Mamá, ahora sé lo que es el Haka

Yo me acuerdo del juego Rugby World Cup 1999, que tenía en mi consola de Play Station, donde unos hombrecitos de negro se movían de manera pixelada interpretando una especie de ritual en la previa de cada partido virtual. Ansioso desde chico, siempre quería saltear con el botón "START" esa parte previa a cada encuentro, pero el jueguito era lo único que no permitía evitar. El resto sí: la entrada en calor o la presentación de los jugadores con los árbitros uno podía suprimirlos. Ese momento, no.

Ese fue mi primer conocimiento del Haka, algo que con el tiempo entendí de su real importancia y significado. Todos, los que no crecimos con el rugby como deporte insignia, sabemos de esa danza de desafío que los All Blacks usan en la antesala de cada partido para honrar, y también desafiar, a los rivales de turno mostrando la importancia del encuentro que arranca en minutos.

De los videos juegos a la realidad, siempre lo pude sentir por televisión o en videos de YouToube. Esas quince bestias de negro, invitando al adversario de turno a batallar en minutos dentro del campo de juego. No hay manera de no empezar ganando, al menos en el cimbronazo que genera en la cabeza de los rivales, que esperan abrazados del otro lado del campo, con el escalofrío a flor de piel, no morir deportivamente.

Todo lo que me imaginé del Haka en estos años, desde 1999 hasta hoy, o todo lo que pensé que era el Haka, quedó reducido a la mínima expresión tras sentirlo en vivo. Poder palpar ese ambiente espeso que dura algunos segundos, mientras los All Blacks despliegan su ritual, con el aire que se corta con una tijera y donde reina el respeto de todos los presentes será, seguramente, de las postales más fuertes siguiendo un evento deportivo.

Algún cabeza de termo se animó a querer interrumpirlo con un burdo insulto, pero automáticamente los que eran testigos de un momento único los ubicaron. Como con los himnos, el Haka es una cuestión de respeto absoluto que arranca por los propios rivales, quienes deciden recibirlo de frente y abrazados. Alguna vez, dos osados seleccionados de Francia y de Inglaterra intentaron desafiarlos en el momento, pero fueron sancionados por sus propias Federaciones.

Después hubo un partido y un resultado, y más allá de la bronca por la derrota de Los Pumas, esperable y predecible, pero derrota al fin, las 35 mil almas que dijeron presente en el Malvinas Argentinas se llevarán inmortalizadas en sus retinas uno de esos eventos que hay que ver antes de morir. Play Station, no lo entenderías.