Opinión

Dólar soja: por qué y para qué mentir (o no decir toda la verdad)

El agro no engaña, los productores menos. El Gobierno lamentablemente, sí. Lo puede dejar de hacer si piensan en serio en el país, afirma Leonardo Sarquís, exministro de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires. Implicancias del dólar soja y una política de "engaño", sostiene el columnista.

Leonardo Sarquís jueves, 22 de septiembre de 2022 · 15:16 hs
Dólar soja: por qué y para qué mentir (o no decir toda la verdad)
Cuando se anunció el dólar soja, no se contó toda la película, dice Leonardo Sarquis.

Días pasado el Gobierno finalmente definió el valor de un “dólar soja”, que a la vista parecía atractivo para los productores que quisieran vender (o liquidar) parte de sus granos para, seguramente, solventar otras compras de insumos, pagar costos de siembras y cosechas, deudas, etc.

Obviamente, este “aporte” del Gobierno fue más bien una maniobra –finalmente quedó demostrado estos días– y diría también un engaño, ya que inicialmente no se contaron todas las cosas, cuando esta medida se anunció. Y como dirían en el barrio…otra vez sopa. Ya estamos acostumbrados a las repetidas bombas de humo, mentiras, anuncios que no son tales, medidas que parecen atractivas y son complejas, de difícil o casi imposible implementación, etc.

Es hasta normal que esperemos estas cosas de este Gobierno, sea desde el Presidente hasta sus funcionarios. La falta de consenso “interno” entre los actores del Gobierno es asombroso y peligroso, y como no podía ser de otra manera, el “embocar” a un sector al que le dicen que apoyan o apoyarán, termina siendo una mentira.

El engaño, continúa agrandando la mayor grieta que existe hoy, que es la falta de confianza. Y este Gobierno engaña. Cuando se anunció el “dólar soja”, que dicho sea de paso ayudó nuevamente a este Gobierno a salvar las papas y tener liquidación de granos por más de US$ 5000 millones, no se contó toda la película.

"Ya estamos acostumbrados a las repetidas bombas de humo", sostiene Sarquís.

Y hubo sorpresas esos días con anuncios restrictivos del Banco Central, que el Gobierno tuvo que aclarar para evitar un nuevo conflicto en puerta con el campo, y siempre así. Muestran que quieren acercarse al sector más dinámico de la Argentina, el que más divisas aporta (injustas también como los derechos de exportaciónentre otros impuestos distorsivos) y ponen medidas engañosas, de difícil implementación, poco claras, complejas, que siempre, siempre, siembran dudas…

Es como hablar con un mentiroso serial, o con alguien a quien no se le tiene confianza. Eso es “mecha corta”, usando también una expresión llana. Y eso no es serio. Como lamentablemente todo, semana a semana, nos demuestra este Gobierno. Y es triste. Faltando todavía más de un año y dos meses para las elecciones generales, hay mucho que se podría hacer mejor, pero la voluntad política, o los problemas internos entre el frente gobernante, o vaya uno a saber por qué, pero las cosas no salen, no mejoran.

La Argentina no crece, está estancada, no se ven caminos de solución, ni siquiera transitorios. Inflación alta cada mes, el dólar también volvió a subir. Parece como que nada alcanza para poder ver un rumbo diferente. Y, claramente, no se le puede echar la culpa a la oposición. Ayer escuchaba parte del discurso del presidente en la ONU, donde fue con una comitiva de ¡¡más de 50 personas!!! para decir cosas intrascendentes, que no le interesan ni benefician a ningún argentino, ni en particular, ni en general-, donde entre otras cosas le echó la culpa de sus problemas gubernamentales nuevamente al gobierno anterior, diciendo que este Gobierno “no contrajo deuda”…en fin, otra mentira más, y van…

Leonardo Sarquís cuestionó el discurso del Presidente en la 77° Asamblea General de la ONU.

No se avecinan buenos resultados para los próximos meses en materia agroindustrial: se prevé una sequía, que aún no se sabe la magnitud que tendrá, los rindes de los principales cultivos no serán muy buenos, habrá seguramente disminución del área sembrada de maíz, todo esto traerá números no demasiado buenos, medidos en dólares.

¿Qué hará el Gobierno? ¿Pensará en cómo seguir sacándole dinero al “campo”? ¿Diseñará alguna estrategia que pueda beneficiar a los productores ante este panorama? ¿Habrá más financiamiento, exención de impuestos, disminución de derechos de exportación, harán algo en serio para ayudar a las bastardeadas economías regionales? ¿Argentina se abrirá más al mundo? ¿Harán más acuerdos bilaterales?

Todos estos factores parecen cosas tan básicas, simples, lógicas, que cualquier Gobierno normal las analizaría pensando en que pueden favorecer a toda la estructura del país. La agroindustria motivada, con reglas claras, seguridad jurídica, con reformas acordes, financiamiento adecuado, apertura de mercados, responde siempre. Y ayuda a toda la sociedad.

Los productores agrícolas piden reglas claras, financiamiento y apertura de mercados, hasta el momento sin respuestas por parte del Gobierno.

Que la ciudadanía no se deje engañar por falsos discursos mentirosos que lo único que hacen es dividir. El agro no engaña, los productores menos. El Gobierno lamentablemente sí. Lo puede dejar de hacer si piensan en serio en al país, y dejan de pensar en temas de la coalición, frente interno, relatos infantiles.

Ojalá como siempre digo, lo hagan. Siempre se puede. No soy tan optimista, por más que quiera. Veremos. Mientras tanto, el Gobierno debería, como mínimo, tratar de hacer dos cosas en este caso con el sector agroindustrial; 1) No mentir, cumplir lo que dicen y anuncian y decir todo, sin sorpresas. 2) Tratar de generar confianza (si pueden…); lo primero pueden hacerlo, lo segundo…a esta altura será difícil de lograr. Cuando te quemás con leche, ves una vaca y llorás…siempre “el campo” tiene frases que sirven para graficar momentos. En fin…Gobierno…gobiernen, pero para todos y en serio.

 

* Ing. Leonardo J. Sarquís
Director General de CONFIagro
Exministro de Agroindustria de la Provincia de Buenos Aires (2015-2019)

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