Vitivinicultura en crisis

El dólar vino no arranca y naufraga con riesgo de pérdidas de mercado

La exportación de vinos cayó fuerte en los primeros cuatro meses del año y en abril el sector había puesto esperanzas en un tipo de cambio diferencial, que por la devaluación y la complejidad del sistema todavía no arranca. Se sumaron más trabas para importar y pagar servicios afuera.

Diana Chiani
Diana Chiani viernes, 19 de mayo de 2023 · 15:00 hs
El dólar vino no arranca y naufraga con riesgo de pérdidas de mercado
Sin dólar vino, crecen las dificultades para exportar en la industria vitivinícola.

Cansada de las dilaciones, la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) le envió una nota al ministro de Economía Sergio Massa para solicitar, nuevamente, una mejora en el tipo de cambio para exportar. El pedido se da en el marco de la promesa del dólar vino, que iba a quitar presión a la cadena debido a las diferencias entre el oficial al que se liquida y el blue con el que se trabaja.

Aunque en abril se anunció que durante cinco meses toda la vitivinicultura iba a poder exportar con un dólar a $300, la dificultad para acceder al sistema frenó el entusiasmo al punto de que la adhesión ha sido prácticamente nula. Es que para recibir el beneficio había que inscribirse en el programa de Precios Justos, con grandes diferencias entre la inflación y lo que se permite aumentar.

A esto se agregaron no solo las dificultades para acceder al sistema, sino la corrida cambiaria que dejó el dólar oficial a $240. En este contexto, casi  nadie se sumó al programa del dólar vino y desde el sector no han recibido respuesta por parte de la Nación. La carta de Coviar, también dirigida al subsecretario de Agricultura Juan José Bahillo, pide destrabar la situación cuanto antes ya que se corre el riesgo de perder mercados.

Pero no es lo único: la nota enviada con la referencia de “dificultades para la exportación de productos vitivinícolas”, mencionó una nueva complicación. Se trata de las trabas que han tenido las empresas del sector para obtener las autorizaciones de pagos de servicios en el mercado exterior (SIRASE).  Durante los últimos 20 días, no hubo posibilidad de realizar esos pagos que sirven para promocionar o distribuir los vinos fuera del país.

“Las empresas evalúan hasta qué punto pueden perder rentabilidad con el objetivo de mantener los clientes afuera, pero lo cierto es que la situación es crítica”, expresó Mario González, presidente de la Coviar. “Ni hablar de desarrollar nuevos mercados que es uno de los objetivos estratégicos del Plan Estratégico Vitivinícola”, se lamentó el bodeguero.  

Las exportaciones de 2022 fueron negativas mientas que durante los cuatro primeros meses de este año se registró una baja en todos los productos. En volumen, el vino fraccionado cayó 21%, el vino a granel lo hizo 26% mientras que el jugo concentrado de uva (mosto) lo hizo un 60%.

Pedido de salvataje

Entre los reclamos que en algún momento había realizado el sector era que el monto del dólar vino se ajustara en función de las devaluaciones. Antes de comenzar quedó evidenciada esta situación que, no obstante, no fue tomada por la Nación. El dólar oficial aumentó y también lo hizo el paralelo por lo que la brecha cambiaria que dificulta al sector, se mantiene.

En este contexto, el pedido de Coviar es que se pueda concretar una medida que costó mucho acordar y que la Secretaría de Comercio complejizó con requisitos casi imposibles. Más del 70% del vino se consume en el mercado interno e ingresar a Precios Justos con subas mensuales de 2% y una inflación cercana al 8%, es un modo más de resignar una rentabilidad ajustada.

Entre otras complicaciones, la carta enviada a la Nación también destacó las siguientes:

La complejidad del sistema

  • Las contradicciones del Programa, principalmente en lo instrumentado desde la Secretaría de Comercio.
  • El tipo de cambio fijo en $300 que, sin actualización según variación de los precios del dólar oficial y MEP, incrementa la falta de previsibilidad en las operaciones y cobros a futuro.
  • La corta ventana de tiempo de aplicación del Programa en función de la dinámica comercial de una actividad que se realiza los 12 meses del año.
  • La venta a plazo, característica de la exportación vitivinícola, hace muy difícil conseguir dólares en la ventana de la aplicación del Programa.
  • La dificultad del Programa es mayor para las pymes que para las bodegas grandes que tienen un mecanismo de cobranza en el exterior más aceitado.  
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