El día que Independiente Rivadavia hizo historia ante River en el Monumental

Un deja vu aparece en la jornada de este miércoles. Hoy juega Independiente Rivadavia en el Monumental ante el mismísimo River Plate y eso es motivo de orgullo para un fútbol que sigue creciendo en estos lares del mapa. El hincha leproso marcó con resaltador indeleble algunos partidos de este estreno en Primera y el de hoy, claramente, es uno de ellos. ¿Cuántas veces soñó ese hincha empedernido con un convite como este? La gran mayoría, por no decir todas.

Pero el tema flashback hace referencia a uno de los encuentros más ricos en la historia del gigante del Parque. Hace 42 años, un grupo de jugadores vestidos de Azul escribieron una gesta inédita para el fútbol del interior, ese que los porteños miran de reojo. Un 28 de marzo le ganó a River en su casa y ante su gente. Pero tres puntos al margen, ese 2 a 1 con goles de Carlos Ereros y Miguel Ángel Rodríguez (Nicolás Comisso descontó para el Millonario) significó el primer triunfo de un equipo del interior afiliado indirectamente a la AFA en el Monumental.

El contexto fue la Zona A del Nacional de 1982, un certamen donde se enfrentaban los mejores del Metropolitano con los del Regional. La Lepra se plantó decidió a dar el batacazo y lo logró con un equipo memorable con nombres como Mémoli, Pralong o Suárez que seguiría agigantando su historia con el correr del torneo. 

Es que en el duelo de vuelta entre ambos también fue triunfo mendocino, el día en el que el gobernador Bonifacio Cejuela organizó una ceremonia en la cual se cambió el nombre del estadio Mundialista por Malvinas Argentinas, justamente en el mismo año de la guerra con los ingleses. El resultado fue en favor de Independiente, esta vez en un movido y entretenido 4-2 por los gritos Antonio Mazza, Hugo Olmos, Carlos Ereros y Jorge Gordillo.

Con una campaña memorable, la Lepra se metió en la fase final de aquél Nacional 82, siendo el primer elenco de la provincia en alcanzar dicha instancia. Su ilusión se cortaría en cuartos de final a manos del emblemático Ferrocarril Oeste de Timoteo Griguol, posterior campeón, aunque el rótulo de histórico ya estaba marcado a fuego para siempre.

Con la historia de su lado y el antecedente en modo de recuerdo, la Lepra intentará recuperar la memoria y la sonrisa en un estadio más que especial. La oportunidad inmejorable de hacerlo es en la cita de esta noche para que ese pasado le de lugar a un presente que quiere volver a ser perfecto.