Murió Oscar Fernández, el coleccionista argentino que adquirió una Bugatti de Bad Bunny
El chaqueño fue referente entre los coleccionistas y dueño de ejemplares únicos de Porsche, Ferrari y Bugatti, entre otros.

Fernández compró una Bugatti Chiron “110 Ans” que había pertenecido al cantante puertorriqueño Bad Bunny. (Foto: Instagram)
Oscar Fernández, más conocido como “El Toro” o por su seudónimo ToroFZ, falleció ayer a los 52 años. La causa fue una leucemia que le habían diagnosticado casi diez años atrás. Reconocido como uno de los coleccionistas de autos deportivos más importantes de la región, Fernández construyó una figura pública marcada por su vínculo con vehículos de alta gama y su presencia activa en redes sociales.
Nacido en Corzuela (Chaco) en 1973, Fernández formaba parte de una familia con actividades agropecuarias, ganaderas y forestales. Además de su afición por los autos, se desempeñaba como empresario vinculado a una firma de logística internacional. A partir de la década de 2000, comenzó a invertir en vehículos deportivos de manera progresiva, destacándose en competencias amateurs. En 2008 ganó la Copa Porsche en su categoría, utilizando un Cayman S.
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En 2016 su colección alcanzó notoriedad en Buenos Aires, especialmente en el barrio de Puerto Madero, donde era frecuente ver sus autos por las calles o en sesiones de fotos realizadas por carspotters. En paralelo a esa exposición, se conoció públicamente su diagnóstico de leucemia. Desde entonces, Fernández profundizó su pasión por los autos de lujo, sumando modelos de marcas como Porsche, Ferrari, Lamborghini, McLaren y Bugatti.
Durante la cuarentena por la pandemia de Covid-19, Fernández se radicó en Punta del Este, Uruguay. Desde allí comenzó a trasladar su colección desde Buenos Aires y Miami. Entre los vehículos destacados que integraban su garage estaban el McLaren Senna, Ferrari 458 Speciale, Ferrari 488 Pista, Porsche 911 GT2 RS y su preferido: el Porsche 911 997 GT3 RS, pintado de azul con franjas rojas.
En el verano de 2024, sumó a su colección un Bugatti Chiron “110 Ans”, ejemplar del que solo se fabricaron 20 unidades. El vehículo había pertenecido anteriormente al cantante puertorriqueño Bad Bunny y alcanzaba una velocidad máxima de 420 km/h con una potencia de 1.500 caballos. Tiempo después, Fernández se desprendió de la unidad.
Entre otras piezas, también poseía un Mercedes-AMG G 63 4x4 Squared, un Tesla Cybertruck, un Lamborghini Revuelto y una Ferrari SF90 Spider. A lo largo de su vida, siempre manifestó su preferencia por Porsche, y destacó particularmente el Carrera GT modelo 2005 como su mejor adquisición.
En sus últimos meses, y ya con la enfermedad en etapa avanzada, Fernández publicó un mensaje en redes sociales agradeciendo a su padre por la formación recibida y manifestando su voluntad de mantener una actitud positiva ante la adversidad.