Opinión

Argentina en un laberinto Inflacionario que ataca nuestros bolsillos

Los nueve aumentos pautados para este mes en diferentes sectores agigantan la pérdida en el poder de compra interanual y expanden la caída de muchos argentinos por debajo de la línea de la pobreza, al menos hasta que se consoliden los acuerdos paritarios con los diferentes gremios.

Miguel Ángel Calvete sábado, 12 de noviembre de 2022 · 08:58 hs
Argentina en un laberinto Inflacionario que ataca nuestros bolsillos

A partir de los incrementos consolidados para este undécimo mes del año, los datos de un informe del Instituto de Estudios de Consumo Masivo (INDECOM), entre otros, revelan que ya hay una caída interanual del poder adquisitivo que roza casi los 30
puntos. De este modo, en lo que va del año se observa una aceleración de la inflación mucho más pronunciada que provoca una grave caída en el poder de compra de los argentinos, donde los sectores más vulnerables solo aspiran a cubrir las necesidades básicas. 

Durante todo noviembre, en línea con la segmentación de tarifas dispuesta por el Gobierno, se aplicará la segunda tanda de
aumentos en energía eléctrica que se ubicará en torno al 20%. En el caso del gas, habrá un aumento cercano al 50% que,
junto a los incrementos que hubo al inicio del año, alcanza aproximadamente el 115%.

En el caso del agua, las subas trepan un promedio del 40%. Por su parte, el GNC ya aumentó 10%, mientras que los alquileres se fueron sobre un 73% y las expensas se incrementaron un 16 %. A su vez, los colegios privados subieron sus cuotas un 6.5 % y los taxis suben su tarifa un 20%.

Entre tanto, tal como dispuso el Ejecutivo Nacional hace pocos meses, las empleadas domésticas registradas cobrarán su salario en noviembre con una suba del 36%. En otro orden, el organismo de estudios de consumo proyecta que la suba de alimentos siga la línea planteada, ubicándose en torno al 7,5%.

Los números son más que elocuentes y la suba del porcentual acumulado, sumando todos los incrementos registra una pérdida
promedio ponderada del 27,9%
respecto a los índices de 2021.

Siguiendo esta línea, la única esperanza es que la consolidación de los acuerdos paritarios pueda morigerar la caída, aunque mi experiencia en el sector de consumo masivo muestra claramente que la tendencia para 2023 marca que los salarios seguirán por debajo de la inflación.

Se trata de un número muy alto que erosiona los bolsillos de los trabajadores y nos permite proyectar que este mes la suba también provocará una caída del consumo proporcional a los incrementos señalados.

Desde hace más de dos décadas, la inflación se instaló como el plan beta de una bomba de exterminio masivo que prueba, día a día, sus alcances sobre nuestro suelo.

Como argentino, anhelo que el gobierno nacional tome verdaderas cartas en el asunto para poder desactivar el explosivo antes de que encuentre su versión definitiva, porque vaticino que su detonación final podría expandir esquirlas plagadas de hambruna y pobreza sobre el conjunto de la patria.

Miguel Ángel Calvete es director Ejecutivo del Instituto de Estudios de Consumo Masivo (INDECOM)

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