El tándem Milei-Caputo y la nueva estrategia de negociación con el FMI
Tras cuatro acuerdos caídos en los últimos seis años, el nuevo Gobierno busca un programa con metas cumplibles y sacar así a la Argentina del riesgo de default permanente.
Ya hay fecha estimada para abrir las negociaciones más importantes que tendrá que enfrentar el dúo Javier Milei- Luis "Toto" Caputo. Aproximadamente el 10 de enero de 2024 se abrirán las pantallas del Ministerio de Economía y de la sede del Fondo Monetario Internacional (FMI) de Washington, para dar el primer paso en las negociaciones que el país comenzará a transitar con el organismo que maneja Kristalina Georgieva, y que deberían terminar en algún momento del primer trimestre del año en un nuevo acuerdo entre las partes.
Se descarta que será un esquema nuevo, que reemplace al programa de Facilidades Extendidas firmado en julio pasado por Sergio Massa, que a su vez reemplazó al Facilidades Extendidas firmado por Martín Guzmán en marzo del 2022, que a su vez reemplazó al Stand By firmado en septiembre del 2018, que a su vez reemplazó al Stand By firmado en julio de ese año.
En síntesis, cuatro acuerdos caídos en seis años. Las partes comenzarán así a negociar el quinto acuerdo, el que, promete Milei, será el definitivo. A decir verdad, siempre se promete lo mismo. Por eso deberá esforzarse la próxima administración, dado que la desconfianza del Board del FMI sobre la Argentina (donde se deciden las medidas de fondos del organismo) es total.
Saben los técnicos que acompañan al director Gerente para el Hemisferio Occidental del Fondo, el chileno Rodrigo Valdes, que es imposible para Milei- Caputo abrir las negociaciones inmediatamente después de la asunción del próximo domingo. El funcionario del Fondo sabe de política (fue ministro de Michelle Bachellet), y reconoce que es una utopía pedirle al próximo presidente definiciones semanas después de asumir.
Mucho más teniendo en cuenta que al FMI hay que ir a negociar con un plan estructural definido y en marcha. No con promesas. Más si éstas dependen de avales parlamentarios. Por eso se esperará desde Washington hasta que comiencen las actividades del organismo luego de las Fiestas de fin de año, las que en el caso de un organismo internacional como el FMI empiezan una semana antes de Navidad y se prolongan hasta la segunda semana de enero.
Los funcionarios, en general, viajan a sus países del origen para disfrutar un breve tiempo con sus familiares, y recién arranca el trabajo de invierno más cerca de la segunda quincena. Es una buena noticia para Argentina, ya que habrá algo más de tiempo para poder discutir el contenido del nuevo acuerdo.
La estrategia del nuevo Gobierno
Tal como adelantó MDZ, volver al Stand By del 2018/ 2019, algo que era intención primaria de Milei, será imposible. En todo caso, se podrá renegociar los términos del programa de Facilidades Extendidas cerrado con Sergio Massa (caído desde septiembre), y programar un período de extensión hasta fin de 2024.
Luego, si el país cumple con sus promesas (o, como asegura Javier Milei, se sobregira sobre esas metas), se puede pensar en reactivar algún dinero fresco y extra. Mientras tanto, Argentina sólo podrá esperar a acceder a un monto de entre 1.300 y 1.500 millones de dólares provenientes del Fondo Fiduciario de Resiliencia y Sostenibilidad, un baúl financiero de donde el Fondo Monetario Internacional (FMI) ayuda a países en crisis derivadas de cuestiones ambientales, cambio climático y algún otro capítulo indeterminado y conceptualmente algo volátil, donde la sequía del 2023 podría entrar.
Para otro tipo de tratamientos o ayudas extraordinarias, Argentina debería recurrir (otra vez) a las gestiones de los Estados Unidos y sus aliados, algo que Milei ya comenzó a deslizar cuando se reunió en Washington con Jake Sullivan, el secretario de Seguridad de Joe Biden. Ante este funcionario, muy cercano al presidente de Estados Unidos, el presidente electo le afirmó una frase que retumbó positivamente en la Casa Blanca (que rara vez se abre para un jefe de Estado electo). El libertario, al hablar sobre el ajuste que está en diseño, dijo que "estoy dispuesto a pagar el costo".
Definición de metas
El FMI considera reabrir las discusiones para lograr un acuerdo creíble y de largo plazo con el país, pero siempre después de cerrar la historia del programa de Facilidades Extendidas vigente (y suspendido). Esto es, que el país se comprometa a una nueva resolución de las tres metas fundamentales de lo negociado con Guzmán (déficit fiscal, emisión monetaria y reservas en el banco Central), y luego discutir el futuro de la relación con el país.
Como el FMI mide variables hacia delante, pero, además, juzga incumplimientos pasados, se supone que habrá metas duras para 2024, año en el que se le daría un punto final al Facilidades Extendidas y se abriría la posibilidad de una renegociación para un acuerdo de largo plazo.
Mientras tanto, y hasta diciembre del próximo ejercicio, Argentina debería cumplir metas pactadas que serían casi las mismas del programa de Facilidades Extendidas vigente y renegociado. Esto es, un déficit fiscal de 0,9% para el año próximo, una emisión monetaria de no más del 0,4% del PBI y reservas que deberían superar los U$S 5.000 millones hacia diciembre del 2024.
Según lo que promete Javier Milei, su gobierno sobre cumpliría todas las metas, algo que para el FMI, obviamente, es aplaudible. Sin embargo, por el historial del país con el organismo, es imposible que el staff técnico se conforme con las promesas del libertario.
Antes quiere ver cómo las medidas que llevarían a lograr esas metas tienen el aval político interno para llevarlas adelante, y si luego el próximo Ejecutivo logra aplicarlas. Se supone que la negociación para firmar el nuevo acuerdo será rápida. El problema para Milei, es que el FMI le crea. Nada personal. Sucede que al organismo le mienten desde Buenos Aires desde hace décadas.