BlackRock: qué hay detrás del gigante mundial que ya fiscaliza a Javier Milei
Es el fondo de inversión más grande del mundo y tuvo protagonismo durante la dura negociación contenedores privados de la deuda argentina. Ahora, los inversores evalúan la situación post electoral y el escenario que quedaría de cara a la nueva administración en el país.
Hasta el canje de deuda de agosto de 2020 fueron actores ruidosos de la vida financiera y económica de la Argentina. Luego silenciosos. Pero siempre el fondo de inversiones BlackRock estuvo presente. Y lo estará en el futuro. Por eso, los inversores que integran el fondo fueron los actores más importantes (en cuanto al nivel de dólares que manejan) de los 70 fondos y bancos que escucharon el jueves de la semana pasada en la casa de Gerardo "Gerry" Mato en Greenwich, Connecticut, a los enviados de Javier Milei. Juan Napoli y Darío Epstein.
El contenido del cónclave se mantiene, por ahora, milagrosamente, dentro de las normas banqueras internacionales del secretismo. Se conocen sólo algunas cuestiones algo obvias sobre que no hay dólares para financiar aventuras financieras o cambiarias, que no hay confianza general en el país, que no se sabe cómo podrá ejecutar el vencedor de las PASO las jugadas promesas pro mercado que promete y que se piensa hacer con la relación con los acreedores privados mundiales.}
Esto último en una gestión en la que comenzarán a caer los vencimientos de capital de la deuda reestructurada en aquel proceso de 2020 que comandó Guzmán. Y en todas estas respuestas, BlackRock tiene intereses concretos. El fondo igualmente dejó en el cónclave una respuesta esperanzadora al momento de hacer la pregunta correspondiente a su turno. No se van del país, ni se dependerán de inversiones. La consulta es saber si la participación del fondo de inversiones más grande del mundo, por escándalo, profundizará su presencia de dólares en el país.
BlackRock estuvo presente escuchando a los embajadores financieros con una espada clave en la región. El mensaje de cierta paz hacia Buenos Aires fue llevado a la residencia de Mato por Pablo Goldberg, un compatriota master de la Universidad Di Tella, que detenta el cargo de head of Research and Portfolio Manager for BlackRock’s Emerging Market Debt Team, lo que lo convierte en una persona con un doble valor agregado en la organización.
Goldberg es experto en mercados emergentes y especialista en deuda, con el ADN de haber convivido con las crisis locales. El fondo le dio la tarea de seguir el complicadísimo caso argentino, teniendo en cuenta que sólo un criollo de ley puede entender qué es lo que sucede en el mercado local. Y desde hace dos años viene cumpliendo en tiempo y forma con su faena.
Apuesta al país
Mientras tanto, BlackRock transcurre el 2023 sin desprenderse de ninguna posición financiera local dentro de sus apuestas en la economía real. Incluso, al analizar cuáles son esas inversiones del principal fondo a nivel mundial, la decisión de permanecer en sus activos argentinos fue una muy buena elección. Incluso, en muchas de las acciones de compañías elegidas históricamente como opciones de inversión, las ganancias reales de BlackRock superaron largamente la media local, y alcanzaron el 30% en dólares.
El fondo, que tiene más activos financieros que muchos países desarrollados (incrementados en tiempos de pandemia a base de buenas elecciones), cerró su 2022 en la Argentina casi sin bonos ni letras (ni en dólares ni en pesos), ya que mantiene posiciones residuales luego de haber participado del canje de deuda de 2020, pero con sus apuestas incólumes y exitosas en empresas vinculadas a diferentes industrias y al sistema financiero argentino.
Sin mayores rencores, luego de haber protestado (con razón) durante el canje de 2020 organizado por Martín Guzmán, el fondo de Larry Fink parece confiado ahora en el largo plazo local, y lo que el país proponga para 2023 y el gobierno que suceda al de Alberto Fernández. Esta es al menos la información con la que cuenta en Buenos Aires parte del equipo económico de Sergio Massa, y que surge de la información que otro fondo de inversión colega le confirmó al ministerio de Economía.
La buena noticia de mínima, es que la bronca estructural del fondo de Larry Fink contra el país, generada por la inestabilidad financiera de la Argentina y la manera en que se reestructuró la deuda en agosto de 2020, estaría terminando. Y no por cuestiones sentimentales, sino porque sus inversiones reales en el país le estarían haciendo ganar dinero. No mucho, pero su panorama general local está en azul desde hace unos meses.
Cartera de inversiones
BlackRock, se sabe, mantiene en sus carteras gran parte de los bonos recibidos en el programa de reestructuración encabezado por Guzmán, que hoy, y pese a una mejora desde que llegó Sergio Massa al Palacio de Hacienda, navegan en una cotización casi de default, con un valor promedio de aproximadamente un 37% cuando el Valor Presente Neto (VPN) de corte fue de 54,8%.
El fondo BlackRock parece no estar disconforme con el resto de sus posesiones. O al menos no redujo su presencia en la economía real argentina en todos estos años del actual oficialismo en el poder. Tampoco dio señales de descontento con sus tenencias en empresas de varios sectores industriales y servicios clave. Incluso en algunos, como YPF, dio señales de satisfacción en las últimas reuniones de accionistas, luego del dato clave de una rentabilidad total este año de más de 130% en pesos (un 40% real contra inflación).
El fondo de Fink aceptó la reestructuración que organizó a comienzos de la gestión de Alberto Fernández, el expresidente de la petrolera Guillermo Nielsen, así como una porción importante de las acciones de la petrolera. BlackRock posee el 5,67% del paquete, con 9,77 millones de acciones en su poder.
El fondo de inversión más grande del mundo tiene además una presencia importante como socio de la Argentina en la economía real. No solo por su intervención como accionista de multinacionales de fuerte presencia local como Coca-Cola, Bayer, Apple, Microsoft, Telefónica o Procter & Gamble (entre otras), sino como propietario de acciones de varias de las empresas más importantes del mercado como Mercado Libre, Tenaris, Grupo Galicia, Banco Macro, Telecom, Pampa Energía, TGN, Arcos Dorados y Adecoagro.