Plan económico

Las cuatro claves económica de los primeros días de Javier Milei

Las primeras medidas que se esperan tendrán impacto en el mercado cambiario, las tarifas de servicios públicos, la inflación general de precios y el empleo estatal

Sergio Lanzafame
Sergio Lanzafame domingo, 10 de diciembre de 2023 · 09:00 hs
Las cuatro claves económica de los primeros días de Javier Milei
Javier Milei Foto: Noticias Argentinas

Nunca en la historia argentina un candidato a presidente ganó una elección con la promesa explícita de un plan económico que incluya un ajuste como el que pretende aplicar Javier Milei en las cuentas del Estado. Nunca nadie había prometido recesión económica por al menos dos años y aún así obtuvo un apoyo popular de la magnitud que logró el pasado 19 de noviembre el presidente electo.

Es por eso que a nadie sorprenderán los anuncios que realizará el domingo de su asunción, o las horas posteriores, y las primeras medidas económicas que tomará. Todos descuentan una devaluación importante, quita de subsidios de todo tipo con tarifazos, una escalada inflacionaria producto del "sinceramiento de los precios", ajustes de todas las áreas del Estado con despidos y bajas de salarios reales.

La única incógnita es cuánto de lo prometido podrá cumplir, cómo llevará adelante lo que sí pueda hacer, a qué velocidad, con qué apoyo político y social y con qué herramientas.

Desde el lunes mismo se podrán apreciar algunos de los cambios sustanciales, los primeros movimientos de acción sobre la coyuntura de un plan que, según Milei, podría demorar décadas. 

Se espera una fuerte devaluación del peso. Shutterstock
 

Mercado cambiario 

El mismo lunes habrá novedades al respecto. Si bien Javier Milei deberá esperar para llevar adelante su proyecto de dolarización de la economía e incluso no podrá eliminar desde el primer día la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el paralelo, se espera una fuerte corrección mediante una devaluación.

Algunos analistas en las últimas horas descreen de las palabras del futuro ministro del Interior, Guillermo Francos, sobre que finalmente habrá un valor de convergencia en valores cercanos a los $800. Por lo pronto, los mercados a futuro marcan que en el mes de diciembre el dólar oficial rondará los $770 y que en marzo se llegará a los $1000, para pasar en el segundo semestre de 2024 a un valor de $1500, ya más en línea con el dólar libre.

La Argentina, además, vive una fuerte restricción de divisas. No hay reservas de libre disponibilidad en el Banco Central, el estado necesita cerca de US$ 12.000 millones hasta abril para pagar deudas, hacen falta alrededor de US$ 5000 millones para desarmar la bomba de las Leliq, hay que pagar US$ 16.000 millones por el juicio de YPF y, por si esto fuera poco, hay una deuda de los importadores con sus vendedores de alrededor de US$ 50.000 millones. Para todo eso se necesitan dólares escasos, sin contar la demanda de dólares para las importaciones y para el pago de remesas de las empresas.

Desde ya que el equipo del ministro Luis Caputo trabaja en conseguir esos dólares, pero aún así la perspectiva es que la debilidad del peso se prolongue en el tiempo y el refugio contra la devaluación y la inflación para los ahorristas siga siendo el dólar, más allá de la hipotética dolarización.

El 70% del precio de las tarifas eléctricas está subsidiado. Telam

Tarifas

Uno de los primeros recortes que hará el gobierno será en los subsidios a las tarifas de todos los precios regulados, como electricidad, gas, transporte de pasajeros, agua. Aunque la idea sería hacerlo de forma escalonada, el Gobierno intentará hacerlo lo más rápido posible. Algunas fuentes entienden que será entre enero y marzo. 

De esta forma, podrían llegar fuertes aumentos en los próximos meses, tal como sucedió en el comienzo del gobierno de Mauricio Macri cuando en el mes de marzo de 2016, cuatro meses después de la asunción, se produjeron subas de hasta el 300% en un contexto inflacionario rondaba el 25% según la oficina de estadísticas de Buenos Aires.

Si bien es cierto que, desde mediados del 2022, ya hubo recortes en los subsidios para los sectores de altos ingresos, aún el Estado cubre en promedio más del 70% del costo de la energía que llega a los hogares, según informa la Secretaria de Energía.

