Increíble: la inflación de 2023 sólo es la novena más alta de la historia

El Indec difundió el dato de la inflación del mes de diciembre, que marcó un 25,5%, lo que dejó un número anual del 211,4% para todo 2023. Esto implicó el mayor número en 33 años, tras el 1.343,9% del año 1990 y la novena mayor de la historia argentina.

Sin entrar en consideraciones acerca de la causa de este proceso, podemos ver que el recorrido del aumento fuera de control de los precios en el país es de larga data, aunque es posible encontrar un hito que cambió para siempre la dinámica de precios: el Rodrigazo de 1975.

Hasta esa fecha, la Argentina había vivido periodos de alta inflación, pero a niveles marcadamente menores, con extensos periodos de estabilidad de precios y situaciones saltos en los precios excepcionales.

Un trabajo realizado por la Bolsa de Comercio de Santa Fe en 2022 muestra que en la primera mitad del siglo XIX, hubo incluso periodos deflacionarios con algunos episodios inflacionarios altos particulares, como en el caso del 25,3% en 1818, 34,3% en 1830 y 19,9% en 1835, más un pico entre 1837 y 1840 en tiempos del bloqueo francés en el Río de la Plata que registró un pico del 84,6% en 1838.

En la segunda mitad de ese siglo hubo un pico del 42,7% en 1856, seguido de un periodo de alta estabilidad de precios, con extensos periodos de apreciación de la moneda nacional. Esta estabilidad, salpicada por cortos periodos inflacionarios con tasas que nunca superaron el 30% anual, continuó en la primera mitad del siglo XX, incluso con extensos periodos deflacionarios en el periodo de entre guerras y tras la crisis del 1929.

La ecuación inflacionaria comienza a cambiar a partir de la década del 40. Entre 1940 y 1960 el promedio de la inflación llega al 23,7%, con un primer pico histórico en 1959, cuando la inflación se disparó al 113,7% anual, número que en ese momento se consideró como hiperinflación.

El Rodrigazo y las híper

Los primeros años de la década del 70 estuvieron marcados por la misma impronta hasta el primer estallido inflacionario producido en 1975 por el ministro de la presidenta Isabel Martínez, Celestino Rodrigo, en el episodio conocido como Rodrigazo.

Ese año la variación anual del IPC fue de 182,8% y fue el comienzo de el primer periodo de desborde inflacionario. En 1976, golpe militar y asunción de Martínez de Hoz en el ministerio de Economía de por medio, el índice de precio se aceleró fuertemente alcanzando una tasa del 444%.

Este ciclo hiperinflacionario se extendió hasta por 17 años y culminó recién en 1991 con la llegada del plan de Convertibilidad. La norma durante todos estos años fue de índices superiores al 100%, con sólo un año de excepción en 1986. 

El recorrido desde 1977 hasta 1991 fue el siguiente: en 1977 - 176%, en 1978 - 171,4%, en 1979 -163%, en 1980 - 100,8%, en 1981 - 164,7%, en 1982 - 343,5%, en 1983 - 433,7%, en 1984 - 688%, en 1985 - 385,4%. En 1986 recién se puede encontrar, vía plan Austral de Alfonsín un leve descenso hasta el 81,9%. Siguió en 1987 con un 174,8% y en 1988 con 387,7%, hasta llegar a los dos años de hiperinflación absoluta con un 3079,5% en 1989 y 2314 en 1990.

En el resumen de este periodo podemos ver que en los años 1976, 1982, 1983, 1984, 1985, 1988, 1989 y 1990 hubo variaciones de precios superiores a la de este año 2023. 

Convertibilidad y después

La vigencia de la Convertibilidad entre 1991 y 2001 trajo un periodo calma. En los ocho años finales la inflación promedió un 0,7% con periodos de deflación. El estallido de este programa económico en 2002 provocó un nuevo espiral inflacionario que acaba de llegar a su pico máximo.

La tasa de inflación hasta 2015 (medidos por números de Indec y del índice de inflación de la Ciudad de Buenos Aires) se mantuvo en niveles menores al 25% en todo el periodo con una aceleración constante, desde niveles menores al 15% en los primeros años y un pico del 38,5% en el año 2014.

Lo que siguió forma parte de la historia reciente, los periodos 2015 - 2019 y 2019 - 2023 estuvieron signados por una constante evolución de la inflación que se mantuvo en niveles cercanos al 50% anual, con un piso del 24,5% en 2017 y una fuerte aceleración en 2022 con un 94,8% y en 2023, con el actual 211,4%.