Historias

La historia de Maxi Meza, último refuerzo de River, y un deseo: ¿jugará con su hermano en el Millonario?

Proveniente de Rayados de Monterrey, Meza fue presentado en Nuñez. Los inicios en Cambá Porá de Corrientes, la gloria de la mano de Holan, el Mundial de Rusia y el sueño de jugar con su hermano.

Lucio Cappellini
Lucio Cappellini jueves, 15 de agosto de 2024 · 18:14 hs
La historia de Maxi Meza, último refuerzo de River, y un deseo: ¿jugará con su hermano en el Millonario?
Maxi Meza posa en la popular del estadio Monumental. Foto: @RiverPlate

Este jueves por la tarde, River Plate sumó a su séptimo refuerzo (sin contar a Marcelo Gallardo) de este mercado de pases. A Federico Gattoni, Franco Carboni, Jeremías Ledesma, Adam Bareiro, Germán Pezzella y Fabricio Bustos se sumó Maximiliano Meza, que usará la 8 y estará disponible para jugar el sábado frente a Gimnasia de la Plata, justamente, su ex club. Meza llega proveniente del Rayados de Monterrey que desde ahora dirigirá Martín Demichelis y se perfila para ser titular en el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores ante Talleres. De sus inicios en un pueblo correntino de 7.000 habitantes a jugar la Copa del Mundo y, ahora, a soñar con compartir cancha con su hermano.

Maximiliano Meza nació en Caá Catí, un municipio de la provincia de Corrientes donde viven 7.600 personas y donde se destaca un club llamado Cambá Porá. En ese equipo, justamente, su padre se convirtió en gran ídolo y el pequeño Maxi fue durante mucho tiempo nada más que “el hijo de Mezita”. Con el tiempo, el hoy flamante refuerzo de River empezó a mostrar todo su talento en una camada que, aseguran los locales, era imbatible. La 92 de Cambá Porá, en la también se destacaba el ex River Daniel “Keko” Villalba, estuvo seis años sin perder un partido. Cuando Maximiliano Meza tenía 18 años, con edad de quinta división, se mudó a Buenos Aires para sumarse a las filas de Gimnasia de La Plata.

Jorge Brito y Meza, en la presentación del mediocampista. (Foto: @RiverPlate)

No todo fue sencillo en el Lobo desde el principio. Salió campeón con la Cuarta División en 2012, es cierto, pero poco después llegaría una enorme frustración. Pedro Troglio, entrenador del primer equipo, le dijo que lo sumaría a entrenar con el plantel de cara a la pretemporada. El chico de 19 años, entusiasmado, se compró botines nuevos, se enlistó y se angustió. Se angustió porque un día antes de que debiera viajar le dijeron que finalmente no había lugar, por lo que se quedaría en la pensión. Lucy, histórica encargada de la pensión de Gimnasia, contó alguna vez sobre aquel episodio: “Quedó solo en la pensión, entrenando con los que no viajaron y lloró una semana entera. Yo le dije que se preparara para que, cuando ellos volvieran, él estuviera a la par de los demás y así fue”.

La perseverancia tuvo premio y Maxi Meza hizo su debut el 10 de diciembre de 2012, cinco días antes de cumplir los 20 años y casi un año después de aquel dolor. Fue en un triunfo 2-0 ante Deportivo Merlo por la Primera B Nacional. Aquel año, el Lobo terminaría ascendiendo y Troglio, ya en la Primera División, le daría cada vez más rodaje al correntino en el once titular. Meza, que en La Plata compartió plantel con uno de sus nuevos compañeros como Nacho Fernández, estuvo allí 5 años, anotó 12 goles y dio 8 asistencias. Hasta que en septiembre de 2016 Independiente de Avellaneda pagó casi 2 millones de dólares por el 65% de su pase y se convirtió en refuerzo del Rojo. Su primer año, bajo la conducción de Gabriel Milito, no fue sencillo y no mostró su mejor nivel. Pero con Ariel Holan todo cambiaría.

En 2017, con la llegada del ex DT de Defensa y Justicia, Independiente empezó a jugar cada vez mejor y en eso tuvo que ver Meza, a quien Holan le había otorgado un rol protagónico. En tres temporadas en el Rojo, además de aportar 11 goles y 14 asistencias, Maxi Meza vivió tal vez sus días más felices a nivel deportivo. Fue campeón de la Copa Sudamericana (en cuya final, en el partido de ida, anotó un gol) y de la Suruga Bank y, además, a raíz de su gran nivel, se ganó la convocatoria a la Selección Argentina. Jorge Sampaoli, por entonces DT, lo hizo debutar en la fatídica derrota albiceleste ante España por 6-1, en la antesala del Mundial de Rusia 2018. Pese a ese tropezón colectivo, el entrenador lo incluyó en la lista de 23 futbolistas y Meza participó en los cuatro partidos de aquella olvidable Copa del Mundo, que terminó con la eliminación a manos de Francia (4-3) en los octavos de final.

Al año siguiente y con 26 años, Meza se fue vendido al Rayados de Monterrey por 15 millones de dólares y continuó el sendero exitoso que había comenzado en Independiente. Fue campeón de la Liga MX, la Copa MX y la Liga de Campeones de la Concacaf. Y participó de un Mundial de Clubes en el que su equipo a poco estuvo de dar un batacazo: perdió 2-1 ante el Liverpool en semifinales, con gol de Roberto Firmino en el minuto 91. En México, tras cinco temporadas, Maxi Meza se convirtió en pieza clave y en uno de los líderes futbolísticos del Rayados, con quien tenía contrato hasta diciembre de 2024. Pero el llamado de Marcelo Gallardo le hizo retocar los planes y, US $2.000.000 mediante, desde este jueves, Maximiliano Meza se convirtió en nuevo refuerzo del River del Muñeco.

Meza disputó 11 partidos en la Selección argentina y no convirtió goles. (Foto: archivo)

“Lo tengo como referente y quiero ser como él cuando sea grande”. Eso dijo Juan Cruz Meza, hermano menor de Maxi, que acaba de firmar contrato con el club de Nuñez. Nació en marzo de 2008 y el chico de 16 años es una de las joyas de las divisiones juveniles de River. Hizo sus inicios, como su “referente”, en Cambá Porá de Corrientes; y ahora puede soñar con compartir cancha con él. Maximiliano Meza acordó su contrato con el Millonario hasta 2026 y podría, por qué no, darse el gusto de formar alguna sociedad con Juan Cruz más temprano que tarde. La familia Meza, fanática toda de River, debe estar, como poco, celebrando con emoción.

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