¿El fútbol dejó de ser un deporte de contacto y no nos avisaron?
El reglamento del fútbol moderno está cambiando la esencia del deporte. A veces, parece que vamos camino a ser la NBA. Los argumentos.

Los jugadores argentinos le protestan al árbitro Wilmar Roldán.
EFEEl fútbol moderno cambio en muchísimos aspectos. Algunos positivamente y otros, negativamente. Los cambios, para quienes lo miramos de afuera, se aceptan. No queda otra. El fútbol no es el mismo de antes y está perfecto. Todo cambia, todo evoluciona. Es entendible.
Con el paso de los años cambiaron los formatos de los torneos. Las pelotas son más livianas, los botines también. La ropa es más sofisticada y permite un mejor desempeño, según los especialistas. Físicamente los jugadores están mucho mejor preparados que antes. El deporte se transformó en un negocio megamillonario. Y podríamos seguir. Cambiaron muchísimas cosas.
Te Podría Interesar
La esencia del fútbol
Pero en este proceso de cambios estamos en medio de un problema gigante: vamos camino a cambiar la esencia del deporte, y eso no está bien. El fútbol fue, es y debe seguir siendo un deporte de contacto y si las autoridades deciden que deje de serlo, dejará de ser fútbol tal cual lo conocemos. Será un nuevo deporte.
De acuerdo a las nuevas reglas, redactadas por hombre de traje que probablemente en su vida pisaron una cancha de fútbol, considerando además la intervención del VAR que busca hasta encontrar y la nula interpretación y criterio de los árbitros, hoy todo roce, contacto, impacto entre dos futbolistas debe ser considerado falta. Y es insoportable.
Que un futbolista abra los brazos para cubrir la pelota o que los mueva para impulsar el salto, por ejemplo, son movimientos naturales e inevitables. Y si por esos movimientos impacta a un jugador rival sin clara intención o sin violencia desmedida, no puede considerarse falta en un deporte netamente de contacto.
Y así, con cualquier tipo de situación de juego que implique un contacto entre dos o más jugadores que van a disputar una pelota.
El gran problema es que para poder interpretar cada jugada se necesita capacidad, criterio y sentido común de quienes imparten justicia: árbitro principal, jueces de línea, VAR. Y generalmente, no existen tales cualidades.
El básquet, y particularmente en la NBA, es una maravilla, un deporte fantástico. Aunque a los más futboleros nos sorprende, en una comparación quizás innecesaria, que cada roce por mínimo que fuese, es considerado falta. ¿Vamos camino a eso en el fútbol? Ojalá que no.