Ilusión renovada

Copa Davis: Argentina y la necesidad de volver a ser

A horas del bautismo en una nueva edición, el equipo nacional tiene la oportunidad de reencontrarse con su rica historia tras un lustro para el olvido. ¡Vamos!

Amadeo Inzirillo
Amadeo Inzirillo sábado, 4 de febrero de 2023 · 07:00 hs
Copa Davis: Argentina y la necesidad de volver a ser
Foto: AAT

El capítulo 2023 de la Copa Davis cuenta los minutos para el estreno y la Selección argentina tiene una oportunidad inmejorable de reencontrarse con su rico pasado. Finlandia será la primera prueba en la escalera al cielo que determina la estadía en el Grupo Mundial, la elite del tenis. Un tropiezo de arranque invita a coquetear con la permanencia, algo repetitivo en los últimos años.

De aquella histórica Ensaladera de plata en el aire de Zagreb, todavía con un Del Potro genio y figura, a este presente hay mucho más que una pandemia. Nuestro país no logró volver a ser competitivo y jamás pudo sostener un plantel con nombres rutilantes, preso de un recambio que tardó en aparecer.

Del Potro dejó un vacío único.

Las ediciones siguientes fueron con más malas que buenas: octavos de final en 2018, descenso a Zona Americana en 2019, cuartos en 2019 (fue invitada), fuera del Grupo Mundial en 2020-21 más la caótica eliminación en primera fase del 2022 completan un combo mediocre.

Pella fue uno de los jugadores que no pudo dar el salto.

Guillermo Coria necesita de un buen resultado para poder sostener su proyecto en el tiempo luego del paso de Gastón Gaudio por la capitanía, en esta idea de la nueva conducción de la Asociación Argentina de tenis de apostar a camadas de jugadores con historia.

Guillermo Coria quiere devolver al equipo al lugar que merece.

Diego Schwartzman decidió ausentarse sin dar los motivos y Argentina pierde, al menos en el ranking, a su mejor raqueta, aunque su nivel dice otra cosa. Tachados de la lista también Sebastián Báez y Horacio Zeballos, la esperanza está depositada en una nueva camada con jugadores como Fran Cerúndolo y Pedro Cachín más el dobles de Molteni-González.

Schwartzman, el gran ausente.

Ahora bien, ¿alcanza con llegar a la fase de grupos como calmante para una hemorragia que no frena hace un lustro? ¿O es apenas  una migaja que no complace a la historia del tenis argentino? La respuesta, más allá del contexto y la actualidad, parece ser más la segunda.

Siendo ganador en 2016 y cuatro veces finalista a lo largo de la historia, luego de series históricas y actuaciones memorables, con jugadores de primer nivel en equipos siempre competitivos a lo largo de los años, Argentina tiene que aspirar a estar en las instancias definitivas. Se acabaron las excusas.

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