La fuerte crítica del DT de Francia por las sedes a Argentina, Uruguay y Paraguay en el Mundial 2030: "No voy a esconder el..."
Didier Deschamps, técnico campeón en Rusia 2018 y finalista en Qatar 2022, fue lapidario con la FIFA por la metodología de la Copa del Mundo centenaria.
La confirmación de la FIFA de las sedes para el Mundial 2030 causó muchísima polémica. La Copa del Mundo centenaria tendrá un récord de seis países anfitriones, de los cuáles Argentina, Paraguay y Uruguay albergarán un solo partido cada una. Esto derivó en quejas desde ambos lados del Atlántico y uno de los detractores fue nada menos que Didier Deschamps, técnico campeón con Francia en Rusia 2018 y subcampeón en Qatar 2022.
El cronograma del Mundial que marcará los 100 años del certamen más importante del deporte es una verdadera ensalada. Los tres países sudamericanos jugarán como locales en sus respectivos debuts y luego viajarán a Europa para disputar lo que reste de la Copa del Mundo en España, Portugal y Marruecos. Claro, esto supone larguísimos viajes para seis equipos, incluso de ida y vuelta para los rivales de la Albiceleste, la Celeste y la Albirroja.
Por esta razón, Deschamps fue lapidario con la decisión de la FIFA: "No sé quién toma las decisiones, pero no les ocultaré que me gustan las cosas más coherentes a nivel deportivo y ético", disparó.
Luego, el entrenador de Les Bleus, protagonistas de las últimas dos finales mundialistas, marcó que Argentina, Paraguay y Uruguay correrían con ventaja por jugar como locales: "Los países sudamericanos tendrán ventaja y luego los demás países tendrán que moverse hasta allí y volver a moverse para Europa", sentenció.
Más allá de que la crítica de Deschamps tiene lógica, lo cierto es que la longitud de los viajes es algo con lo que la gran mayoría de seleccionados sudamericanos conviven mensualmente en las fechas FIFA. Gran parte de los jugadores militan en Europa, lo que conlleva largos traslados trasatlánticos. Además, los tres partidos del Mundial 2030 en el continente saben más a premio consuelo que a un reconocimiento real a los países "anfitriones".