Economía en crisis

Por qué el dólar llegó a $1.000 y qué puede pasar tras las elecciones

Tener un dólar informal en $1.000 no debería sorprender a nadie. Lo raro sería que no lo estuviera. ¿Las razones? Hay que mirar al Banco Central.

Jorge Herrera
Jorge Herrera domingo, 15 de octubre de 2023 · 10:26 hs
Por qué el dólar llegó a $1.000 y qué puede pasar tras las elecciones
El dólar Blue llegó a $ 1000 y no debe sorprendernos frente a la inflación que seguirá siendo galopante. Foto: Shutterstock

El cambalache electoral y la debacle económica son el caldo de cultivo ideal para el frenesí cambiario que se está viviendo a días de las presidenciales. Los dólares informales y financieros coqueteando con los 1.000 pesos no sorprenden, pero sí inquietan. "¿Pero cómo es posible?", se preguntan en la calle, con la "mishiadura" que hay. Basta con mirar los números del Banco Central (BCRA) para comprender la dirección.

Desde las elecciones primarias (PASO) hubo una expansión monetaria de más de $3 billones. En dicho lapso, o sea, en solo dos meses, los pasivos monetarios (Base Monetaria más Pases más LELIQ) del BCRA aumentaron un 13%. Vale recordar que la Base es la cantidad de dinero en circulación más los encajes bancarios en el BCRA (la porción de los depósitos que los bancos no pueden prestar). Hoy, solo para tenerlo presente, la Base es de aproximadamente $7 billones.

Ahora bien, ya a esta altura a cualquiera, sin ser un erudito en la materia, le haría ruido que en dos meses hubo una expansión monetaria equivalente casi a la mitad de la Base. Con sola esta referencia no debería extrañar la reciente trepada de las cotizaciones de los distintos dólares no oficiales.

Sin embargo, en estos dos últimos meses, en realidad, la emisión monetaria superó los $5,1 billones. ¿Cómo se entiende? En primer lugar, el BCRA emitió en dicho período $3,2 billones para intereses, otros $1,4 billones para intervenir en el mercado de títulos públicos y de cambios, y poco más de medio billón de pesos para comprarle divisas al sector privado.

Claro que no dejó toda esta emisión suelta en el mercado sino que fue aspirándola con la colocación de deuda a un día de plazo (Pases) y a 28 días de plazo (LELIQ) por un total de $3,6 billones. El resto, lo hizo a través del Tesoro por casi un billón de pesos (le vendió divisas por $65.000 millones, le cancelaron Adelantos Transitorios por medio billón de pesos y aumentaron los depósitos oficiales en más de $400.000 millones). Así la Base solo creció $483.000 millones.

Pero el tema es que el mercado ve “todos” los números, no solo la expansión de la Base. Entonces, observa que además del crecimiento de la Base también crecieron los pasivos monetarios remunerados (Pases más LELIQ) en más de $4 billones. Mientras que las reservas brutas del BCRA lo hicieron en menos de 2.600 millones de dólares.

De modo que, en esta dinámica, lo que mira el mercado desde hace tiempo es el devenir del tipo de cambio convertible, como referencia. Es decir, aquel nivel de dólar que empareja la cantidad de pesos emitidos y las reservas brutas. Hoy ese dólar convertible de referencia supera los 1.100 pesos. O sea, que los dólares informales no están tan alejados de este valor.

Cabe señalar que no se trata de un dólar ni de equilibrio, ni de un valor preciso, sino de una mera referencia tendencial. Lo que sí se venía viendo, ya desde antes de las PASO, que esta referencia se había “picado” en estos valores marcando una brecha cambiaria respecto del dólar oficial de más del 200%.

En efecto, en el primer trimestre la brecha entre el dólar oficial y el convertible deambuló entre el 100% y el 120%. A partir de mayo escaló hacia el 140%-155% y a fin de junio llegó al 175%. En esos días el dólar de referencia, sobre todo para el contado con liquidación (CCL) y el dólar Bolsa (MEP) se ubicaba entre 650 y 700 pesos. En julio, en la previa de las PASO se picó todo y la brecha escaló de 200% a 240%. En la última semana de julio el dólar convertible era de $900 y en la primera semana de agosto ya estaba en $1.000 y la brecha casi 26%.

Vinieron las PASO y la devaluación y el dólar convertible bajó a $880 tras tocar los $1.100, así la brecha se redujo de 215% a 150% y luego fue ascendiendo a 170% y 180%. O sea, para el mercado no era sorpresa que los dólares se acercaran a los $1.000, así lo mostraba la tendencia del dólar convertible. En setiembre ya todo se empiojó de nuevo y el dólar referencia volvió a los $1.000 y en octubre a $1.100, de modo que la brecha creció al 190% y 215% respectivamente.

No es magia, ni especulación, solo mala praxis. La Base creció 7% desde las PASO, pero los pasivos monetarios remunerados un 22% mientras que las reservas brutas solo 11%. Los números no cierran. Todos los ven. ¡Cómo no van a subir los dólares! Raro sería que no lo hicieran. En lo que va del 2023, la Base creció 36% ($1,8 billones) mientras que los Pases y las LELIQ un 117% ($11,8 billones) y las reservas cayeron un 41%, así el dólar convertible aumentó 222%. Por su parte el dólar oficial aumentó un 98% y la brecha con el de referencia un 130%.  Más claro, imposible.

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