Los Pumas y los All Blacks se juegan más que una semifinal del Mundial
De un lado y del otro no solamente estará en juego el pasaje a la final de la Copa del Mundo. Qué hay detrás de este apasionante duelo en el Stade de France.
Los Pumas tenían 80 minutos para cambiar la historia del rugby argentino, y lo lograron. Desde aquella recordada Copa del Mundo de 1999, el seleccionado argentino comandado por Agustín Pichot y el head coach neozelandés, Alex Wyllie, fijaron un canon que determina lo que es y lo que no es una buena actuación argentina en este tipo de eventos.
En Francia 2023, el seleccionado argentino de Julián Montoya y otro entrenador extrajero, Michael Cheika, se sacaron de encima la pesada mochila de la historia, tras vencer a Gales por 29 a 17, con un tackle salvador de Matías Moroni (try saver en el vocabulario del rugby) y un try de intercepción de Nicolás Sánchez incluido.
El resultado implica varias cosas:
- Los Pumas acceden por tercera vez en su historia a una instancia de semifinales.
- Se enfrentan a los All Blacks.
Los All Blacks, el seleccionado de Rugby de Nueva Zelanda, son en el devenir de la historia y para el común denominador de las personas: “el mejor equipo del mundo”. Si bien este axioma es discutible y en términos de ránking, falaz, es cierto que el impacto cultural de los hombres de negro en el deporte ovalado es muy grande.
Tres veces en la historia se han hecho con la ansiada Webb Ellis Cup:
- En 1987, el primer Mundial, que se jugó en su país y en Australia.
- En 2011, también en tierras kiwis.
- En 2015, una de las más icónicas.
Cabe destacar que este pequeño y dorado trofeo, se puso en disputa tan sólo en nueve ocasiones, siendo Francia 2023 la edición número 10° de un Mundial. Por lo que los habitantes de Aotearoa (Nueva Zelanda en maorí) han campeonado un tercio de las veces, en cuatro finales jugadas.
Sin embargo, esta estadística no parece achicar el entusiasmo por Los Pumas, a pesar de que las apuestas están 10 a 1. ¿A qué se debe este efecto? ¿Qué cambió en este último tiempo para que hacer historia ante Nueva Zelanda en semis no suene descabellado, a pesar de que en efecto, si lo sea?
Arcos argumentales: el peso de los últimos cuatro años de los All Blacks y de Los Pumas
La vida se trata de pequeños arcos argumentales que se abren y se cierran en pos de dejar un mensaje y, tanto Los Pumas como los All Blacks tienen los propios. No todos los arcos están cargados de gloria, algunos precisan del fracaso, la decepción y la tristeza, para generar un punto de quiebre y encarar el próximo.
Si bien estos se abren y se cierran, no se destruyen. Por lo que decir que el de ambos comienza en 2019, sería faltar a la verdad. Es innegable el peso de la historia en el devenir de lo que va a pasar hoy, pero es necesario el recorte.
En Los Pumas empieza algunas semanas antes, porque al equipo dirigido por Mario Ledesma le tocó, por mala suerte y mala gestión, irse en fase de grupos luego de un proceso de cuatro años donde, por primera vez, la Argentina lograba colocar un equipo en el más alto de los profesionalismos (Jaguares) y hacerlo jugar una final de Super Rugby.
Los mismos que disputaron aquella final en Christchurch ante Crusaders, se alistaron para Japón 2019 y recibieron el cimbronazo ante Francia en el debut, lo que los dejaba en la cuerda floja y los obligaba a vencer al que luego, sería medalla de plata: Inglaterra.
Tras eliminar a la Argentina, el seleccionado de la rosa continuaría su camino hasta toparse con Nueva Zelanda en semis, lo que terminó en victoria. “Para ser honesto, fue una mierda haber jugado por el tercer y cuarto puesto después de perder”, declaró sin rodeos el hooker neozelandés Dane Coles, en la conferencia de prensa previa al encuentro ante Los Pumas de este viernes.
