Inflación: la terrible noticia que tendrá que dar Javier Milei apenas asuma

Tierra de nadie. Así será el anuncio de la inflación oficial correspondiente a noviembre del 2023, donde la tendencia parece llevar el Índice de Precios al Consumidor (IPC) por arriba del 15%, y con una amenazante posibilidad real de ubicar el indicador aún por encima del 20, arrojando un acumulado anual en los primeros 11 meses del año más allá del 140%, garantizando un inevitable año superando largamente el 150%.

La fecha fijada por el Indec, dirigido hasta el 10 de diciembre por Marco Lavagna, para anunciar el dato del IPC de noviembre 2023 es el miércoles 13 de diciembre, tres días después del domingo 10 de ese mes, cuando Javier Milei asumirá la presidencia de la Nación.

Será un indicador 100% responsabilidad del gobierno de Alberto Fernández y del ministro de Economía, Sergio Massa, pero que anunciará el Indec dirigido por quien nombre Javier Milei y su gestión. Según se sabe, el libertario electo está dispuesto a que la conducción la asuma un independiente, para que no se sospechen manejos estadísticos, pero aún no tiene reemplazante decidido.

Lo cierto es que esa persona deberá anunciar la inflación de noviembre, responsabilidad directa de la gestión actual, y la de diciembre, la primera de compromiso (aunque compartido con Alberto Fernández) de la administración Milei.

Esto implica que el dato, seguramente nefasto, de noviembre no tendrá cara oficial para dar explicaciones por su incremento, el que parece que inevitablemente representará un récord de tres décadas, tiempo que obviamente incluye el gobierno de Alberto Fernández. Los incrementos de alimentos, bebidas, transporte, textiles, productos de consumo masivo y varios servicios, provocarán que esta situación sea inevitable.

En síntesis, el peor dato no tendrá responsable que se haga cargo ante el público. Vaya a saber dónde estarán el 13 de diciembre los funcionarios actuales.

Aceleración inflacionaria

Sobre lo que viene en cuanto a precios luego de la asunción de Javier Milei, el mismo presidente electo aclaró que lo que se viene es una mayor presión sobre la inflación, fruto del ajuste vía shock de variables económicas fundamentales que aplicará desde el mismo día en que asuma la Presidencia.

Se especula que en los primeros seis meses del año próximo el incremento de precios replique todo el porcentaje del 2023. Esto es, casi un 150%, con lo que en un año y medio el alza de los precios que soportará el público tendrá un 300% de piso, lo que obviamente representaría un incremento letal. Especialmente para los sectores de ingresos medios, medios bajos y, sobre todo, bajos.

Milei lo estuvo analizando en las últimas horas con su equipo y entre todos los implicados en la conducción económica del futuro determinaron que se trata de una inflación "sana e inevitable" dado que la decisión oficial es la de reconocer y blanquear desequilibrios generales de la economía, donde la teoría de los precios implica que se debe llegar a un reconocimiento de realidades que hoy están bloqueadas.

Esto incluye tarifas de servicios públicos, combustibles y transporte, capítulos que para Milei son inevitables de actualizar si se quiere llegar a un equilibrio macroeconómico general que permita, luego, comenzar a equilibrar los precios hacia el segundo semestre del año. Tiempo en el que, además, tendría las variables de gasto e ingresos públicos también en vías de equilibrio, además de haberse desarmado la bomba de las Leliqs durante el primer trimestre del año.

Sobre los instrumentos que aplicaría Milei para controlar el alza de los precios, hay una novedad algo obvia: desaparecerán los planes de controles de precios y los programas de "Precios Justos" o similares. Sin embargo, tampoco habrá de manera inmediata una apertura de fronteras a productos importados para mejorar la oferta local y ponerle un eventual límite al alza de precios, dado que el presidente electo considera que aún no es el momento para que las compañías locales puedan competir.

Para esto, dijo Milei públicamente, se necesitarán dos leyes consideradas fundamentales por el presidente electo: la reforma laboral y una reducción de la presión impositiva. Solo cuando ambos esquemas revolucionarios sean una realidad (algo que dependerá de cuestiones más políticas que económicas) se podrán ver en comercio o góndolas de los supermercados, fideos italianos, arroces españoles, vinos chilenos, textiles chinos y juguetes norteamericanos. Entre otros muchos bienes que podrían servir de contención. Por ahora habrá que esperar.