Entre lágrimas, Di María reveló el particular rezo que hizo antes de la final del Mundial: "Fue la única vez que..."
El campeón mundial cambió su ritual religioso justo en la previa a enfrentar a Francia, partido en el que convirtió un gol y escribió su nombre en una de las páginas doradas del fútbol nacional.
El Mundial de Qatar 2022 unió al país detrás de la Selección argentina, pero también con cábalas, supersticiones y creencias. Así como hubo gente que se aferró a la misma ropa interior en cada partido o a ocupar en el mismo lugar en el sillón, hubo quienes se resguardaron en su fe más religiosa. Este fue el caso de Ángel Di María antes de saltar al Lusail ante Francia.
Al contrario de lo que indica el manual de las cábalas y "costumbres", el Fideo decidió cambiar su rezo justo en la final de la Copa del Mundo. En diálogo con Sofía Martínez en "Llave a la eternidad", el campeón del mundo reveló que no siguió su rutina habitual antes del partido más importante: "Cuando me pongo la camiseta, normalmente me pongo a rezar. Tengo mi Jesús, mi Virgen, mi crucifijo, mis cosas ahí... el celu con la foto de mi mujer con las nenas que siempre la pongo cuando estoy rezando. Ahí me puse a rezar y fue el único partido de mi carrera en el que no le pedí", aseguró.
"Solo le agradecí", sentenció Di María. Con lágrimas en los ojos, el rosarino recordó las sensaciones previas a jugar una final del Mundial, una espina que le quedó luego de perderse el partido ante Alemania en Brasil 2014: "Le agradecí por el momento que iba a vivir. Era el momento que deseaba, que esperé ocho años, lo tenía ahí", relató.
Luego, el autor del segundo gol ante Francia agregó: "Estaba a cinco minutos de que el árbitro toque el silbato y arranque la final del mundo. Solo le agradecí el momento que iba a vivir, agradecer que iba a estar mi familia... 22 personas bancándome como siempre, en los buenos momentos y en los malos".
"Después dependía todo de Él, del de arriba. Que sea lo que Dios quiera, pero le agradecí el poder estar viviendo ese momento tan especial", concluyó Di María. Al igual que a Lionel Messi, el fútbol tenía preparado un broche de oro para el Fideo, el jugador de los goles importantes y la fe incansable.