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Vuelve Gumersindo Carrasco, el último "showman" del boxeo mendocino

A los 39 años y tras perder a su padre, el peleador de La Favorita decidió volver al ring. Con una historia marcada por las caídas y los aprendizajes, el "Gúmer" busca demostrar que nunca es tarde para volver a pelear.

Gumersindo Carrasco junto a Pablo Chacón y su hermano Juan.

Gumersindo Carrasco junto a Pablo Chacón y su hermano Juan.

Cuando las luces se apagaron, la carrera de Gumersindo Lucas Carrasco entró en una montaña rusa de sensaciones. De ser uno de los "niños mimados" del boxeo mendocino pasó, en un abrir y cerrar de ojos, al ostracismo absoluto. Una serie de derrotas en fila sentenciarían una historia que parecía, poco más de 8 años atrás, tener un final cerrado: los promotores le dieron la espalda; el periodismo lo guardó en los cajones de las viejas redacciones mendocinas y el brillo de otros años quedó en meros recuerdos y recortes de diarios locales.

Ocho años son una vida entera en la vida de un deportista de alto rendimiento y el "Gúmer" (aunque a él siempre le gustó autoproclamarse como el "Pitbull") lo sabe; como también sabe que no hay imposibles y que los sueños, mientras el cuerpo responda, pueden cumplirse. ¿Vuelve al ring después de casi una década de inactividad? Sí. Fue confirmado en la cartelera de la cuarta edición de Cuna de Campeones, velada que despliega la promotora local de Jorge Pandolfino y que tendrá como epicentro de acción al estadio Vicente Polimeni de Las Heras el próximo viernes 17 de octubre. Un planazo para los amantes del boxeo ya que no solo se podrá disfrutar de la vuelta de noqueador mendocino, sino que además tendrá como platos fuertes la pelea por el título Cono Sur de la AMB entre el local Juan Javier Carrasco y el boliviano Fernando Sánchez; y la coestelar protagonizada por la ascendente campeona argentina Brisa Alfonzo.

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El "Gúmer" cuando era un pibe y daba sus primeros pasos como rentado.

Aplomado, con 39 años encima y sin esta verborragia que lo caracterizada, Gumersindo Carrasco vuelve a apostar por el boxeo de la mano de Pablo Chacón, quien lo guio en parte de su carrera después de dejar las filas del Luis Ángel Firpo. De la mano del Relámpago (y en ese entonces Ricardo Bracamonte) protagonizó una de las peleas más brutales de la historia del boxeo mendocino ante el santafesino Juan Manuel Bonanni, un combate que marcó para siempre la historia del mendocino, no solo por lo sanguinario del match, sino por todo lo que sucedió antes, durante (la invasión de ring) y después de la velada (un fallo que no le hizo bien al "Gúmer") celebrada aquel 27 de noviembre de 2010 en el Auditorio Ángel Bustelo de la capital mendocina.

Lejos de las luces, y en la tranquilidad de su casa, Gumersindo se muestra mucho más cauto. Ya no es el que disparaba frases picantes ni el que iba al programa de Gisela Campos con su clásico sombrero panameño. Está maduro. Los golpes de la vida también le enseñaron y lo deja en claro. La muerte de su papá, en agosto de este año, fue casi una piña de nocaut. Don Roberto era todo para los pibes Carrasco. Fue el que les enseñó disciplina deportiva y el que les mostró que el deporte era un "arma de destrucción masiva" para salir de la pobreza. El "Gúmer" y sus hermanos Roberto, Juan y Manuel, y sus hermanas mujeres también, lo entendieron y, al menos, lo intentaron con suertes dispares.

Por eso, casi como un dogma, Gumersindo, el segundo de los cuatro varones, hace un año decidió intentarlo una vez más y con el "OK" de su esquina peleará dentro de dos viernes a 4 asaltos con rival a confirmar. Es por eso, y ante la vuelta del último "showman" del boxeo mendocino a los cuadriláteros, es que desde MDZ buscamos el contacto para conocer cómo se siente; si sigue siendo el mismo y en qué cambió su vida en estos eternos 8 años.

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A sus 39 años, el

A sus 39 años, el "Gúmer" quiere una revancha.

-¿Por qué esta reaparición después de tantos años?
-Hace muchos años que quería volver. No tenía la oportunidad de hacerlo porque no estaba bien, ni anímica y económicamente, ni de compañía. Realmente estaba muy mal desde todo punto de vista. No podía retomar esto que amo. Me había quedado algo pendiente, sobre todo con mi papá y mi familia. Ahora estoy bien, con mi mujer (Janet) y mi bebito de 3 años (Emmanuel Roberto). Estamos felices y tranquilos. Me siento bien. Además es algo que tengo que saldar conmigo mismo, porque en el mejor momento de mi carrera me desvié.

