Dakar 2024: diez claves para entender esta nueva e inédita edición por el desierto árabe
La competencia tendrá nuevos nombres de categorías, una etapa de 48 horas y datos puntuales que pueden marcar el rumbo en cada uno de los días de velocidad.
Restan días para que comience una nueva edición del Rally Dakar 2024, una edición inédita ya que tendrá algunos cambios en su desarrollo y promete ser mucho más dura que la pasada. Con veinte argentinos compitiendo por territorio árabe, la cita tendrá una primera semana infernal para los pilotos, que finalizarán los ocho primeros días de competición en el Empty Quarter, un lugar vacío e inhóspito que creará problemas tanto a los inexpertos como a los que ya llevan unos años en la carrera.
Pero, además, habrá otros detalles importantes que habrá que tener en cuenta para seguir y entender esta travesía que tendrá además la mayor cantidad de participantes de la última década y una etapa en particular que romperá todo los esquemas. A continuación, las diez claves para entender la cuadragésimo sexta edición del Dakar:
Nuevo recorrido, con más kilómetros. Un 60% de los más de 7.891 kilómetros que este año recorrerán los pilotos será por territorios desconocidos de Oriente Próximo, aunque siempre por terreno de Arabia Saudí, que por quinto año consecutivo el hogar de la carrera. De los cinco años, solo en 2021 hubo más kilómetros de especial (4.767 entonces) que los 4.727 de este año.
Mayor cantidad de participantes. Los 434 vehículos que salen desde Al Ula este viernes es la mayor cifra desde el año 2013, cuando salieron 449 desde Lima. Serán 137 motos, diez quads, 72 Ultimate, 46 Camiones, 42 Challenger y 36 SSV son algunos de los casi 450 vehículos que partirán desde Al Ula, aunque seguro que no todos llegarán el día 19 a Yanbu.
Una mega etapa inédita y durísima. Durará 48 horas y hará a los pilotos tengan que dormir en una carpa. Deberán atravesar el mayor desierto de la península Arábiga en dos jornadas diferentes en las que no tendrán nada más que su vehículo, una tienda de campaña y un poco de comida al estilo militar. Se trata de una etapa con formato nuevo que se disputa durante dos días con las limitaciones propias de una etapa maratón. Los competidores podrán ayudarse entre sí por la tarde.
Cuando el reloj marque las 16.00, todos los vehículos estarán obligados a detenerse en el siguiente campamento al que lleguen. Sin conexión y sin saber el resultado de sus rivales, los pilotos acamparán y retomarán la ruta a las 7.00 del día siguiente para completar el resto del recorrido. Los movimientos en la clasificación solamente se sabrán tras unos 600 kilómetros de especial.
Los tres pilotos que quieren destronar a Vatanen. Además de la lucha que tendrán Nasser Al-Attiyah, Carlos Sainz y Stéphane Peterhansel, pelearán por un reto más allá del Touareg. El finés Ari Vatanen cuenta con el récord de victorias de etapa en autos, con 50, una marca que podría ver sobrepasado este año: Peterhansel cuenta con 49, Al-Attiyah, con 47 y Carlos Sainz con 42, por lo que los tres están muy cerca de batirlo, algo que los acercaría más a la victoria final.
Mission 1000. Con el reto de la sostenibilidad, el Dakar pone en marcha el Dakar Future Mission 1000, un “laboratorio” para conocer cómo reducir emisiones. Esta nueva categoría, que cuenta con diez vehículos en su nómina, permite a los pilotos recorrer unos cien kilómetros diarios al margen de las etapas del rally hasta alcanzar un total de 1.000 kilómetros y validar así las opciones técnicas para su desarrollo futuro. Aunque este desafío no se considera realmente como una competición, se han identificado una serie de criterios de evaluación para poner a prueba a los vehículos y animar a los pilotos a realizar buenos resultados.
Navegación. Como todos los años, esta es una de las claves del Dakar, pero este más si cabe, puesto que en las últimas ediciones han sido muchos los pilotos que han alzado la voz quejándose de la navegación, entre ellos el madrileño Carlos Sainz, que resaltó hace un par de años que "la navegación complica la vida bastante".
Nuevas categorías. La ASO, organizadora del evento, y la FIA han decidido cambiar de nombre a las categorías, por lo que hay que empezar a estar familiarizado con ellas. Ya no será T1 sino Ultimate la prueba de coches en la que participa por ejemplo el español Carlos Sainz. La T2 se llamará Stock, la hasta ahora T3 será Challenger, la T4 pasará a ser SSV y la T5 será la de Camiones, mientras que Motos y Quads seguirán con los mismos nombres.
Audi, con más potencia. Los híbridos de Carlos Sainz y Stéphane Peterhansel cuentan desde este 2024 con 32 caballos más -15 kilovatios más-, lo que les permite llegar a tener la misma potencia que todos los demás vehículos, algo que no había ocurrido hasta ahora y que era una reivindicación constante de la marca alemana y del propio piloto español.
El campeón cambia de monta. El qatarí Nasser Al-Attiyah, cambió de marca este verano al pasar de Toyota, con quien había ganado sus tres últimos Dakar, a Prodrive, en el que conducirá un Hunter T-1 y será compañero de filas del francés Sebastien Löeb, uno de sus principales 'enemigos' en la competencia.
La nueva generación de Toyota. La salida de Al-Attiyah de Toyota, que había liderado en este último lustro el Dakar en coches, ha desencadenado un relevo generacional en los nipones. El americano Seth Quintero y el sorprendente piloto brasileño Lucas Moraes, que debutó el pasado Dakar con una muy meritoria tercera posición, han recalado en la marca japonesa, a la que también ha llegado el piloto valenciano Tosha Schareina en motos, tras dos buenos primeros años en el rey de los rallys de resistencia.