El fantasma de Lehman Brothers

Un banco suizo vende el legendario hotel Savoy para evitar la quiebra

Muy grande para caer, era el pensamiento que durante varias décadas primó en los mercados financieros globales sobre los grandes bancos. Sin embargo, la crisis global del 2008 echó por tierra ese mito. Hoy vuelven algunos fantasmas. En la mira se encuentran emblemáticos bancos europeos.

Jorge Herrera
Jorge Herrera sábado, 8 de octubre de 2022 · 09:00 hs
Un banco suizo vende el legendario hotel Savoy para evitar la quiebra
El legendario hotel Savoy en Zúrich, Suiza.

La debacle del legendario banco estadounidense Lehman Brothers en 2008 sepultó la creencia, casi un dogma, “too big to fail”, acerca de que un banco grande era difícil que quebrara. Hoy, 14 años después, el fantasma Lehman sobrevuela el sistema financiero europeo con foco en dos simbólicas entidades: el principal banco suizo, el centenario “Credit Suisse” (CS), y el germano “Deutsche Bank” (DB). Sin embargo, el que parece estar bajo fuego intenso es el suizo que acaba de anunciar que venderá el emblemático Hotel Savoy de Zúrich. No solo eso, sino que también saldrá a recomprar parte de su deuda.

Luego de varias jornadas frenéticas que vieron caer las acciones del CS desde los 6 francos suizos a poco más de 3,6 (acumulando una baja de más de 55% desde octubre de 2021) en estas horas están extendiendo el rebote de esta semana desde los mínimos del lunes a más del 30%. Sin duda la noticia de que el asediado banco ofreció recomprar hasta u$s3.000 millones de su propia deuda llevó algo de calma a los nerviosos inversores (algo similar hizo el DK en 2016). Claro que no solo se trata de buenas intenciones ya que el CS está recomprando estos bonos con un descuento significativo.

La recompra no solo viene a mejorar la liquidez del balance del CS sino también a bajar los costos de financiamiento. Al respecto, vale señalar que la desconfianza de los inversores en el CS no solo se reflejó en la caída de las acciones sino en la abrupta suba de la prima de los seguros de crédito por default (CDS) del banco suizo que saltaron a más de 374 puntos básicos, cuando a principios de año estaban en 50 y en la crisis financiera global de 2008 llegaron a 271 puntos. 

Los CDS (Credit Default Swap) son derivados financieros que se negocian en los mercados para cubrir el riesgo de default de un bono privado o soberano. Cuando el país o empresa se la considera solvente el CDS es bajo y viceversa. Por ejemplo, el costo de asegurar unos 10 millones de euros si el CDS es 374 puntos es de 374.000 euros. Por eso es importante la recompra de deuda porque impactaría favorablemente sobre los CDS del banco suizo y le permitiría volver a los mercados de deuda.

Pero como con la recompra de deuda no será suficiente para convencer a los inversores de la viabilidad del banco, la señera entidad anunció que puso en venta el emblemático Hotel Savoy, de cinco estrellas, en el centro de Zúrich, por 400 millones de francos suizos (412 millones de euros). El Savoy Hotel Baur en Ville construido en 1838 está ubicado en Paradeplatz, en el corazón del distrito financiero de la ciudad suiza. Hoy permanece aún cerrado porque está siendo renovado y pasará a ser operado por el grupo asiático de hoteles de lujo Mandarin Oriental. Si bien el vocero del CS explicó que evaluarán cuidadosamente todas las ofertas y los posibles inversores y comunicarán cualquier decisión a su debido tiempo, esta venta despertó algunas especulaciones sobre el apremio del banco por hacerse de liquidez.

Por lo pronto la agencia Standard & Poor’s (S&P) le dio una mano al banco al mantener las calificaciones de riesgo en “A/A-1” para largo y corto plazo, y de “BBB” como emisor de largo plazo. Aunque lo puso bajo perspectiva negativa, es decir, si deciden en el futuro algún cambio en la nota será para peor en virtud que consideran que la pendiente reestructuración del banco podría verse afectada por los vientos en contra de los mercados globales. S&P considera que el CS estará bajo presión por los próximos meses hasta tanto se conozcan y evalúe la estrategia de reestructuración del banco. El día D será el próximo 27 cuando dé a conocer el plan y presente los resultados del III trimestre.

Mientras tanto desde Wall Street circuló el rumor que el CS estaba estudiando la posibilidad de incorporar a un inversor en uno de los negocios en los que prevé escindir su banca de inversión. El CS estaría considerando separar los negocios de asesoría, negociación y préstamos corporativos con el objetivo de obtener capital, financiar los costos de la reestructuración y mantener el talento interno. Para las empresas escindidas, CS reviviría el nombre de First Boston, que era un banco de inversión estadounidense que el grupo suizo compró entre los ’80 y los’90 y que luego tras una reestructuración hizo desaparecer la marca.

Tanto el DB como el CS arrastran problemas desde hace mucho tiempo. A sus múltiples crisis reputacionales hay que sumarles las dificultades económicas. Pero el mercado prefiere pensar que la complicada situación que atraviesa CS pasará y que, en ningún caso, se dejará que el banco quiebre. Los analistas tienen claro que la entidad "es demasiado grande para caer" y prefieren, por el momento, confiar en que el fantasma de la crisis financiera no resucitará. Apuestan a que las autoridades hayan aprendido del colapso de Lehman y estén dispuestas a evitar niveles similares de caos por el efecto dominó. 

Por eso creen que lo que probablemente ocurrirá es que, o bien se produce un milagro en Navidad y el nuevo CEO, Ulrich Koerner, refuerza la entidad en 100 días, como prometió, y el banco sobrevive y prospera hasta el próximo escándalo. O la entidad se convertirá en un bonito objetivo de adquisición y será devorada por otro banco,  o bien será salvada por el gobierno suizo. Veremos, mientras tanto no solo los inversores sino la banca central global y los fondos de pensiones siguen atentamente este desenlace.
 

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