El Empty Quarter amenaza la quinta corona de Nasser Al-Attiyah

El Rally Dakar 2023 afronta este lunes la única jornada de descanso desde que comenzó el pasado 31 de diciembre, con Nasser Al-Attiyah (Toyota) como líder solvente en autos antes de adentrarse en el Empty Quarter, el 'cuarto vacío'. Ese desierto sin personas, sin camellos, sin vida, solo con arena, dunas complicadas y lagos secos, pondrá a prueba la pericia de los pilotos en una competencia que no tardó en eliminar a varios favoritos.
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Aunque los primeros contratiempos los sufrió, en coches, el francés Sébastien Loeb (Prodrive), el nueve veces campeón del mundo de rallies logró seguir en competición y escalar posiciones hasta la cuarta plaza que ocupa actualmente, lejos del qatarí, a 1h52m06, pero a poco más de media hora del podio, que empieza a ver factible.
El alsaciano se recompuso del pésimo inicio con actuaciones brillantes y aprovechando el infortunio de varios rivales, especialmente los de Audi, que habían empezado el rally con solvencia. El sueco Mattias Ekstrom ganó el prólogo, Carlos Sainz se llevó la primera etapa con una gran remontada y el madrileño sacaba entonces más de siete minutos a Al-Attiyah.
El jeque conquistó la segunda etapa. Entonces se presumía un pulso entre él y Sainz. El resto ya estaban a más de 25 minutos en la general y Loeb se había dejado más de una hora y se autodescartaba. Una avería complicó al español en la tercera especial, en la que estuvo parado más de media hora.
Le costó el liderato en una etapa que se acortó por la meteorología adversa y que se llevó el francés Guerlain Chicherit (Prodrive). La cuarta especial fue para Loeb, que tuvo la primera alegría del Dakar. La polémica se sirvió horas después, cuando el Comité de W2RC decidió aplicar la Equivalencia de Tecnología (EoT) y dar 8 kilovatios más de potencia (11cv) a los Audi. Al-Attiyah entró en cólera. A través de sus redes criticó duramente la medida y en la arena convirtió la rabia en triunfo en la quinta.
La sexta fue la soñada para el qatarí, que veía despejado su camino al triunfo, y una pesadilla para Audi. En el kilómetro 212, la marca de los aros sufría dos accidentes en cuestión de segundos: perdía a Peterhansel, que tuvo que abandonar por las lesiones de su copiloto, y acto seguido, a Sainz, que se reenganchó al día siguiente, pero ya sin opciones en la general.
El saudí Yazeed Al Rahji (Toyota) fue otro de los perjudicados en esa sexta especial de la que se recompuso con la victoria en la séptima. Al-Attiyah empezó a administrar la ventaja y Audi tuvo otro mal día: Ekstrom, que lideraba, tuvo un problema con la suspensión y Sainz, que estaba entre los mejores, paró para darle la suya.
Y al descanso se llegó con otra jornada para olvidar en Audi. Sainz marcó el mejor tiempo en meta, pero la organización le sancionó por no haber respetado una zona limitada a 30 kilómetros por hora y eso le costó la etapa. Loeb sumó el segundo triunfo y Al-Attiyah amplió su renta. Tiene más de una hora sobre su más inmediato perseguidor, el sudafricano Henk Lategan (Toyota) y por delante, otras seis etapas, la novena, este martes, entre Riad y Haradh, con 686 kilómetros y 358 de especial.