Las historias de Los Pumas y los All Blacks se cruzan después del Mundial
Como es desde hace diez años, todos los años, las historias de ambos volvieron a cruzarse un año después, pero esta vez las realidades eran muy dispares: los del país isleño habían sufrido menos la pandemia y lograron jugar su propio Super Rugby. Mientras, Los Pumas se entrenaban en sus casas.
A pesar de eso, el Tri Nations disputado en Australia y en la modalidad de burbuja, sentó un precedente que tiene un peso especial en la gran historia que se está escribiendo: por primera vez los de celeste y blanco vencieron a los de negro. Una tarde en Parramatta, madrugada en la Argentina, casi perfecta, donde los de Pablo Matera y compañía hicieron todo bien y los de Sam Cane se equivocaron y mucho.
Además, estos últimos venían de una derrota ante Australia y con la de Argentina, sumaban dos a hilo, algo poco usual y que a posteriori pasaría más seguido, incluso en la previa de Francia 2023.
Una semana después y tras haber inspirado a un país entero, falleció Diego Armando Maradona, ídolo de multitudes y que trasciende al fútbol. La síntesis: los All Blacks hicieron un sentido homenaje y un haka en conmemorativo y los argentinos nada. Esto generó una avalancha de sucesos que pusieron en riesgo al rugby en la Argentina y que terminaron por fijar estigmas que el deporte siempre cargó consigo.
A estas alturas es cada vez más comprensible porqué los caminos de ambos estaban destinados a cruzarse, a fin de cerrar ciclos.
El camino de los hombres de negro siguió con altos y bajos, pero todos los años supieron quedarse con el Rugby Championship y mantenerse en la élite. Mientras tanto, Los Pumas, cambiaron de técnico y trajeron al australiano Michael Cheika, quien al tener una buena relación con Ledesma fue invitado como asesor, entre algunos, para el partido ya mencionado de Parramatta, un par de años antes de asumir.
En este proceso se logró una segunda victoria, quizás aún más alocada que la primera, en 2022 y en Christchurch, Nueva Zelanda. Además de vencer a Inglaterra en Twickenham.
¿Por qué a pesar de que se juega contra los All Blacks hay tanto optimismo?
A diferencia de otras épocas, donde la narrativa imperante de Los Pumas ante el resto de potencias era “David y Goliath”, hoy el panorama es distinto. No contento con haberles ganado una, se les ganó dos veces, en 2 años.
Lejos atrás quedó el miedo de 2011, en cuartos de final y de visitante, donde los argentinos tuvieron por 60 minutos al campeón contra las cuerdas o aquel fenomenal 2015, con ecuaciones similares.
En este plantel de Los Pumas hay jugadores con más partidos ante Nueva Zelanda que los disputados entre ambas selecciones hasta 2011. Incluso el centro titular, Santiago Chocobares, realizó en 2020 su debut ante los neozelandeses, en aquella tarde de victoria. De las pocas personas en el mundo que puede decir que debutaron ganando a los hombres de negro.
Ambos vienen a cerrar sus arcos argumentales y ostentan armas poéticamente nobles, más allá de lo deportivo. Los neozelandeses, luego de un leve declive para sus estándares, más derrotas que las que eran costumbre y el peso de ser la camada que porta el manto luego del 2015 (para muchos el mejor equipo de la historia), vienen a retomar su hegemonía en mundiales y a decirle otra vez al mundo: “acá están los All Blacks”.
Los Pumas, por su parte, vienen a patear el tablero en el plano internacional con la intención de hacer historia y poner, por primera vez y para siempre, a la Argentina en lo más alto. En un deporte que, en su territorio, se juega de manera amateur, pero se vive profesionalmente.
Mientras que puertas adentro, a los argentinos y argentinas, buscan dejarles, una vez más, un mensaje de reconciliación.
Son otros los tiempos y es otra la historia, por eso hay ilusión, pero de la que está bien fundamentada. Sólida, pero con la conciencia de que igual, una potencial victoria el viernes a las 16hs de la Argentina, no deja de ser un batacazo histórico.
*Por Felipe Rodríguez, periodista de RugBeat.
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