Dolor en el automovilismo nacional: murió Claudio Garófalo, referente del TC
El automovilismo argentino atraviesa un momento de duelo tras conocerse la muerte de Claudio Garófalo, histórico motorista del Turismo Carretera.

Falleció Claudio Garófalo, histórico motorista del Turismo Carretera.
Instagram Julián Santero
Una triste noticia conmocionó al mundo del automovilismo nacional: este martes por la mañana falleció Claudio Garófalo, reconocido motorista del Turismo Carretera. El preparador, oriundo de Quilmes, luchaba contra una grave enfermedad. Fue una figura emblemática por su trabajo con pilotos de diferentes generaciones.
Garófalo fue uno de los motoristas más destacados de la última década. En 2018 se consolidó como el preparador más ganador de la temporada y, un año más tarde, logró colocar a cinco pilotos en la Copa de Oro. Su carrera estuvo marcada por la capacidad de potenciar autos y por su presencia en equipos de primer nivel, como Toyota Gazoo Racing, además de su colaboración con José Manuel Urcera.
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El mensaje de la ACTC
Tras conocerse la noticia, la Asociación Corredores de Turismo Carretera (ACTC) emitió un comunicado oficial en el que expresó su pesar: “La Asociación Corredores de Turismo Carretera lamenta profundamente el fallecimiento de Claudio Garófalo, reconocido preparador de motores que trabajó, durante muchos años y con diferentes pilotos”.
El organismo también destacó su participación en otras categorías, como el Turismo Nacional y el Turismo 4000 Argentino, donde aportó su conocimiento y experiencia. Figuras como Matías Rossi, Norberto Fontana, Christian Ledesma y el propio Urcera fueron algunos de los pilotos que contaron con su apoyo técnico a lo largo de los años.
La despedida de Julián Santero
Entre las múltiples muestras de afecto, se destacó la de Julián Santero. El mendocino utilizó su cuenta de Instagram para despedirse de Garófalo con un emotivo mensaje: “Con mi cuadro de fondo. Crack y buena persona. Se te va a extrañar Claudio, descansa en paz”.
Santero recordó además una anécdota que refleja la cercanía y el compromiso del preparador. “Después del entrenamiento me llamó llorando porque se había roto el motor principal y le dije que no se preocupara, que nos íbamos a comer un asado”, relató el piloto.