Opinión

Los planes sociales destruyen el trabajo del futuro

Vivimos en un mundo nuevo globalizado, donde la Educación, la inversión en capital humano y la innovación tecnológica son cruciales para el desarrollo económico, social y laboral de un país.

Juan Pablo Chiesa domingo, 28 de agosto de 2022 · 07:05 hs
Los planes sociales destruyen el trabajo del futuro
Manifestaciones Piqueteras en la Ciudad de Buenos Aires. Foto Gentileza "Timing Político"

No podemos limitarnos a administrar la pobreza mediante planes sociales. El problema es estructural, en la Argentina, la vieja generación de políticos no se anima, no quiere o no le interesa dar la batalla cultural y no se animan a aceptar el capitalismo como el único modelo de salida próspera y moderna, de acuerdo con la experiencia mundial. La activación de planes sociales por trabajo es una gran mentira.

Ninguna persona que cobra un plan social, como el Potenciar Trabaja, estará inverso en la cultura del trabajo porque no está en su genética. Su cerebro solo sabe de pedir a un Estado insolvente y este Estado insolvente darle a consecuencia de un acompañamiento político llamado voto. Las personas que cobran planes no pretenden producir en el empleo privado, solo pretenden seguir como están o formar cooperativas que es una entelequia perfecta para no pagar impuestos y seguir viviendo del Estado bajo la premisa de producir.

Ciudadanos en busca de una vacante laboral.
Foto Gentileza "El Economista"

Las cooperativas son una ofensa a las Pymes de índole societaria o a emprendedores tributarios que están envueltos en algún proceso productivo y ganan dinero de manera lícita pagando sus impuestos. Les han enseñado que el plan social es trabajo, que el plan social es una buena política de inclusión social, llegamos al extremo de 3 generaciones pasadas que no vieron el concepto de empleo genuino, sino que visualizaron que había que pedir y pedir. Esta es la razón principal porque una persona que percibe un plan social jamás podrá adaptarse a la vida laboral activa, sin ir más lejos, hoy, quienes perciben planes sociales y programas del Estado como la AUH y la Tarjeta Alimentar, tienen más ingreso que un laburante a tiempo completo.

El mundo atraviesa una nueva revolución tecnológica con cambios vertiginosos que suceden en casi todos los ámbitos de la vida humana, cuya velocidad y originalidad sugiere que la llamada Cuarta Revolución Industrial no es la mera continuación o profundización de las tres anteriores La automatización y digitalización mediante sistemas de producción flexible que facilitan la
elaboración de bienes y servicios personalizados son la contracara de las nuevas necesidades de consumo, identificables gracias al procesamiento de Big Data.

Vivimos en un nuevo mundo. La educación, la creatividad, la innovación tecnológica, la ciencia y el capital humano se desarrollan a una velocidad nunca vista. En un futuro cercano, estos procesos van separar a los países que abdiquen del conocimiento y de las nuevas tecnologías de los que inviertan en ellas. El nuevo proyecto de transformar planes sociales por trabajo será uno más de los fracasos de los políticos actuales que lucen sus discursos de marketing electoral pero vacío de contenido real.

El problema es la falta de seguridad jurídica a la hora de contratar un dependiente o ejercer libremente el comercio y la industria del juicio laboral que crece en desmedro de la producción y el desarrollo económico. Lo que deben pensar es darles seguridad jurídica a los empleadores a la hora de contratar y no morir en el intento y en materia de asistencialismo, en forma de planes sociales, cortarlo de raíz, es la solución mas efectiva para la salida de un país que poco a poco, se pierda en el círculo vicioso de la pobreza.

Trabajo Genuino
Foto Gentileza "La Lista"

Siempre acentúo que la revolución laboral está estrechamente vinculada a las (TIC) Tecnología, información y comunicación, y éstas al futuro del empleo. Términos como “Cuarta Revolución Industrial” son emparentados al uso con fines productivos en inteligencia artificial, 3D y robótica avanzada autónoma. Con La Cuarta Revolución Industrial, la sociedad enfrenta una etapa superior del avance tecnológico, en la cual los senderos se multiplican y la capacidad de previsión se vuelve mucho más modesta. Las disrupciones que promete la industria 4.0 sobre los procesos productivos rodean la robótica, las tecnologías 3D, la ciberseguridad y los algoritmos que autoaprenden.

Un país que invierte en educación y apuesta al trabajo como única política de inclusión social alienta la inversión privada, engrandece a aquellos que quieren producir o generar empleo y apuestan a una económica con menor intervención estatal.

*Juan Pablo Chiesa es abogado especializado en Empleo y Políticas Públicas, escritor, docente y Presidente de Aptitud Renovadora.

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