Acciones defensivas: cómo cubrirte de una crisis económica

Debido a que los mercados financieros se encuentran, normalmente, relacionados a la economía real, es común no poder obtener retornos positivos invirtiendo en cualquier clase de acción en una época de recesión. Sin embargo, gracias a las “acciones defensivas” o “acciones anticíclicas”, un inversor puede amortiguar el impacto de la crisis económica e, incluso, obtener un beneficio.

Qué son las acciones defensivas

Las acciones defensivas no son más que compañías que mantienen un comportamiento financiero estable a pesar del contexto económico. Por ejemplo, una empresa dedicada a la comercialización de bienes de consumo esenciales mantendrá la misma base de clientes e incluso hasta puede lograr mantener sus ingresos a pesar de que haya una crisis financiera.

Debido a esta cualidad, también se las suele llamar acciones anticíclicas, porque van contra el ciclo económico que esté atravesando el mundo. A diferencia de las acciones cíclicas, como la gran mayoría, las defensivas ejercen el rol de activo de cobertura, motivo por el cual se recomienda incluirlas en el portafolio.

Ventajas y desventajas de las acciones anticíclicas

Las acciones anticíclicas presentan una serie de características que las diferencian del resto. En primer lugar, se trata de activos con una baja volatilidad, lo que significa que no atraviesan bruscas variaciones de precio, para bien o para mal.

Por otro lado, al tratarse de compañías sólidas y consolidadas en el mercado, reparten dividendos de manera frecuente, lo que las transforma en una buena forma de obtener una renta periódica en dólares.

A su vez, al ser empresas con una larga trayectoria y estar bien posicionadas, la probabilidad de que desaparezcan en el corto plazo es muy baja, no como puede llegar a suceder con compañías modernas que tienen pocos años de vida y todavía se encuentran en la etapa de crecimiento.

A pesar de contar con esta serie de ventajas, las acciones defensivas o acciones cíclicas también sufren de inconvenientes. El principal y más importante se relaciona con su volatilidad. Como comentamos anteriormente, la cotización de estas empresas no evoluciona ferozmente, por lo que la probabilidad de ganar capital rápidamente en el corto plazo es extremadamente baja.

Invertir en acciones defensivas

Si bien hay muchas acciones de este tipo, las más conocidas son Walmart, The Coca-Cola Company, Johnson & Johnson, Procter & Gamble, Barrick Gold, e incluso puede considerarse Microsoft, ya que, a pesar de ser una tecnológica, cuenta con una larga trayectoria, una baja volatilidad e inclusos sus productos y servicios siguen consumiéndose en épocas de crisis.

Para invertir en estas acciones, solo es necesario abrir una cuenta en un bróker internacional, transferir los fondos necesarios desde el método escogido por la entidad financiera y armar la cartera de inversión deseada.

En el caso de Argentina, también se puede optar por abrir una cuenta en una sociedad de bolsa local que esté regulada por la Comisión Nacional de Valores y adquirir Cedears (Certificados de Depósito Argentinos), instrumentos financieros que equivalen a comprar la acción subyacente que cotiza en el extranjero, pero se pueden operar en pesos y siguen la evolución del dólar CCL.

Entendiendo en qué consisten las acciones defensivas y cuáles son sus ventajas, un inversor podrá armar una cartera de inversión correctamente balanceada que permita amortiguar el impacto de una eventual crisis económica.