Economía: cuáles son los puentes que Javier Milei le tenderá a JxC para buscar acuerdos
El operativo seducción a economistas del otro espacio opositor comenzaron con buenas perspectivas. El proyecto de dolarización y el cierre del Banco Central quedarían archivados en busca del consenso.
Las negociaciones entre los dos frentes opositores, que lograr el pase a segunda ronda, se abrirá en horas. Y la búsqueda de un acuerdo político- económico- fiscal- monetario, comenzará antes que culmine la semana. El tiempo apremia y, en lo posible, antes que culmine octubre deberían comenzar a haber resultados positivos de la negociación, para que luego pueda ser presentado en tiempo y forma y de una manera creíble ante los votantes.
Y sólo los protagonistas saben hoy si esas negociaciones tienen posibilidades ciertas de llegar a buen puerto. Por un lado, el propio Javier Milei y su potencial ministro de Interior, Guillermo Francos, serán los encargados de abrir la ambulancia de economistas opositores y entablar formalmente las discusiones por un acuerdo global que pueda ser vendible ante los electores.
Por el lado de Juntos por el Cambio (JxC), aún no hay una posición formal ni se sabe si la invitación que abiertamente Milei hizo anoche en público para conformar un frente común, será escuchada. Pero hay algo cierto.
Hay muchos economistas que militan hoy en las filas creadas por Mauricio Macri que creen que llegó el momento de actuar y elaborar un programa común con La Libertad Avanza (LLA). Entre ellos, un expresidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), dos exministros y un referente económico de peso. Todos esperan un guiño oficial para comenzar a actuar.
Ya hay algunas pautas concretas para estos diálogos por venir.
Todo indicaría, a partir de los novedosos resultados electorales que dejó la jornada de ayer, que el peso tendrá una nueva oportunidad. Ya no podrá Javier Milei impulsar su proyecto dolarizador, en ninguna de sus cinco versiones en estudio.
El candidato de LLA deberá ahora negociar con, al menos, una parte de JxC, un proyecto común, más cercano quizá a la idea del doble comando de monedas elaborado por Carlos Melconian y la gente de la Fundación Mediterránea, que al abandono a cualquier precio de la moneda nacional y su mutación en no más de dos años a la divisa norteamericana.
Otra vida para el peso
Puede no ser una crisis para las huestes del libertario. Las voces más cercanas de su entorno económico aconsejaban luego de las PASO dejar de lado la idea para concentrarse en la aplicación de políticas monetarias restrictivas y, fundamentalmente, en el ajuste fiscal de la clase política. Ni Roque Fernández, ni Carlos Rodríguez, ni Juan Napoli, como tampoco Domingo Cavallo como consejero outsider, eran fanáticos de la idea. Y ahora tendrán la oportunidad de elaborar propuestas más cómodas de aplicar en la realidad argentina.
También tiene desde ayer una vida más, el Banco Central de la República Argentina (BCRA). La intención de dinamitarlo en menos de dos años bajo la conducción del convencido Emilio Ocampo quedará para otra oportunidad. Ahora será el tiempo de negociar con la gente de JxC y, otra vez, Melconian y la Mediterránea, la manera en que podría elaborar un proyecto de ley que garantice la autonomía de la entidad y le restrinja al máximo el músculo financiador del déficit eterno del Poder Ejecutivo.
La electa diputada Diana Mondino y el negociador político de Milei, Guillermo Francos, se manejarán más tranquilos bajo este esquema, que intentando conseguir votos de la tercera fuerza nacional para cerrar una entidad que JxC considera parte de la solución, no del problema.
Los que vienen serán tiempos complejos para Milei y sus espadas económicas más radicalizadas, en cuanto a sus propuestas económicas. Quedó demostrado, o al menos esa es la interpretación que se hace desde JxC, que la posición pública o privada que apunta a adelantar los tiempos financieros y cambiarios a partir de corridas provocadas voluntaria o involuntariamente, no es el camino adecuado.
Desde el tercer frente electoral se considera que parte del estancamiento de Milei en las elecciones del domingo, pese al impulso que le habían dado las PASO a su candidatura vencedora, se debieron a su posición radicalizada a favor de una corrida cambiaria, financiera y, quizá, bancaria, como condimento previo indispensable para lograr acelerar los tiempos dolarizadores.
Se cree en JxC que mucho contribuyó al repunte de Sergio Massa aquella frase sobre el retiro de depósitos dicha un complicado lunes por la mañana en los micrófonos de radio Mitre de la Capital Federal, una emisora que en el horario matutino tiene casi el 50% de la audiencia.
Tiro en el pie
Se mencionaba el domingo a la noche en algunas charlas de WhatsApp, que luego de cierres complejos del jueves y viernes de la semana anterior por la visita del candidato a los estudios donde lo esperaban Eduardo Feinman y Guillermo Laborda, que haber definido al peso como "estiércol" e invitado en forma generalizada a huir de los bancos ante la hiperinflación inmediata e inevitable, fue uno de los errores imperdonables en lo político y económico.
Se dice en JxC que aquella infortunada frase (y su defensa posterior) le dio la oportunidad a Massa y el oficialismo a victimizarse, al encontrar en Milei al culpable de una corrida cambiaria clásica, provocada en realidad por el retraso del valor del dólar, la aceleración de la inflación y las consecuencias del "Plan Platita".
Se cree también que fue una fallida estrategia del libertario para acelerar tiempos dolarizadores ante una victoria que se consideraba segura por parte de los seguidores de Milei, y que un dólar a más de $1200 terminaría favoreciendo al opositor más radicalizado por sobre los técnicamente más racionales de JxC. Algo que finalmente no sucedió.
Por el contrario, esto le dio argumentos al massismo para intervenir en el mercado cambiario y financiero, congelar quizá algo artificialmente el precio del dólar, y llegar a la votación del domingo 22 con cierta convicción de poder sobre el mercado cambiario. Algo que electoralmente al votante no tan conocedor de la vida activa de los mercados argentos puede haberle generado más empatía que rechazo.
En lo que sí se podrá comenzar a trabajar entre las partes, si hay impulso político, obviamente, es en algo más concreto. Tanto LLA como JxC creen en la indispensabilidad de lograr ya, en 2024, el ansiado superávit fiscal. Y que este debe venir por un ajuste de gastos de la política en sectores concretos con nombre y apellido. Incluyendo discutir sobre la realidad de las empresas públicas. Incluso las reestatizadas como el caso de YPF.
La jugada del Fondo
También se cree en el rol del Fondo Monetario Internacional (FMI) y en la vigencia de los mercados como reguladores de la actividad económica argentina. Sobre estos puntos se abrirá, quizá, el diálogo. Hay poco tiempo, se reconoce en ambos sectores. Y no es momento para duelos, auguran por el lado económico de Juntos por el Cambio.
Más allá del éxito inmediato de la negociación que se abrirá en algunas horas, se sabe que desde el 10 de diciembre comenzará un nuevo poder. Nadie tendrá la razón numérica en la Cámara de Diputados, donde la atomización de los bloques aleja a cualquiera de los frentes de una mayoría cómoda en el momento de la votación.
Sólo con febriles negociaciones, los proyectos que se envíen desde el Ejecutivo podrán tener vida. Un tema sobre el que también se analiza desde el costado vencedor de Unión por la Patria (UP), un sector donde se mira de reojo que harán los economistas más estructuralistas. Aquellos que militan en los costados radicales.
Se vienen tiempos difíciles. Donde la negociación será la marca de agua del éxito o fracaso del país económico que se viene.