Cumbre virtual en Washington.

El mensaje encriptado del FMI al país: "Hagan algo"

Gita Gopinath, la Economista Jefe del Fondo, pidió anclar expectativas de inflación. Curiosamente en su informe sobre Perspectivas Económicas Mundiales evitó dar un pronóstico sobre lo que puede pasar en 2021 con los precios en la Argentina. El riesgo de un nuevo default.

Guillermo Laborda
Guillermo Laborda miércoles, 7 de abril de 2021 · 13:33 hs
El mensaje encriptado del FMI al país: "Hagan algo"
Martín Guzmán y Kristalina Georgieva buscan una solución al caso argentino. Foto: Twitter Kristalina Georgieva

Se está desarrollando esta semana en forma virtual desde Washington la Reunión de Primavera del FMI y del Banco Mundial. El encuentro sirve de base para cumbres paralelas como las del Grupo de los 20 o de los bancos agrupados en el Instituto de Finanzas Internacionales. El inicio de esta cumbre de esos organismos internacionales se da siempre con la publicación de las Perspectivas Económicas Mundiales (WEO, sus siglas en inglés) en las que el staff de economistas del FMI difunde los pronósticos de crecimiento, inflación y otras variables.

La Argentina, por sus reiterados default y salvatajes del FMI, siempre es tema en las conferencias de prensa. Para este 2021, Gita Gopinath, Economista Jefe del FMI, anticipó que aguarda para este año que el mundo crezca 6%, los mercados emergentes, 6,7% y la Argentina 5,8%. Argentina en 2020 cayó bastante más que el promedio de las economías del mundo y las emergentes, y en este 2021 se proyecta que crezca menos que ellas.

Gopinath, nacida en 1971 en Kolkata, India, se graduó en la Universidad de Delhi, y luego hizo un posgrado en University of Washington para luego doctorarse en Princeton University. Desde 2018 se desempeña en el FMI. Ayer en la conferencia de prensa desde Washington, hubo como siempre una pregunta sobre la situación en Argentina y respondió: “La inflación es muy elevada, las expectativas de inflación no están bien ancladas aún y por lo tanto hay mucho por hacer para lograr la estabilización macroeconómica”. Traducido, puede señalarse sin equivocación, que la economista piensa que todo puede pasar en materia inflacionaria y que es necesario que el gobierno de Alberto Fernández “haga algo” en esa materia.

Martín Guzmán está manteniendo reuniones vía Zoom con ministros de la región en el marco de esta cumbre del FMI-Banco Mundial. En las últimas horas se reunió con su par de México, y ambos firmaron un comunicado solicitando que el FMI efectúe una asignación amplia de los Derechos Especiales de Giro (DEG). Se trata de un activo de reserva que el FMI reparte a sus países miembros en épocas de crisis para aumentar la solidez de los bancos centrales del planeta y reducir los riesgos o alcances del derrumbe de las economías.

A través de esa asignación de DEG, a la Argentina le pueden llegar a corresponder hasta U$S4.355 millones, monto que es clave para la suerte de Martín Guzmán en el Palacio de Hacienda. En septiembre y diciembre el país enfrenta vencimientos por U$S1.830 millones en cada mes, que dada la escasez de divisas en el BCRA, sólo podrían ser pagados si llegan esos del FMI.

Lo que entra por una puerta del FMI, se va por la otra. Hay ciertas dudas acerca de si esa asignación de DEG que hará el FMI va a poder ser utilizada por todos los países miembros o sólo únicamente por los más pobres del planeta. A la luz de ese comunicado conjunto con México, y el pedido al FMI que esa asignación sea “amplia”, da la sensación de que el ingreso de esos U$S4.355 millones desde el FMI al BCRA no está tan asegurado.

Ese “hagan algo” de Gopinath a la Argentina está claramente justificado. En materia inflacionaria no hay un plan a la vista, solamente un pronóstico de Guzmán, poco creíble por cierto, de que será de 29% este año. Lo peor es que mientras el ministro puja por esos DEG, las negociaciones con el staff del FMI no avanzan. Y un acuerdo con el organismo es clave para renovar los vencimientos con el organismo, cerca de U$S20.000 millones en 2022, y sin ese acuerdo, Argentina podría entrar en default con el FMI. Por eso, de nuevo, el pedido de “hagan algo”.

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