galopante. En Mendoza, desde hace tiempo se ha buscado ajustar los índices para actualizar los certificados de obra, al tiempo que, en líneas generales, ha habido una continuidad partidaria. En este marco, el presidente de la Cámara de Constructores Independientes de Mendoza (Cecim), Dalmiro Barbeito, realizó una proyección de lo que puede suceder con el sector durante el flamante 2024.

En primer lugar, Barbeito expresó su preocupación por el modo en que el decreto desregulador puede afectar a las pymes. “Tenemos una sensación rara debido a que esta norma dice que el Estado puede renegociar los contratos de la forma en que al Estado le convenga o quiera. En esa relación, siempre las pymes estamos en una situación de desigualdad”, destacó el presidente de la Cecim.

Aunque Barbeito destacó que el espíritu pyme es emprendedor y optimista, lo cierto es que el año “no finalizó con buenas noticias”, en un marco de inflación creciente y de grandes dificultades para equilibrar los costos. Por este motivo, una de las actividades propuestas por la Cámara -apoyada por la Cámara de la Construcción (CAC) y la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de Mendoza (DEIE)- tuvo que ver con una reunión para que los proveedores actualicen de manera ágil los precios.

Es que la provincia ha simplificado el índice de medición para adecuar más fielmente los valores con los que luego se actualizan los certificados de obra. Sin embargo, aunque se ha mejorado mucho, las falencias están en la falta de información por parte de los vendedores en medio de una absoluta incertidumbre frente a los precios en danza. En este marco, el objetivo del encuentro fue solicitar una mayor colaboración para actualizar de manera más precisa el índice de redeterminación de precios.

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Varias cámaras del sector de la construcción se reunieron para ajustar mejor el índice de precios de los contratos de obra pública.

Se trata de un punto clave en medio de una inflación cercana al 30%, los pagos a 60 días por parte del Estado y la necesidad de cumplir casi de contado con mercadería y mano de obra, lo que coloca en una situación complicada a las pymes. “Mendoza ha tratado de ser ecuánime en la redeterminación, pero con una inflación mensual de entre 20% y 30%, es muy difícil reflejar la situación real”, expresó Barbeito.

La promesa provincial y la incertidumbre nacional

En este marco, el empresario destacó, por un lado, que ya se han frenado las obras públicas nacionales sin noticias de cuándo y cómo no solo se van a retomar sino también a pagar. Por el otro, expresó que el pedido al responsable del nuevo Ministerio de Gobierno, Infraestructura y Desarrollo Territorial, Natalio Mema, es que se acorten los plazos de pagos de los certificados. En la actualidad, el Estado tiene –por ley- hasta 60 días para pagar y el objetivo es que ese tiempo disminuya lo más posible.

Así, más allá de la difícil situación macroeconómica que afecta a todo el país y amenaza seriamente a las pymes, Barbeito expresó que Mendoza vive una situación distinta de la nacional, no sólo por la buena voluntad de una readecuación más fiel, sino debido a la existencia de los fondos de Portezuelo del Viento. Se trata de un dinero que todavía no tiene destino de inversión cierto, pero que da una esperanza al sector en el mediano y largo plazo.

Si bien el presupuesto provincial de obras de $ 110.000 millones es austero, desde la Cámara aseguran que se ha venido cumpliendo. Así, Portezuelo sumaría al sostenimiento de las empresas y sus fuentes de trabajo que se queden sin la obra pública nacional tal como ya ha comenzado a pasar y como ha adelantado el mismo presidente Javier Milei ante la ausencia de fondos.

Por otra parte, si el clima de negocios mejora como muchos esperan frente a una economía desregularizada, la inversión privada podría demorar en comenzar a moverse. No obstante, también se trata de una promesa hacia adelante que no se verá reflejada en el primer semestre.

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