Consejos para retirarse del mercado laboral siendo todavía joven
Para retirarse a tiempo y disfrutar de muchas décadas de descanso, hay que seguir una serie de recomendaciones financieras.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Hoy en día, lo normal es retirarse entre los 60 y los 70 años, etapa en la que los hijos ya se independizaron y comienza el trayecto final de la vida. Sin embargo, poco a poco, las nuevas generaciones apuntan a dejar de trabajar a los 40 o 50 años, ya que consideran que es necesario tener tiempo libre cuando el cuerpo todavía está en sanas condiciones. Debido a que se trata de una ambiciosa meta, es importante aprender a llevarla a cabo.
Analizar la situación actual
En primer lugar, es necesario conocer la situación actual para poder planear la futura. En esta etapa inicial, hay que tomarse el tiempo de estudiar las deudas contraídas, los gastos e ingresos mensuales y anuales, la cantidad de dinero ahorrada e invertida y demás factores vinculados a aspectos financieros.
Realizar una proyección de gastos
Posteriormente, una vez que se conozca cuál es el contexto económico presente, hay que realizar una proyección de gastos. Si bien se pueden tomar datos anuales, se recomienda realizar el estudio de manera mensual para ser lo más precisos posible.
En esta instancia, hay que contemplar tanto los gastos fijos como los variables, incrementándolos sostenidamente simulando escenarios de inflación.
“Achicarse” financieramente
Con todos los datos presentes y futuros plasmados en un cuaderno o una hoja de cálculo, es momento de buscar la forma de “achicarse” financieramente. Esto significa que hay que tratar de eliminar la mayor cantidad de gastos posible, incluyendo bienes que conllevan un mantenimiento y servicios o suscripciones periódicas. Al llevar una vida sanamente austera, se necesitará menos dinero en los años posteriores y se ahorrará más en el presente.
Armar una cartera de inversión
Conociendo la situación económica actual, con una proyección de gastos y una vida lo más austera posible, llega el turno de armar una cartera de inversión de largo plazo que tenga el objetivo de incrementar el capital para alcanza el tan anhelado retiro temprano.
Existen muchas maneras de invertir, y las posibles combinaciones dependerán del perfil del inversor y el horizonte temporal. Algunos inversores deciden guiarse por la regla de los tercios, mientras que otros optan por gestionar su portafolio de manera individual y operando activos por cuenta propia.
Sea cual sea el caso, lo importante es tratar de obtener un rendimiento anual en dólares que supere a la inflación. De esta forma, no se perderá poder adquisitivo y se podrá acumular un decente capital con el paso de los años.