A 57 años de Racing campeón del mundo: la cábala con Boca, el apoyo de James Bond y más
Este 4 de noviembre se cumplen 57 años desde que el “equipo de José” se consagró campeón intercontinental. La anécdota sobre James Bond, el avión que casi se cae y la cábala xeneize.
Es una semana muy especial para el hincha de Racing, porque su equipo se metió en una final continental después de 32 años. En aquella ocasión, fue Cruzeiro el que pulverizó su sueño y lo venció en la Supercopa 4-1 en el global. El mismo rival que el 23 de noviembre la Academia tendrá enfrente, en el Estadio General Pablo Rojas, conocido como La Nueva Olla, en Asunción, Paraguay, por la final de la Copa CONMEBOL Sudamericana. Mientras la euforia no decrece, los racinguistas encuentran otros motivos para seguir festejando. Es que este lunes 4 de noviembre se conmemoran los 57º años del día más importante de su historia: cuando el equipo de Juan José Pizzuti se consagró campeón del mundo. La odisea de un equipo que sufrió en el avión, se refugió en Boca y contó con el apoyo de Sean Connery, actor de James Bond.
El primer hincha: Sean Connery
En octubre de 1967, un equipo de Racing que había conquistado la primera Copa Libertadores de su historia viajó a Glasgow, Escocia, para enfrentar al Celtic de Jock Stein en el partido de ida de la Copa Intercontinental. Aquel Celtic llegaba como dueño de la “triple corona”: había ganado la liga escocesa, la Copa de Escocia y la UEFA Champions League. En el vuelo, ya empezaron los problemas: el avión sufrió algunas turbulencias más fuertes de lo habitual y el plantel entero, que ya había estado al borde de la tragedia antes en ese año, en Medellín, temió. “En el vuelo a Glasgow casi se cae el avión. Cuando vimos a la azafata colgada del techo nos asustamos mucho”, confesaría Juan Carlos “Chango” Cárdenas, el héroe de aquella serie.
Una vez arribados a tierra escocesa, un fanático de lujo. Según contaron los propios protagonistas, se encontraron con el actor Sean Connery, que les explicó por qué los apoyaba: “En el aeropuerto nos cruzamos con Sean Connery y nos comentó que era hincha del Rangers, que es el clásico del Celtic. Nos dijo que nos iba a ver ganar a nosotros. El Panadero Díaz lo quiso llevar a la concentración, pero no pudo y perdimos. Hasta James Bond quería que fuéramos campeones”, reveló una vez Cárdenas. Es que les faltó lo más difícil, mostrarse superiores en la cancha. Racing fue al Hampden Park de Glasgow, bajo la mirada de 103.000 personas, y perdió 1-0 con gol de cabeza de Billy McNeill.
El partido de vuelta era de local y allí residían las esperanzas de Racing, si bien el pasado reciente era desalentador: Racing arrastraba 4 derrotas consecutivas antes del desquite. El equipo del Celtic jamás había viajado a Sudamérica y, si bien los recibieron cálidamente en el aeropuerto, los hinchas albicelestes no fueron igual de amenos con los jugadores cuando los vieron en el Cilindro de Avellaneda, que, por cierto, nunca estuvo tan colmado: 120.000 espectadores. Antes de que comience el partido, algo golpeó la cabeza del arquero Ronnie Simpson cuando se dirigía a su arco. ¿Una piedra, una botella?... En fin, en su lugar debió ingresar el suplente, John Fallon. El encuentro empezó 1-0 para la visita con gol de Tommy Gemmell de penal, pero Racing se sobrepuso y lo dio vuelta con goles de Norberto Raffo y el Chango Cárdenas. Terminó 2-1, lo que obligaba la serie a un tercer partido. El definitorio.
“La Batalla de Montevideo”
Así se lo llamó al partido que consagró a Racing campeón intercontinental. Fue en el Estadio Centenario de Montevideo, Uruguay, el 4 de noviembre de 1967. Y fue más una batalla que un partido de fútbol, porque primaron los golpes por sobre el buen fútbol. Racing terminó con dos expulsados: Alfio “Coco” Basile y Juan Carlos Rulli. El Celtic, con tres: Bobby Lennox, Jimmy Johnstone y John Hughes. A los 11 minutos del segundo tiempo, la jugada inmortal que cambiaría la historia de Racing: el zapatazo de zurda desde fuera del área del Chango Cárdenas, frente al que nada pudo hacer Fallon. El resultado se mantuvo y Racing se consagró campeón de la Copa Intercontinental 1967. El primer equipo argentino en lograrlo. Y once nombres pasaron a la historia: Agustín Mario Cejas; Oscar Martín, Roberto Perfumo, Alfio Basile y Nelson Chabay; Juan Carlos Rulli, Joao Cardoso y Humberto Maschio; Norberto Raffo, Juan Carlos Cárdenas y Juan José Rodríguez. Doce, en realidad, porque el ideólogo de todo aquello fue el eterno Juan José Pizzuti, DT del Racing campeón mundial.
El himno de Boca, la cábala
Hay muchas razones que pueden explicar aquel éxito albiceleste. Cárdenas dijo alguna vez que el liderazgo de Pizzuti había sido fundamental y que el grupo se tenía gran afecto: “El vestuario era una familia, veníamos todos de distintas culturas y nos ayudábamos mutuamente”. Pero otros supersticiosos dirán que tuvo que ver con la cábala de aquel equipo, una de las más curiosas, por cierto. Oscar Martín, capitán de aquel plantel, reveló una vez que el arquero Cejas, encargado de la música, ponía siempre la misma canción…el himno de Boca Juniors. “Cuando comenzamos aquella campaña, no sé a quién se le ocurrió grabar al locutor de Boca cuando decía `Rattiiiiin´ y una marcha sonaba de fondo. Esa marcha quedó como cábala y en todos los partidos, tanto de local como de visitante, la utilizamos dentro del vestuario y la bailábamos antes de salir al campo de juego”.
Mirá el gol del Chango Cárdenas