Cómo fue la muerte de Ayrton Senna y la frase que le podría haber salvado la vida
Senna fue homenajeado en Interlagos y está intacto el recuerdo de un fin de semana trágico, en San Marino 1994. El homenaje que no pudo realizar y el comentario que podría haberle salvado la vida.
Esta tarde se correrá el Gran Premio de São Paulo, Brasil, en el Autódromo de Interlagos, el único circuito sudamericano de la Fórmula 1. La expectativa argentina es grande por la presencia de Franco Colapinto, mientras su futuro en el Gran Circo es un tema candente, y grande también es la nostalgia de los brasileños luego de homenajear a uno de sus grandes ídolos, Ayrton Senna. Lewis Hamilton condujo ayer el McLaren MP4/5B con el que Senna obtuvo su segundo campeonato mundial en 1990 y el recuerdo de un día trágico invadió inevitablemente los corazones de los fanáticos. La advertencia que podría haberle salvado la vida, su “premonición” y los casos de Barrichello y Ratzenberger.
El Gran Premio de San Marino de 1994, en el Autodromo Enzo e Dino Ferrari, constituyó uno de los fines de semana más tristes en la historia de la Fórmula 1. Desde que empezó. Porque en las prácticas del viernes se vivió el primero de tres accidentes. El brasileño Rubens Barrichello se estrelló a 225 km/h en la chicana Variante Bassa y la ayuda del médico Sid Watkins le salvó la vida, pero el choque significó una gran preocupación en la parrilla. Al día siguiente, en la clasificación del sábado, fue el austríaco Roland Ratzenberger quien impactó a 314 km/h contra el muro de la curva Villeneuve. Ratzenberger perdió la vida y, por supuesto, la sucesión de accidentes puso en vilo el Gran Premio italiano.
Ayrton Senna, compatriota y amigo de Barrichello, fue de los más conmovidos ese día y consideró no correr la carrera del domingo. Habló con Alain Prost y otros pilotos, pero su idea no prosperó. Desde Williams, la escudería a la que se había sumado en ese 1994 en reemplazo, justamente, de Prost, insistieron en que corriera. Aunque el doctor Watkins, con quien tenía gran relación, luego de confirmarle el deceso de Ratzenberger, le había hecho a Senna una oferta que le podría haber salvado la vida: “Retirate de la carrera, vamos a pescar”. El brasileño argumentó que no podía dejar de correr y, entre angustia e impotencia, accedió a subirse al Williams el día domingo. Llevaría una bandera de Austria para homenajear a su colega Ratzenberger al cruzar la meta… un gesto que jamás se concretó.
La fatal curva Tamburello
Así, el 1 de mayo de 1994 Ayrton Senna corrió la última carrera de su vida. Salió en la pole position, pero en la séptima vuelta ingresó a 309 km/h en la curva Tamburello para el trágico desenlace. Perdió el control y redujo la velocidad a 209 km/h, para evitar daños irreparables, pero el esfuerzo fue en vano. Si bien siempre existirá disenso sobre qué realmente produjo su muerte y hubo juicios alrededor de ello, según las pericias judiciales, el neumático desprendido golpeó el casco del brasileño e hizo que su cabeza impactara contra el apoyacabeza del monoplaza, lo que habría provocado las fracturas de cráneo. Además, un elemento de la suspensión que estaba junto al volante penetró el casco y le propinó heridas fatales.
El personal médico llegó enseguida a asistirlo, mientras flameaban decenas de banderas amarillas, y sacó a Senna del auto. Las imágenes de ese momento, se cree, eran tan impactantes que jamás salieron a la luz. Fue el final de la vida y la carrera de un piloto tricampeón de Fórmula 1 y uno de los más carismáticos de la historia. Aquel día se resignificó lo que el propio Senna había dicho antes sobre su auto. “Tengo un sentimiento muy negativo acerca de conducir el monoplaza y al límite. Por lo tanto, no tuve una sola carrera o una sola vuelta en la que me sintiera cómodo o razonablemente seguro. Estoy incómodo en el coche, todo se siente mal (...) El coche tiene sus propias características con las que aún no estoy completamente seguro. Te pone mucho más tenso y eso te estresa”. Así se había referido al Williams con el que había tenido que retirarse en las dos primeras carreras de la temporada. San Marino era la tercera…
Mirá el accidente de Senna
Las consecuencias del accidente de Ayrton Senna no se agotaron jamás. Y tanto el circuito del Autodromo Enzo e Dino Ferrari como la Fórmula 1 revieron sus medidas de seguridad. En el circuito, explicó el diseñador Jarno Zaffelli: “Se reemplazó la larga curva a la izquierda (y una estrecha vía de escape de hormigón) por dos curvas izquierda-derecha-izquierda. A la salida de la curva 4, la última antes de llegar a Villeneuve, arreglamos todos los desniveles laterales. Antes de 1994, la recta doblaba ligeramente hacia la derecha”. Y la propia Fórmula 1 se volvió más rigurosa: Pruebas de choque más estrictas, reglamentación de los cascos, incremento del personal médico presente, mejoras en las barreras de contención, etc. Todo, a raíz del fatal choque de Ayrton Senna, un piloto que jamás tendrá homenajes suficientes.