Cómo invertir en las principales empresas tecnológicas del mundo mediante una única operación

Por Gonzalo Andrés Castillo

En los últimos años, las grandes corporaciones tecnológicas se han posicionado como las empresas más grandes del mundo, incluso superando a los históricos gigantes financieros y energéticos. Debido a este auge, es normal (e inteligente) querer invertir en ellas para obtener un beneficio económico.

Desafortunadamente, son tantas y es tan complejo analizar una por una que, a veces, el inversor suele perderse y decide ir por otro camino. Para evitar esta situación e invertir de todas formas en la industria tecnológica, el mercado brinda un llamativo y rentable instrumento financiero: el ETF.

Qué es un ETF y cuáles son sus ventajas

Un ETF (Exchange Traded Fund), también conocido como fondo cotizado, es un vehículo financiero que suele ser considerado la mezcla entre un fondo de inversión tradicional y una acción.

En primer lugar, se suele indicar que se parece a un fondo de inversión ya que cada ETF está compuesto por una serie de activos que le da forma a su evolución. Así, por ejemplo, un fondo cotizado puede emular el comportamiento de un conjunto de bancos, entonces se estaría invirtiendo en la industria bancaria de forma sencilla y diversificada.

Por otra parte, se compara con una acción ya que se puede comprar y vender en el mercado secundario de manera simple, rápida y económica, al igual que una acción común y corriente. Esto significa que no hay que esperar varias horas hasta contar con la inversión en cartera, sino que se puede operar en cuestión de minutos y con una alta liquidez.

Invertir en tecnológicas mediante el índice Nasdaq 100

Así como existe el ETF del S&P 500, el índice accionario más representativo del mundo que nuclea las 500 principales compañías del mercado estadounidense, también existe el ETF que replica el movimiento del Nasdaq 100, el índice de compañías tecnológicas.

Este índice se compone, como su nombre lo indica, de las 100 empresas del rubro tecnológico más importantes de la actualidad. En él se encuentran los principales referentes del software, el hardware, las telecomunicaciones, la biotecnología, el comercio electrónico y cualquier rubro vinculado estrechamente con la informática y los avances tecnológicos.

Al invertir en este índice, el inversor solo queda ligado al riesgo propio del mercado y evita el riesgo individual de cada compañía, por lo que su probabilidad de perder dinero por, por ejemplo, la quiebra de una empresa, es extremadamente baja, ya que el índice se renueva constantemente.

A día de hoy, la mayor parte del Nasdaq 100 les pertenece a los verdaderos reyes de la industria como Apple, Amazon, Alphabet, Facebook, Microsoft, Tesla, Netflix, Intel, Adobe, Nvidia, etc.

De esta forma, invirtiendo directamente en este ETF, cualquier inversor, principiante o experto, con tiempo o sin tiempo, podrá aprovechar el crecimiento de estos conglomerados empresariales y aumentar su capital con el paso del tiempo.