Temor por el desabastecimiento

Tras los neumáticos, ahora se abre un frente de conflicto con las garrafas

Las empresas nucleadas en CEGLA y el sindicato de trabajadores de petróleo, gas y biocombustibles abrieron un compás de espera hasta el 12 de octubre para alcanzar un acuerdo, luego del paro decretado por el gremio. El Estado adeuda dinero de una asistencia a empresas desde febrero.

Carlos Boyadjian
Carlos Boyadjian viernes, 30 de septiembre de 2022 · 16:13 hs
Tras los neumáticos, ahora se abre un frente de conflicto con las garrafas
Se estima que 20 millones de personas, casi la mitad de la población del país debe usar garrafas para cocinar y para calefacción. Foto: Prensa Gobierno de Mendoza

Tras el duro conflicto con el sector neumáticos, resuelto en la noche de este jueves, se abrió un nuevo frente de conflicto, esta vez en la industria de gas licuado de petróleo (GLP). Es una pulseada que puede tener graves consecuencias sociales, teniendo en cuenta que más del 42% de la población del país no tiene acceso a la red de gas natural y utiliza garrafas o tanques para calentarse y cocinar. 

El lunes pasado la Federación Argentina Sindical de Petróleo, Gas y Biocombustibles (F.A.Si.Pe.GyBio) declaró un paro de actividades que se levantó cuando el Ministerio de Trabajo dictaminó la conciliación obligatoria. Empresas y sindicatos abrieron una ventana de negociación hasta el 12 de octubre para alcanzar una solución.

El conflicto es un típico ejemplo de sábana corta, donde los trabajadores reclaman una recomposición salarial acorde a los elevadísimos niveles de inflación, los empresarios acompañan en general la ola de aumentos, pero se dan vuelta para pedir asistencia al Estado que, por otro lado, es el que regula y autoriza los precios de venta de las garrafas.

En este juego, el Gobierno deficitario no puede cumplir lo que se comprometió y el castillo de naipes se desploma.

Acuerdo entre alfileres

Según la paritaria en vigencia, hasta septiembre el acuerdo determina un incremento del 30% más una suma fija de $ 25.000. "Se había establecido sentarnos a hablar en octubre, pero y arrancamos a hablar en septiembre. Los sindicatos piden 50% para completar 80% en total, las empresas ofrecemos 40%", explicó a MDZ Pedro Cascales, presidente de Cámara de Empresas Argentinas de Gas Licuado (GLP).

El propio Cascales admite que aunque hay una diferencia todavía importante, las partes podrían ponerse de acuerdo, aunque el gremio pide que el 30% de la recomposición se haga de acá a fin de año. Más complejo aún es el segundo punto del reclamo, que busca reabrir convenio colectivo de trabajo, algo a lo que los empresarios se oponen.

Los sindicatos piden crear una nueva categoría en el convenio para que todos los trabajadores suban una categoría, extender el plus por día trabajo, incluso a los trabajadores que por algún motivo, enfermedad, trámites, vacaciones, etc, no estén en su puesto de trabajo.

Salario de bolsillo

La apertura del convenio es hoy el principal escollo. "El 70% de los trabajadores hacen el llenado de garrafas, no hay un nuevo trabajo, por lo que tampoco puede haber una nueva categoría", señaló Cascales. Y sobre el plus por día trabajado explicó que las empresas pagan hoy $ 3000 por día trabajado, además del salario básico y el presentismo, con lo que un trabajador que trabaja 22 días hábiles en un mes tiene un plus de $ 66.000 por sobre el sueldo.

Con estos parámetros, indicó Cascales, el promedio salarial en la actividad está hoy en torno a los $ 200.000 mensuales, "no son salarios bajos", consideró el empresario.

En este contexto, muchas empresas están trabajando al límite de su rentabilidad o incluso por debajo Desde febrero el Estado tiene frenada una compensación a las empresas, que por otra parte tienen el precio regulado. Fuentes empresarias aseguran que el costo del GLP es de $180 por garrafa de 10 kg y llevarlo desde Bahía Blanca hasta el norte por ejemplo, cuesta otros $180, sumando en total $ 360. Pero el precio de venta autorizado es de $ 340, con lo que "la pérdida operativa es de $ 200 por garrafa", indicó Cascales.

La garrafa se vende a $ 730 luego de la distribución pero entre los empresarios consideran que el precio de equilibrio para compensar los costos debiera ser de $1200 y para tener una buena rentabilidad que permita inversiones tendría que estar en $ 1800, casi tres veces más que en la actualidad.

 

 

 

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