Alpine y un día terrible, horrible, malo... ¡Muy malo!

Sí, como la película de Disney "Alexander y un día terrible, horrible, malo... ¡Muy malo!", en la que a una familia le pasa absolutamente de todo: lo de Alpine ya es digno de un guión cinematográfico, aunque el género, más que comedia, podría ser de terror.

Las pruebas previas del Gran Premio de Hungría, decimocuarta fecha de la Fórmula 1, lo auguraban: el sábado por la mañana Pierre Gasly terminó P19 y Franco Colapinto P20. Más tarde, durante la clasificación, hubo una leve esperanza de mejoría con el argentino metiéndose en la Q2 y aprovechándose de una sanción a Antonelli para poder largar en la 14º posición hoy.

Pero la nube negra otra vez se posó sobre la escudería francesa, y todo lo que podía salir mal, salió mal.

Mala largada para Franco Colapinto

Colapinto largó en el medio del pelotón y una pérdida de tracción lo hizo entrar mal a las primeras curvas, con lo que de entrada cayó cuatro posiciones.

Si bien en algún momento llegó a estar 16º, lo cierto es que no pudo recuperarse de la maniobra y tuvo que remarla desde el fondo.

Lo de Alpine, inexplicable

En la vuelta 15, lo llamaron a Colapinto a boxes. El argentino, que marchaba en el fondo del pelotón, entró a pits sin imaginarse lo que estaba a punto de suceder. La parada tuvo una exagerada duración de once segundos, algo que simplemente no tiene sentido en un equipo que compite en la máxima categoría del automovilismo mundial.

La segunda, en la vuelta 38, demoró siete. Una penalización era más digna.

Y hablando de eso, Gasly recibió una. Fue por provocar una colisión con el Williams de Carlos Sainz. Los Alpine terminaron 18 y 19, últimos (por el abandono de Bearman), mismo lugar que ocupa la escudería en el campeonato de constructores.

Rumores y especulaciones en la previa del parate

Mientras el asiento de Franco Colapinto sigue siendo tema de debate, en las redes empiezan las teorías conspirativas de boicot contra el argentino. Medios ingleses ya hablan de la vuelta de Jack Doohan para la segunda parte del año, lo cual simplemente sería un manotazo de ahogado (otro) para una escudería que no para de caer en picada.

Gasly lo dijo: lo “bueno” recién se espera para el año que viene y este año habrá que sufrir. O disfrutar la lucha entre los McLaren. O no ver Fórmula 1.

Lo de Alpine ya empieza a preocupar, no solo por los resultados, sino por los errores que no tienen nada que ver con la categoría en la que se desempeñan.

Se viene dos semanas de parate (son tres de receso, pero queda una para seguir trabajando) y el panorama es terrible, horrible, malo. Muy malo.