Para el olvido

Los 10 minutos fatales de Gimnasia ante Morón que le costaron dos puntos

Entre lesiones, cambios demorados y jugadas imprevistas, Morón empató un partido increíble en menos de un cuarto de hora y dejó al Lobo con gusto con gusto a derrota. De no creer...

Redacción MDZ Online domingo, 26 de marzo de 2023 · 21:30 hs
Los 10 minutos fatales de Gimnasia ante Morón que le costaron dos puntos
Foto: Prensa Gimnasia

¿Se puede jugar un partido sin fisuras, con criterio, ir ganándolo sin sobresaltos 2-0 y quedarte (casi) con las manos vacías? La respuesta, afirmativa, claro, está en los diez minutos fatales que vivió Gimnasia contra el Deportivo Morón. La catástrofe deportiva se dio en una serie de hechos en continuado que derribaron en igualdad del Gallo: cambios demorados, planteo erróneo para el cierre y lesiones fueron un combo explosivo que detonó en el arco de Olivera.

El complemento empezó torcido con la variante de Nadalín, quién no salió a jugar el segundo tiempo y se quedó en el vestuario. Esa situación sería un presagio de lo que llegaría luego, porque si bien el local se puso en ventaja por los tantos de Santiago López y Bruno Nasta, una cadena de situaciones en fila terminaron con el duelo en parda.

En el orden cronológico, a los 74', Sastre tocó al defensa, un poco de manera obligada por la lesión de Bersano, otro poco por una decisión personal para cerrar el encuentro con más defensores. Afuera el lateral izquierdo y Matías Nouet (volante), adentro Ortíz y Ferrari (ambos zagueros). Así, la última línea del Lobo quedó con cinco hombres: Menendéz, Ortíz, Ferrari, Gutiérrez y Padilla corrido a la izquierda. No siempre más es mejor.

Nardozza, deté de Morón, acertó con los cambios: Gonzalo Salega de wing izquierdo (el mejor) y doble nueve con Rescaldani-Ramos. Justamente Ramos era el próximo cambio en la visita, enemistado con el juego. Sin embargo, en la jugada previa a darse la variante, fue el experimentado delantero que se encontró con una pelota suelta en el área tras una floja respuesta de Olivera a un centro de la izquierda y descontó para darle vida al Gallo. Quedaban siete minutos. Automáticamente, el experimentado entrenador paró la variante y dejó al goleador adentro, que acto seguido, marcaría el segundo tanto tras dos cabezazos en el área. 

A partir de ahí, el encuentro entró en una pausa interminable. Del lado blanquinegro, atónitos sin poder entender lo que ocurría (y sin variante para dar un golpe de efecto), del lado de Morón, sabiendo que por el desarrollo, la igualdad era casi como una victoria. "Tendremos que corregir esos detalles", dijeron, con bronca, López, Nasta, Villarruel y Sastre. Detalles que cuestan un triunfo.

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