Esto implica que una persona, en línea con ese mismo promedio, que paga en la actualidad por el servicio alrededor de $3000 al mes pasaría a pagar $10.000 si se eliminara por completo, sin tomar en cuenta los aumentos provocados por los aumentos de los costos que acompañan a la inflación general.

Lo que aun queda por dilucidar es si los recortes a los subsidios tendrán alguna excepción o serán generalizados.

Ajuste en el Estado

Más allá del paquete de leyes que el Congreso tratará para realizar la Reforma del Estado que incluiría privatizaciones y un reordenamiento de la maquinaria administrativa en la función pública, todas las miradas estarán puestas en el tamaño del ajuste que realizará en las primeras semanas.

Las promesas de que "el ajuste" lo realizará "la política" tendrá a sus primeras víctimas en las oficinas de los distintos ministerios del Estado Nacional. Un clásico de cada cambio de gobierno es la baja de todos los contratos vigentes para empleados que no trabajan en planta. La única que diferencia que aparece en el horizonte a juzgar por las promesas de campaña es que esos puestos no serán reemplazados por tropa propia y que efectivamente se achicará la estructura del Estado.

Por los pronto, la estructura ministerial de Gobierno se reducirá drásticamente y de 18 ministerios que hay actualmente se pasará a 9. Además, numerosas secretarías y subsecretarías desaparecerían. El ministerio de la Mujer, la secretaría de Derechos Humanos y el INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación) desaparecerán o quedarán reducidos a mínimas expresiones como subsecretarías u oficinas dependientes de otros ministerios. Esto implicará la drástica reducción del espacio, del staff y del gasto administrativo y operativo.

El freno a nuevas contrataciones en el Estado se complementaría con un congelamiento de haberes temporario de los empleados estatales. La respuesta de los gremios estatales, por lo pronto, es la conformación del Frente de Gremios Estatales en estado de Asamblea Permanente. Una escalada del conflicto social es más que una hipótesis, es la consecuencia natural. La incógnita en todo caso es hasta que punto avanzará y cuál será a respuesta del Estado.

Otro ítem a tener en cuenta es el anuncio realizado por el propio Milei de que la obra pública nacional se frenará temporalmente  por completo. Es cierto que tiene escépticos, muchos no creen que el presidente no se atreverá a tanto. Sin embargo, no hay por qué desconfiar de que si no en su totalidad, al menos en parte, el presidente cumplirá esta promesa realizada con el resultado del ballotage en la mano. La reducción del gasto público para alcanzar el equilibrio fiscal así se lo exigirá. Por lo pronto, serán las empresas privadas y el gremio de la construcción quienes primero sentirán los efectos.

Inflación en aceleración

La Secretaría de Comercio dejará de existir tal cómo funcionó hasta ahora. Ya no habrá organismo alguno que intervenga en la conformación de los precios al consumidor, por lo que el país dice adiós a Precios Cuidados o cualquier otro acuerdo que regule la inflación. La combinación de eliminación de subsidios a los precios regulados y la liberación de la libre competencia para fijar precios en el mercado tiene un sólo resultado, la aceleración de la inflación en carrera hacia la búsqueda de un precio de mercado estable. 

Claro que como en este país los precios están dolarizados, producto de una historia de alta inflación, la evolución del precio del dólar tendrá su peso. La Argentina que recibirá Milei tendrá las arcas vacías en divisas. Sin dólares en caja contener su precio en el mercado sin la intervención directa del Estado será una tarea imposible. De allí que los mercados hablen de un dólar oficial a $1000 para marzo. En razonable pensar que los precios se amoldarán a esta realidad. 

Por cierto, el mismo Milei reconoció que la eliminación de los cepos por ahora son materia imposible. El cepo importador impedirá por lo tanto en los primeros meses el aporte de productos baratos para frenar la escalada inflacionaria de muchos productos.

En los últimos días se registraron en góndola y estaciones de servicios ajustes de precio de entre el 30% y el 50%. Los analistas de las principales consultoras económicas ya vaticinan un diciembre con una inflación de alrededor del 25%. 

El desafío de mediano plazo será la estabilización vía descenso de la actividad a medida que el ajuste cumpla su cometido. Las empresas creen que el escenario de estanflación será temporal y que una vez realizados los cambios estructurales necesarios la economía iniciará una senda de crecimiento virtuosa. 

Pero para ello, el Gobierno deberá pasar por la segunda etapa de su plan de gobierno económico, el de las reformas de fondo. 

 

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