EEUU vs China

¿Y si ahora China se vengara con iPhone?

Ya hay especulaciones en torno a lo que podría suceder tras el tironeo comercial y de inteligencia entre China y Estados Unidos por Huawei. 

jueves, 23 de mayo de 2019 · 12:29 hs

La compañía China Huawei fue incluida en la lista negra de los Estados Unidos y Google vetó a sus smartphones, tal como lo hicieran, además, Intel y Qualcomm. Hasta allí, la arremetida de la gestión de Donald Trump que en lugar de al ajedrez parece entretenerse con el bowling. Pero pocos han analizado qué saldrá de China una vez que su paciente y hermético análisis de situación haga efervescencia.

Quien sí lo ha hecho es el periodista Pablo Bejarano, de El País, quien puso en foco las consecuencias que podrían llegar como represalia desde Pekín, incluyendo, por qué no, un boicot contra Apple y su iPhone.

Bejarano sacó las cuentas de lo que Apple tiene en China: "La multinacional estadounidense publica una lista donde detalla los proveedores con los que trabaja, más de 200, de 43 países diferentes. Dentro de esta lista hay un buen montón de empresas chinas y también muchas taiwanesas, que han forjado su negocio a base de levantar fábricas en las zonas económicas especiales, creadas por Deng Xiaoping en los ochenta. Aunque Apple no revela cuáles trabajan en el iPhone ni qué componentes específicos aportan".

Un local de Apple en pleno centro del Bund, en Shanghai.

Tras analizar el entramado de empresas y proveedores, Bejarano concluye: "China podría cortar por lo sano si quisiera. Si Trump ha impedido la venta de dispositivos Huawei en Estados Unidos, Xi Jinping podría hacer lo propio con los Iphones. Solo que Huawei no está presente en el mercado americano. Apple, en cambio, obtuvo en 2018 más del 15% de su facturación en el gigante asiático. Tampoco sería algo descabellado. No hay que olvidar que Google, Facebook o Amazon están vetados en el país asiático. Apple es, en realidad, una excepción de la regla". El artículo también cuenta qué tiene Huawei en Estados Unidos. Vale la pena leerlo completo en su origen, haciendo clic aquí.