País complicado

La traba que enfrenta una automotriz para aumentar su producción y llegar a su tope en 2022

La fuerte demanda de Hilux y SW4 obliga a la automotriz a aumentar la producción a nivel récord. El problema es si los autopartistas locales podrán abastecer de piezas como se requiere. La terminal está haciendo un sondeo entre sus proveedores. Las respuestas se conocerán la semana próxima

Horacio Alonso
Horacio Alonso viernes, 9 de julio de 2021 · 08:30 hs
La traba que enfrenta una automotriz para aumentar su producción y llegar a su tope en 2022

Con medio año ya transcurrido, está claro que una de las industrias que salieron favorecidas por las restricciones a las importaciones es la automotriz. No es casual que los tres modelos más vendidos en lo que va del 2021 sean fabricados en el país, algo que no ocurría desde los tiempos ultraproteccionistas de Sevel, Autolatina y Ciadea. En este contexto, el segmento de las pickups tiene un peso fundamental, con el agregado de una fuerte demanda externa.

La marca líder en el mercado y en exportaciones es Toyota. Es sabido ya que, desde al menos fines del 2020, la demora para la compra de una Hilux o un SUV SW4 es de siete u ocho meses.

En la actualidad, esa automotriz está trabajando al máximo de su capacidad, en dos turnos, incluyendo los sábados y feriados. De hecho, hoy producirá en la planta de la localidad bonaerense de Zarate, pese a ser 9 de Julio. También, como adelantó MDZ, lo hará durante las vacaciones de invierno.

Con ese ritmo fabril, está operando a un nivel de 144.000 unidades anuales. Para maximizar la productividad de su planta, redujo hace un par de meses el “takt time” – el tiempo entre salida de línea de una unidad y otra – de 93 segundos a 90 para poder fabricar más 0 kilómetros por día.

Pero no le alcanza. Es por eso que la automotriz está analizando la posibilidad de aumentar la fabricación a 170.000 vehículos anuales, a partir de enero próximo.

La dificultad que enfrenta ese objetivo pasa por el lado de los proveedores locales. En la actual situación, con la inestabilidad económica y los problemas de abastecimiento de insumos desde el exterior, ese aumento de producción es una gran exigencia. Para cumplir con el pedido de la marca japonesa se requieren inversiones de esas empresas, muchas de las cuales son Pymes, y no es una decisión fácil de tomar.

Los autopartistas que fabrican en el país demandan también insumos importados y producen casi sin margen de retraso, porque también sufren los inconvenientes para ingresar las materias primas por la aduana.

Muchos autopartistas tienen problemas, a su vez, para pagar a sus proveedores del exterior por el cepo de divisas. En algunos casos, están acumulando deuda que, poco a poco, crece como una bola de nieve y deben refinanciar. Difícil que en esa situación la empresa del exterior acepte aumentar el flujo de envíos

Por ese motivo, Toyota está realizando un sondeo entre toda su red de suministro para saber quiénes están en condiciones de cumplir con los mayores pedidos. Tienen plazo hasta el miércoles próximo para responder pero varios ya lo hicieron. Las respuestas, por el momento, son afirmativas. Los que todavía no dieron el ok es porque no están seguros de poder cumplir y están negociando alternativas. No es un tema menor. Saben que, en caso de no cumplir con esa exigencia, la autoparte puede ser reemplazada por una importada. Toyota, sí o sí, tiene que aumentar la producción para atender el mercado interno pero, especialmente, el externo.

En este caso, la complicación la tiene la filial local. Si no puede cumplir con los pedidos de todos los mercados latinoamericanos a los que exporta, la casa matriz siempre tiene la posibilidad de abastecer desde otro país. La planta de Tailandia es una amenaza permanente. Más de una vez, el presidente de la terminal, Daniel Herrero, manifestó que la competencia con esa filial es durísima. “Nuestro costo de producción para vender en la región tiene que ser igual al de Tailandia, descontado el flete. De lo contrario perdemos” suele explicar. Por eso, es clave que la red de proveedores responda, en tiempo y forma, para no perder productividad.

Entre los rubros que le están dando dolores de cabeza a la compañía, uno puede ser el faltante de acero. Un problema serio en la actualidad y que se irá agravando en un par de meses porque el proveedor brasileño Gerdau está también a su máxima capacidad. La situación se puede descomprimir si se pone en marcha una nueva acería a partir de octubre.

Para llegar a ese objetivo de 170.000 unidades, que marcará un nuevo récord, Toyota bajará el “takt time” actual de 90 a 87 segundos entre cada modelo.

En principio lo iba a hacer de lunes a viernes pero en ese plan tan ambicioso que tiene lo planea extender también todos los sábados y feriados del año, menos los de Navidad, Año Nuevo y el 1 de mayo. Este ritmo pone a la empresa con una exigencia muy grande.

En pocos días más se sabrá si la terminal contará con todos los proveedores locales que hoy tiene o debe recurrir a algunos extranjeros.

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