“Esto es una batalla cultural”, dijo Cristina sobre la dolarización
“Si la dolarización hubiera triunfado, hoy todos los argentinos estaríamos muertos”, sentenció ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner al referirse a la presión que volvieron a ejercer algunos grupos económicos concentrados para darle preeminencia al billete verde por sobre el peso.

“Si la dolarización hubiera triunfado, hoy todos los argentinos estaríamos muertos”, sentenció ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner al referirse a la presión que volvieron a ejercer algunos grupos económicos concentrados para darle preeminencia al billete verde por sobre el peso y forzar una devaluación abrupta de la moneda. Los controles a la compra de moneda extranjera reavivaron en las últimas semanas las especulaciones acerca de los próximos pasos que podría dar el Gobierno en materia cambiaria, informa hoy el diario Página/12
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El discurso que brindó la Presidenta, durante un acto por cadena nacional en el que anunció la creación de un Ministerio del Interior y Transporte y medidas para la protección de la industria (ver aparte), buscó despejar esas incertidumbres. “Esto es una batalla cultural, no vayan a creer que hay cuestiones económicas. En los que están haciendo la campañita –contra el peso– sí hay cuestiones económicas”, explicó. Luego envió una señal política concreta: “He decidido que voy a poner mi plazo fijo en pesos”. “Y, de paso, dirigirme a todos, amigos, compañeros y funcionarios, que tengan algunos dolarcillos”, completó Cristina.
Los ajustes en el esquema de validación para la compra de divisas y la falta de precisiones oficiales al respecto abrieron la puerta a las más variadas explicaciones y recomendaciones por parte de analistas del establishment. “A mí lo que me llama la atención es que haya gente y comunicadores que pidan dolarizar la economía”, ironizó la jefa de Estado.
Esa fue una de las recetas que gurúes de la city desempolvaron en los últimos días, a más de una década de evidenciar el fracaso de este tipo de recomendaciones. La otra propuesta esgrimida fue la necesidad de llevar adelante una devaluación abrupta para abordar la supuesta competitividad perdida. La Presidenta argumentó que el análisis de rentabilidad no puede dejar de lado variables como la balanza comercial, los salarios y la deuda externa para explicar las fortalezas de la Argentina en medio de la crisis global.
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