El increíble récord de Miguel Pesce como presidente del Banco Central
Ocupó el cargo durante todo el mandato de Alberto Fernández y debió lidiar con una recurrente falta de dólares que llevó a las reservas a la mitad de las que había en 2019.
Miguel Pesce abandonó el cargo de presidente del Banco Central y se convirtió en el único que completo un mandato íntegro de una presidencia. Si bien no es quien más tiempo estuvo en el cargo, logró permanecer los 4 años exactos que gobernó Alberto Fernández, lo que constituye un verdadero récord para la institucionalidad argentina.
No obstante, quien más duró en el cargo fue Roque Fernández, quien comandó la entidad entre febrero de 1991 y agosto de 1996, es decir 5 años y 6 meses. Pero lo hizo una vez comenzado el primer periodo de Carlos Menem y se fue a comandar el ministerio de Economía a la mitad del segundo mandato del riojano.
Martín Redrado, en tanto, gobernó el BCRA 5 años y 4 meses. En su caso asumió durante la gestión de Néstor Kirchner en septiembre de 2004 y culminó su labor en enero de 2010 en medio de su conflicto con Cristina Kirchner.
Pesce deja un nivel de reservas totales que en total no llega a cubrir la mitad de lo que tuvo en casi todo el periodo del mandato. Con variaciones de entre US$ 37.000 millones y US$ 46.000 millones en su mejor momento en 2021, en este año la falta crítica de dólares dejó a la entidad con un nivel de reservas de algo más de US$ 21.000 millones, menos de la mitad de lo que tenía en el mes de enero cuando rondaba los US$ 44.000 millones.
De todas formas, las reservas netas - que son las que realmente son de libre disponibilidad para el organismo - son mucho menores. Si se les descuentan los encajes por alrededor de US$ 9.000 millones, el monto baja considerablemente. Los analistas del mercado plantean que también se le deben descontar pasivos en dólares, de forma tal que las reservas netas reales son negativas por alrededor de US$ 11.000 millones.
En cuanto al mercado de cambios, Pesce recibió un mercado desdoblado con una brecha mínima. El dólar oficial cotizaba en $58 y el blue en $63. Transcurridos cuatro años el dólar oficial se devaluó un 700% y el blue un 1500% dejando una brecha cercana al 150%.
La tasa de interés bancaria, en tanto, evolucionó al compás de la inflación. En diciembre de 2019 estaba en el orden del 42%, descendió en plena pandemia con un contexto social y económico muy complejo al 18%, para retomar el camino ascendente a medida de que la inflación recrudeció. Este último año, en tanto, se disparó a una tasa del 129% anual, todo un récord en más de 30 años.
El nivel de créditos, por supuesto, se desplomó y los bancos debieron apelar a otros instrumentos para responder a los intereses de los plazos fijos. Fue esta la principal causa de la llamada bola de las Leliq que dejó a las arcas del Estado un pasivo de $22 billones en su punto máximo, pero que ahora se complementa con otro tipo de letras.
Será el nuevo gobierno el encargado de desarmar lo que el presidente electo Javier Milei denominó como "bomba". Si llegarán dólares para financiar ese pasivo y asegurarle a los bancos que no quedarán al descubierto, es algo que en breve se develará.
En tanto, Miguel Pesce puede decir que, aunque sus números no fueron los mejores a partir de distorsiones y limitaciones que en muchos casos fueron exógenas, es el único presidente del Banco Central que completó el mandato de un periodo presidencial.