Opinión

La agenda de comercio internacional para la post pandemia

Un análisis de Gabriel Fidel sobre la realidad económica, la necesidad de integración y las posibilidades que puede brindar el comercio exterior para salir de la crisis luego de la pandemia. Las visiones erradas y las oportunidades.

Redacción MDZ Online jueves, 30 de abril de 2020 · 14:35 hs
La agenda de comercio internacional para la post pandemia
Foto: EFE

Por Gabriel Fidel  

Director Centro de Estudios de Relaciones Internacionales e Integración - UNCuyo

 

A mediados de los ochenta, cuando aún persistía el paradigma del mundo bipolar, la CEPAL acuñó el concepto de “regionalismo abierto”, mediante el cual sugería a las regiones integrarse para generar una plataforma de desarrollo como una mejor manera de integrarse al mundo, ante el vertiginoso avance de la globalización.

Alfonsín y Sarney en esos años tuvieron la visión e impulsaron un cambio fundamental al comprender que la mejor manera de emprender caminos de desarrollo para nuestros países era convertir a la integración en una política de Estado. De esa visión estratégica surgió el Mercosur, que desde 1991 se convirtió en pieza fundamental para la política de relaciones exteriores, comercio, economía y defensa de nuestro país, trascendiendo muchos gobiernos de distintas pertenencias políticas en todos los países miembros.

Desde hace algunos días se ha venido debatiendo la decisión del gobierno nacional de suspender su participación en las negociaciones comerciales en curso entre el Mercosur y Canadá, India, Corea del Sur y el Líbano. La decisión comunicada, se justificó en la situación de crisis global que constituye un contexto que imposibilitaría mantener las negociaciones en curso. La misma, no compartida por el resto de los Estados Parte, aumentó la tensión existentes con nuestros socios, en especial con Brasil y ha puesto al Mercosur en conflicto.

Admitiendo que la presente situación de incertidumbre internacional, dificulta y obstaculiza el desarrollo normal de las negociaciones comerciales; e incluso acordando que sería óptimo postergarlas momentáneamente, con el fin de evaluar mejor las consecuencias que la pandemia ocasionada por el Covid-19 generará en la geopolítica y economía mundial; entendemos que decisiones como estas deben resolverse por consenso.

Es un momento donde se vislumbra una drástica caída de la producción, de la demanda en todos los países y del comercio internacional, situación no dada ni siquiera en el periodo de la segunda posguerra. Sin embargo, en la salida de la pandemia, habrá dos estrategias que serán claves: la profundización de la integración regional que permita un mayor intercambio con los países vecinos; y  la ampliación de las exportaciones, la búsqueda de nuevos mercados internacionales y una mayor integración en las cadenas globales de valor.

Es bien sabido que el Mercosur (y por ende la Argentina), es uno de los bloques comerciales más cerrados del planeta, teniendo actualmente vigentes acuerdos comerciales con cerca del 10% del PBI mundial, mientras que países como Chile, exportan sus productos a cerca del 90%, Perú a más del 80% y México a más del 60%. En este sentido, los dos acuerdos cerrados en 2019 entre Mercosur y EFTA y, principalmente, entre Mercosur y la Unión Europea, han sido muy claves ya que amplían nuestra expansión comercial hasta el 30% del PBI mundial.

Debemos entender que en política internacional y en materia de integración, los acuerdos no son de un gobierno sino que son política de estado y trascienden a los gobiernos de turno. Las relaciones son entre Estados y no entre gobiernos con mayor o menor afinidad ideológica. Puede cambiar el color de quién gobierna uno u otro país, pero los procesos deben seguir adelante porque son políticas de Estado, como ha ocurrido en estas tres décadas con el Mercosur. Por eso, hay que hacer todos los esfuerzos para permanecer en las mesas de negociaciones, buscar el diálogo y el consenso y en esos espacios trabajar para evitar acuerdos que puedan dañar a nuestra economía o a sectores de la misma.

El eje de la recuperación

El comercio internacional será uno de los ejes de la recuperación económica post pandemia y la agenda es clara: hay que ampliar los mercados de exportación. Cuando pase la emergencia uno de los caminos principales para la recuperación económica será trabajar para que Argentina incremente el intercambio comercial y exporte más, ampliando las posibilidades de colocar nuestros productos en el mundo. Son acciones fundamentales para un país que aspira a crecer, desarrollarse y mejorar su calidad de vida.

 

Un primer camino es fortalecer el Mercosur y ampliar el proceso de integración con el resto de Latinoamérica que hoy es deficiente, ya que mientras en el mundo la mitad de los flujos comerciales ocurren entre socios regionales, como es el caso de Europa o la región de Asia Oriental y el Pacífico, donde las exportaciones intrarregionales representaron el 65% y el 50% del comercio total, respectivamente, en nuestra región el comercio es muy débil, con un volumen de las exportaciones intrarregionales en relación a las exportaciones totales que se ha mantenido por debajo del 20%. El objetivo debe ser ampliar sostenidamente nuestros mercados internos hacia la creación de un gran mercado regional que facilite un crecimiento del comercio y las inversiones entre nuestras empresas, y que sirva para proyectarlas juntas a terceros mercados.

Un segundo camino es alcanzar más acuerdos con más países y regiones del mundo. La Argentina exporta poco y está débilmente inserta en el comercio mundial. Según datos del Banco Mundial, nuestras exportaciones no llegan al 13% del PBI, por debajo del promedio de América Latina que es del 21% y del mundo de 28%. El promedio de Argentina es similar al 12,5% de Brasil, mientras en otros países están por encima de este porcentaje como Australia con casi el 20%, Perú 22%, Chile 28%, Sudáfrica 30%, Canadá 31%, México 38% y los países de la Unión Europea que exporta en promedio un 43%.

Queda claro que hoy es difícil pensar en otra cosa que la pandemia del coronavirus y sus efectos. Nuestra prioridad es salvar vidas. Pero en la estrategia post pandemia tenemos que recuperar el viejo postulado de “regionalismo abierto”, que implica tener políticas para favorecer el comercio intrarregional y desarrollar cadenas regionales de valor y encadenamientos productivos entre nuestras empresas. Por otro lado, no podemos encerrarnos en nosotros mismos y debemos alcanzar una mayor integración con el mundo, buscando en forma inteligente mercados para nuestros productos que resulten en más producción y más empleo.

El desafío no es fácil, pero tenemos que confiar en nuestras fuerzas y nuestra creatividad para ir por más y salir de la emergencia con creatividad y convicción.

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