Carne: gobierno y exportadores negocian en silencio una tregua

Continúan en medio de los feriados las negociaciones entre los empresarios de la carne y el Ministerio de la Producción tendientes a lograr el levantamiento de la prohibición oficial a las exportaciones de carne. Lo que está en discusión es la oferta de carne a precios populares, que es la moneda de cambio que exige la secretaria de Comercio Interior Paula Español para lograr una tregua con los frigoríficos exportadores. Todo indica que en las próximas horas podría haber un entendimiento entre las partes. El ministro Matías Kulfas ya viene señalando que “la prohibición a las exportaciones de carne podría ser levantada antes del mes que tiene fijada como plazo la medida”.

La sola puesta en marcha de la medida ya generó efectos no deseados. Según Horacio Busanello, quien fuera CEO de Syngenta y el Grupo Los Grobo y hoy está a cargo de HB Consulting, “la Argentina exportó alrededor de u$s 2.700 millones en carnes en 2020; aumentó su exportación de 283.000 a 900.000 toneladas desde el 2017 a 2020 y el 80% de la venta tiene como destino a China”. Agrega Busanello que “China aumentó su consumo de carne de 7,2 millones de toneladas a 9,5 millones en los últimos tres años producto del aumento del poder adquisitivo de la clase media y de la fiebre porcina que alejó a muchos consumidores de la carne de cerdo; la Argentina capturó aproximadamente un 30% de ese incremento de consumo”.

El primer inconveniente con la puesta en marcha de estas medidas es que la Argentina deja de ser un proveedor confiable para China, por lo cual se benefician inmediatamente los exportadores de Uruguay, Paraguay y Brasil. Pero luego está el impacto en los precios. La esperanza oficial de que la prohibición a las exportaciones produzca un freno en los precios de la carne no se cumplirá. Hay un proceso generalizado de aumentos con la indumentaria por ejemplo que viene marcando incrementos mayores a los de la carne. En tres semanas de mayo consultoras privadas relevaron aumentos cercanos al 2,8% en los alimentos. El anuncio oficial de prohibir exportaciones de carnes gatilló el paro del campo con el freno a los envíos de animales al Mercado de Liniers. Esa menor oferta hizo subir el precio de la hacienda de consumo. El kilo de carne al consumidor se acerca ya a los 1.000 pesos.

Quizás la provisión de cortes populares al mercado interno sea una salida para este callejón en el que ha ingresado el gobierno. Un aumento de la provisión de carne a precios “subsidiados” permitiría mostrar al kirchnerismo en el enfrentamiento que siempre tiene con el campo una salida favorable ante consecuencias negativas que se le avecinan por la mayor suba de precios y la pérdida de dólares en las exportaciones del sector. La Mesa de Enlace estuvo a punto de incluir en las medidas de la protesta el paro en la comercialización de granos pero finalmente el ala más agresiva entre las entidades del campo no logró hacer primar su posición. Hay esperanzas de acuerdo en corto plazo. Horas decisivas.