-¿Fue para tanto?
-No me concentré nunca. Los golpes de la vida te hacen madurar. Y esta vez van a encontrar a una persona totalmente diferente. Antes me quería llevar el mundo por delante y fue el mundo el que me dio una piña terrible. Salí de todo eso malo gracias a que me rodeé de buena gente que me empezó a dar buenos consejos. Estoy tranquilo. Me puedo dar una nueva oportunidad para terminar lo que empecé. Ya soy una persona grande pero con la sed de siempre. Quiero terminar esto bien y seguir ligado en el tema del boxeo.

-¿Y una vez que se termine esta nueva oportunidad que te estás dando?
-Me gustaría ayudar a los pibes del barrio (La Favorita) sacándolos campeones. Quiero llevar a mi sobrino y a mi hijo a que sean campeones. Pero bueno, ahora estoy muy metido en esto, mucho más que antes. Entrenando a full con mi hermano Juan y con el equipo de Pablo Chacón y Armando Andrada. Estoy en un lugar donde se trabaja muy cómodo y sin ningún tipo de presión. Lo hago por todos los sueños que quedaron pendientes. Estoy feliz. Sé que mi papito ya no está y mi mamá tampoco, pero creo que mi viejo desde algún lado va a ver esto y se va a reír.

-¿Qué te hubiese dicho Don Roberto sobre esta vuelta?
-Yo hace más de un año que estoy entrenando con Pablo Chacón para esta vuelta. Gracias a la ayuda de un grupo de amigos (Hasan, Kasem y Gamal Hadid, Alejandro Ilik y Rodrigo Rocha) hoy tengo la oportunidad de dar el último empujón. En cuanto a mi papá, él sabía que iba a volver. No me va a poder ver porque su muerte se adelantó. El 7 de agosto falleció y no le pude regalar esta pelea.

-¿Sos consciente de que fuiste el último gran showman del boxeo mendocino?
-El "Pitbull" nunca muerte (risas). Yo tenía mi propia impronta. Siempre fui igual, como me vendía en ese momento. Vuelvo con el mismo boxeo agresivo de antes, pero mucho más maduro ya que en estos años he aprendido bastante. Van a ver al mismo Gumersindo de siempre, pero con la pegada de un hombre mayor. Van a haber sorpresas y a muchos les va a gustar. Estoy en línea y muy bien físicamente. A eso sumale el trabajo que venimos haciendo con Pablo, Andrada, Juan y todos los chicos del gimnasio. Ojo, esta vuelta también es una manera de darle una mano a mi hermano. Nos viene complicando mucho la vida el tema de que no puede salir del país por su problema legal. Tienen que darle la oportunidad para traer logros a Mendoza. Juan hace 14 años que está atado a proceso a una pena que ya se cumplió. Mi hermano fue un tipo que nunca le faltó a la ley y eso nos jode.

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Carrasco junto a sus compañeros de gimnasio, entre ellos su hermano Juan.

Carrasco junto a sus compañeros de gimnasio, entre ellos su hermano Juan.

-Si hubo algo que te caracterizó siempre fue el tema del manejo de la ansiedad en la previa de cada pelea. Hoy con 39 ya cumplidos, ¿cómo estás manejando ese tema?
-Aunque no lo creas, estoy muy tranquilo y muy bien acompañado por mi señora y mi hijo (Gumersindo tiene dos niñas más, Luisana y Juanita y ella dos, Rodrigo y Brittany, de relaciones anteriores). No estoy ansioso. Solo espero el momento porque me siento bien y estoy en la mía. Mi viejo antes de morirse me dijo que me entrenara bien y que volviera porque todavía tenía para hacer mucho. Todos los días entreno tranquilo.

-¿Qué vamos a ver el 17 en el Polimeni?
-Una gran velada con un regreso (por él) que será para la historia. Creo que no se lo tienen que perder. De todos modos las palabras están de más y los resultados serán los que manden.

-Si bien no hay nombre de rival todavía, ¿ya te dijeron a cuántos rounds vas a pelear?
-Le dije a Pablo que yo estoy para pelear a la distancia que ellos me digan: si son ocho, seis o cuatro rounds yo estoy listo. De todos modos me dijo que vamos a hacer 4 rounds.

-Hay un dato, no menor, y es que nunca con tu hermano Juan fueron parte de una misma velada profesional...
-Eso me pone muy contento. Estoy feliz porque los hermanos Carrasco vamos a pelear la misma noche y en el mismo lugar. Será la noche de los Carrasco. Es lo que siempre quiso mi viejo, que peleáramos los hermanos. Falta el Manuel no más, que en cualquier momento vuelve, porque el Roberto ya está grandísimo (risas). Estaría buenísimo que los tres hermanos que estamos en actividad peleemos juntos. Sería un gran evento.

-¿Creés que si el periodismo no hubiese montado un circo en torno a tu carrera, la cosa hubiese sido distinta?
-Me favoreció en algunas cosas y me perjudicó en otras. Es periodismo.