La emotiva reacción de Bilardo cuando ve partidos de Lionel Messi: "Cuando hace un gol, Carlos se..."
El hermano del exentrenador de la Selección argentina reveló que mira los partidos de la MLS en los que juega el 10. Además, dio detalles de cómo evoluciona en su enfermedad.
Paladar futbolístico. Carlos Bilardo es una de esas mentes sabias que se ganaron el respeto en el fútbol argentino. Capaz de identificar en un abrir y cerrar de ojos a los buenos jugadores, aún, mientras se encuentra afectado por la síndrome de Hakin-Adams, enfermedad neurológica que padece mientras transita su retiro en su departamento de Caballito.
El exentrenador de la Selección argentina mira fútbol. Lo disfruta. Es su pasión. Y aunque la enfermedad avance y pueda eventualmente dejar de reconocerlo, sería difícil que no admire a Lionel Messi apenas lo vea tocar una pelota. De eso se trata el paladar.
Es precisamente eso lo que sucede cuando mira al 10 del Inter Miami por televisión, según confesó su propio hermano, Jorge Bilardo. En diálogo con Super Deportivo Radio, contó: "Carlos está bien. Se baña, se cambia y come. Está en la casa con un enfermero y ve los partidos. Messi le saca una sonrisa. Cuando hace un gol, Carlos se ríe, se le dibuja una sonrisa y dice: 'La puta, este juega bien'. Cuando hace un gol de tiro libre, Carlos sabe que los practica. Es más, Carlos le había dicho, cuando Diego (Maradona) era el entrenador, que no jugara tanto a la derecha y vaya más al medio, como lo hace ahora".
Es cierto. Esta versión más madura, experimentada y menos explosiva del 10, a sus 35 años, lo llevó a explorar zonas de la cancha que antes frecuentaba menos, recibiendo desde el centro y con una clara concepción de playmaker, como se habla en estos tiempos. Aquel Messi, de 23 años, también era determinante. Pero preferentemente desde la derecha hacia el centro y con mayor énfasis en la definición. Bilardo, como siempre, adelantado.
Más allá de Messi, el hermano de Bilardo confesó cómo vive el ex DT el síndrome que padece: "Es una enfermedad que los médicos le dijeron que de esto no se va a morir. Se va a morir de otra cosa, pero de esto no. Lo único que no sigue es una charla, una conversación. Por ejemplo, vos le decís: 'Che, Carlos, hace calor'. Y él te contesta que sí y la corta ahí. Nos reconoce a todos, eso es bueno, pero no tiene la charla de una conversación. Habla poco".