Caudillo en puerta

Iván Villalba, el trotamundos que ya se ganó el corazón del hincha leproso

El paraguayo jugó en seis países y a sus 29 años empieza a erigirse como pieza clave en la defensa de Independiente Rivadavia. Gol a Boca, solidez y voz de mando.

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MDZ Deportes lunes, 12 de agosto de 2024 · 14:50 hs
Iván Villalba, el trotamundos que ya se ganó el corazón del hincha leproso
Villalba grita su primer gol en la Lepra, ni más ni menos que a Boca. Foto: Santiago Tagua / MDZ

Iván Villalba debutó por fuerza mayor en Independiente Rivadavia: la sanción de dos partidos a Franciso Petrasso y la demorada llegada de Esteban Burgos lo dejaron mano a mano con el puesto vacante en el costado derecho de la línea de tres centrales que pregonó Martín Cicotello para el reestreno del torneo. El paraguayo aceptó el riesgo, y no solo estuvo altura, sino que llegó para quedarse: firmeza, voz de mando, solidez y hasta gol en el arco rival, un menú de presentación con el que ya se ganó al hincha leproso.

Antes de este presente perfecto vestido de azul, el paraguayo de 29 años tuvo una vida deambulando por Sudamérica: nació en Asunción e hizo inferiores en Libertad, pero por falta de lugar, su bautismo se dio en Ecuador con la camiseta del Imbabura. De ahí, arrancó su periplo que ya lo llevó a competir en seis países distintos gracias a sus pasos por Rubio Ñu (Paraguay), Peñarol (Uruguay), Sol de América (Paraguay), Independiente Santa Fe (Colombia), Cobresal (Chile), Guaireña (Paraguay), Luqueño (Paraguay) e Independiente Rivadavia (Argentina).

El paraguayo jugó todos los minutos desde que llegó.

Hay un dato llamativo, y es que solo en uno de los clubes mencionados pudo superar los 30 partidos (Sol de América, con 120 presencias), en el resto, le costó ganar rodaje y hacerse de un lugar. Ese sitio parece haber encontrado en Argentina. Ya su presentación ante Gimnasia de La Plata fue con alto rendimiento personal, algo que sostuvo contra Newell's, Independiente, Atlético Tucumán y Boca Juniors. En todos completó los 90 minutos y solo recibió una amarilla (en Rosario ante NOB).

Contra el Xeneize pudo tener su noche dorada. Primero avisó con un remate que le sacaron en la línea. Tan solo un anuncio de lo que llegaría luego: córner de la derecha de Villa y esa definición, poco ortodoxa pero efectiva al fin, entre muslo y cabeza para marcar el 1 a 0 transitorio. Si bien se fue con bronca por el empate en el final, el paraguayo sigue creciendo a nivel personal y afianzando una última línea que ya sale de memoria junto a Bianchi y Palacios. Nace un caudillo guaraní.

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