Por qué un dólar "reprimido" preocupa a los mercados en la previa electoral

En una campaña electoral caracterizada por declaraciones subidas de tono, acusaciones cruzadas, pocas ideas sobre la mesa, y muchas menos precisiones sobre cómo las llevarán adelante los distintos espacios que compiten por el sillón mayor en la Casa Rosada, la única certeza que brinda la economía es que, frente a la incertidumbre y la aceleración inflacionaria, el principal refugio de ahorristas particulares, empresas e inversores es el dólar. 

Y como el dólar oficial está vedado como refugio y reserva de valor, entonces todos corren hacia los dólares financieros, el MEP o Bolsa y el Contado con Liqui, y por supuesto el dólar blue, que es ilegal pero que cada vez circula más entre la población, independientemente de sus ingresos.

Con este escenario, el dólar blue comenzó esta semana corta por el feriado turístico del lunes 16, que se sumó al feriado del viernes 13 en lo que fue el último feriado XXL del año, con una marcada volatilidad.

Luego de haber tocado los $1050 la semana pasada, la divisa comenzó un descenso que lo llevó a ubicarse en $980, un nivel de espanto según muchos analistas y muy por encima de lo que la lógica indica que debería estar la cotización.

Expectativas y realidad

El propio Carlos Melconian, referente económico de Juntos por el Cambio y probable ministro de Economía, si finalmente Patricia Bullrich se impone en los comicios de este domingo o eventualmente en el balotaje del 19 de noviembre, calculó que el dólar oficial (mayorista) de $350 del 14 de agosto era bastante razonable y había corregido el atraso que traía el peso, por lo que sumado a la inflación de agosto, septiembre y lo que se presume en el último trimestre del año "daría alrededor de $500". Muy lejos de los casi $1000 del blue.

¿Qué es entonces, lo que hay entre el "dólar Melconian" de $500 y el del mercado en $1000? Din dudas, es pura espuma, o especulación, como se quiera llamar. La incertidumbre impacta en el precio de la divisa y ya se sabe que en Argentina las cosas suben con mucha velocidad pero después la baja es lenta o inexistente.

La sensación de que no se sabe qué va a pasar después de las elecciones, si el 23 de octubre habrá otra devaluación; si gana Javier Milei y el país marchará hacia la dolarización, o si por el contrario, se impone Patricia Bullrich con su propuesta de blanquear el bimonetarismo, reducir el gasto público y bajar la inflación; o incluso si se impusiera Sergio Massa, marcando la continuidad de este modelo basado en la emisión para pagar gasto, independientemente de los ingresos del sector público, toda esa falta de certeza termina tirando para arriba el precio del dólar blue. 

Cepo "reloaded"

En este contexto, los controles de la AFIP en las cuevas, con allanamientos y detenciones importantes, sumado a nuevas restricciones para operar con dólar Contado con Liqui, el dólar que usan las empresas para hacerse de dólares legales, vía compra de títulos públicos en pesos, pero que puede ser dolarizados y transferidos a cuentas en el exterior, sumó más presión al mercado.  

Mirá el video con la variación del dólar semanal

La noticia de que los bancos centrales de Argentina y China habían llegado a un acuerdo para ampliar el swap de monedas en 47.000 millones de renminbí, unos US$ 6.500 millones trajo alivio al mercado este miércoles, logrando un desplome de la divisa de ochenta pesos, pasando $985 a $905, un dato muy alentador para el Gobierno. 

 Pero lo bueno dura poco, dicen en el barrio, y es lo que ocurrió con el blue. Este jueves mientras las placas en numerosos portales de medios de comunicación mostraban un dólar blue de $900 en las cuevas del Microcentro porteño y de muchas provincias no se conseguían billetes verdes por menos $980 a la mañana.

En este escenario muchos cueveros decidieron retirarse del mercado, dando lugar a un virtual feriado cambiario hasta el lunes. De esta manera, ya en las primeras horas de la tarde el dólar paralelo saltó a niveles de $1030 y $1050, según el lugar, cruzando nuevamente la peligrosa barrera de los mil pesos por billete.