El nuevo fracaso de River tiene nombre y apellido: Marcelo Daniel Gallardo
Sin autocrítica ni aptitudes para renovar una idea que ya quedó en el tiempo, Gallardo volvió a llevar a River al fracaso total.

El segundo ciclo de Marcelo Gallardo en River aún está muy lejos de lo esperado.
AFPExplicaciones sobran, motivos también. Podrán abundar los análisis, los enfoques y las editoriales. Los aduladores de siempre tomarán el camino habitual de buscar hasta el hartazgo cuestiones aleatorias y sin sentido, mientras que los críticos acérrimos tomarán el control de una situación que navega en los aires de la incertidumbre.
Sin embargo, todo desembocará inevitablemente en un sólo abanderado de la derrota. Porque este nuevo fracaso de River, uno más de una interminable lista que parece no tener fin desde Madrid para acá, tiene nombre y apellido, sello, firma, foto 4x4 y hasta hoja membretada: Marcelo Daniel Gallardo.
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El director técnico del Millonario, comandante de un barco a la deriva que intenta sortear las olas más grandes jamás vistas con un barco con tecnología de punta, volvió a ser el protagonista principal de una película que todo el mundo River ya vio varias veces, conoce en detalle a cada personaje y sufre de igual manera con un final que ya conoce.
Supercopa contra el poco ganador Talleres de Córdoba, Apertura ante el humilde Platense, Mundial de Clubes sin pena ni gloria, sumado a un 2024 en donde los sinsabores se caen de los bolsillos, esta nueva derrota de River no hace otra cosa que poner en jaque las condiciones de un entrenador super ganador, pero que perdió la magia, perdió la estirpe, se quedó sin crédito.
Y de la olvidable noche en San Pablo sólo quedará ese aceptable primer tiempo, algo de empuje en el segundo, y nada más. De aquel River ganador de la década pasada, que aún en la derrota dejaba una imagen superlativa, no quedaron ni las cenizas. Y de aquel Gallardo firme, sólido, consistente, que se mostraba impoluto en la victoria y un caballero en la derrota, tampoco quedó nada.
Porque desde sus decisiones, River sufrió cada minuto de la serie con Libertad de Paraguay y cada segundo de la llave con Palmeiras, porque desde su discurso, los hinchas perdieron todo tipo de esperanza antes del encuentro en Brasil, y porque desde su postura, dejó en evidencia que su segundo ciclo en el club está totalmente terminado.