Kakebo: el nuevo método japonés para ahorrar que ya tiene fans en todo el mundo
"No ahorra quien menos gasta, sino quien gasta sabiamente". El Kakebo es un método para ahorrar mejor, organizar el dinero y cumplir objetivos.
El ahorro, las inversiones y la gestión de las finanzas personales es un tema que preocupa a muchas personas alrededor del mundo. Algunos países dejan un escenario más sencillo para sus ciudadanos, mientras que otros complican este objetivo por la inestabilidad de su economía.
El Kakebo -el nuevo método japonés-, llegó bajo la premisa de cumplir con el ikigai (o propósito personal) y apareció para plantear una mejor organización del dinero basada en ciertos principios.
Se trata de una herramienta que ayuda a mejorar la economía doméstica (y que, en verdad, nació hace ciento de años). Kakebo significa “libro de cuentas del hogar” y requiere de una cierta metodología de parte de quien se proponga comenzar a gestionar mejor su dinero con el fin de ahorrar.
La parte positiva de este método es que no requiere de muchos recursos y solo se necesita tener una libreta a mano, algo para escribir, mucha constancia y ganas de conseguirlo.
El Kakebo fue una de las mejores ideas para que las mujeres pudiesen sentirse libres, ya que hace siglos era la forma de tener control en sus vidas manejando su propia economía.
La idea de este método fue de una mujer periodista llamada Hani Motoko y escrita por Fumiko Chiba quien dice que “Aunque Japón es una cultura tradicional en muchos aspectos, el kakebo fue una herramienta liberadora para las mujeres, porque les daba el control sobre las decisiones financieras”.
Los defensores de este método aseguran que lo mejor que tiene es que al ser manual, se logra absoluta consciencia invariablemente del dinero con el que se cuenta y de lo que se puede llegar a ahorrar.
¿Cómo funciona el método Kakebo para ahorrar mejor?
La clave del método está en dividir los gastos variables en categorías fijando primero con exactitud la cantidad de ingreso mensual que se tiene. Aunque suene algo un poco raro -en esta época donde la tecnología es premiada-, el simple hecho de anotar diariamente los gastos que se generan (vigilando que ninguno se exceda de los ingresos) es lo que hace efectivo a este método.
Según dicen, luego de aplicar este método, se entiende que no ahorra quien menos gasta, sino quien gasta sabiamente. La autora explica que:
“El Kakebo invita a hacerse esta pregunta final: ¿vale la pena gastar en equis cosa? ¿Cómo me siento gastando en un área o en otra? Tiene que ver con detectar esas falsas necesidades que todas y todos tenemos y también aquel gasto que quizás no estaba en nuestros planes pero que fue un aporte en nuestras vidas, porque nos hizo bien, porque solucionó un problema”.
Sin dudas, lo mejor de este método es que permite tomar conciencia de los gastos que se tienen además de conocerse más, ordenar las finanzas y ahorrar.