Godoy Cruz

El expresidente Julio Vega, del orgullo por los 100 años de Godoy Cruz al cruce con la dirigencia: "La historia se va a ocupar de ellos también"

El expresidente de Godoy Cruz, alejado de la dirigencia deportiva desde hace años, dialogó con MDZ en la semana del centenario del club y, además de manifestar su orgullo por la actualidad del Tomba, marcó sus diferencias con los popes actuales y lanzó varios dardos.

Lucas Burgoa
Lucas Burgoa domingo, 6 de junio de 2021 · 08:24 hs
El expresidente Julio Vega, del orgullo por los 100 años de Godoy Cruz al cruce con la dirigencia: "La historia se va a ocupar de ellos también"
Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ
El expresidente Julio Vega, del orgullo por los 100 años de Godoy Cruz al cruce con la dirigencia: "La historia se va a ocupar de ellos también"
Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ
ver pantalla completa

Con aciertos y errores, con virtudes y defectos, Julio Vega (76) es uno de los personajes más importantes de la historia de Godoy Cruz Antonio Tomba. Fue presidente del club durante 23 años, gestión bajo la cual se logró el histórico ascenso al Nacional B en 1994, para muchos la piedra fundacional de lo que terminó siendo la llegada a Primera División y el despegue internacional, pero sus últimos años estuvieron marcados por una dura crisis económica, la peor de la historia moderna de la institución, motivo por el que se terminó yendo prácticamente por la puerta de atrás.

MDZ dialogó con el expresidente del Tomba en la semana del centenario para hacer un breve repaso de su presidencia y analizar la actualidad de la institución, reconociendo todos los logros deportivos de las gestiones de Mario Contreras, primero, y José Mansur, después, y mostrándose orgulloso del lugar que ocupa hoy el club de sus amores, pero dejando en claro que no comparte sus métodos ni sus valores.

"Que una institución como la nuestra cumpla esta edad…", se emociona el doctor Vega, sin terminar su frase, al hablar de los 100 años, agregando que "estoy seguro que va a entrar en la eternidad. Porque Godoy Cruz tiene un duende, tiene una cosa muy particular: con decepciones o altibajos se va transmitiendo de generación en generación, se mantiene el halo de afecto y de pasión, más allá de que a veces hay decepciones, hay épocas malas, épocas de oscurantismo, épocas en las cuales se hacen cosas que uno no haría".

(Foto: Alf Ponce Mercado/MDZ)

Alejado de la dirigencia deportiva, asegura que trata de estar "muy informado de lo que pasa en nuestro club", y dispara el primero de varios dardos: "Para que se queden tranquilos algunos, uno podría decir, metafóricamente, que Julio Vega falleció. Pero tiene esta virtud: puede ver y escuchar todo lo que se dice y hace".

Los pilares de su gestión

Julio Vega cita el libro de Alvin Toffler, La Tercera Ola, el cual se basa en la evolución de la humanidad a través de la historia con tres estadios bien marcados, para explicar los momentos que ha transitado el Expreso en los últimos años bajo el mismo concepto.

Para él, la primera ola comenzó con el programa con el que llegó a la presidencia en 1982, el cual incluía como objetivos afianzar la faceta polideportiva del club, hacer hincapié en las divisiones inferiores, extender territorialmente las instalaciones y apuntar a proyectos educativos.

Ya entrada la década del '90, "vimos que se venía otra era para el fútbol, la de la televisión, la globalización, y manteniendo algunos principios básicos fuimos transformadores del funcionamiento del fútbol local". "Algunos dirigentes mendocinos decían que a la TV había que cerrarla porque iba a matar al fútbol local, o que no había que permitir la participación en torneos nacionales en forma continua", recuerda.

El doctor Vega y el recuerdo del humilde colectivo en el que viajaba el plantel. (Foto: Alf Ponce Mercado/MDZ)

"Nos pusimos la mochila al hombro y empezamos la segunda ola, y ganamos esa batalla con una gran cantidad de dirigentes de otros clubes que nos acompañaban. Habíamos hecho un pacto de que todos arrancábamos igual, pero al que le tocara llegar los otros tenían que apoyarlo, y nos tocó a nosotros", rememora.

Para cerrar este tema, considera que el proceso actual ya terminó y que es hora de encarar la tercera ola, en la cual, entre otras cosas, hay que apuntar a la construcción de un nuevo estadio y a un nuevo desarrollo de las divisiones inferiores.

El ascenso del '94 y un reproche a los Héroes del Barro

Ante la consulta sobre si esa conquista fue el punto más alto de su gestión, el doctor Vega responde que "si uno lo mira así en forma genérica, como hecho impactante, es probable, porque verdaderamente uno lo puede catalogar como una epopeya. Porque intentar ganar una disputa que tenía 138 equipos es como jugar a la lotería, era altamente improbable, pero uno siempre compite con la esperanza de que va a ganar, pero creo que sin duda es de alto impacto emocional ese hecho".

(Foto: Club Godoy Cruz)

"Hay que entender que detrás de todo eso hubo un proceso, no fue un hongo que creció de la noche a la mañana, fue un proceso que tengo la suerte de haber visto la película entera", aclara, y explica que aunque terminó con epopeya, también tuvo sus problemas, porque ante el éxito deportivo "aparecieron muchos, sobre todo internamente, que empezaron a querer ser críticos de salón, obviamente con ambiciones, y vinieron épocas difíciles, más allá que tuvimos no menos de tres posibilidades muy buenas de ascender a la A".

Al recordar a aquél histórico plantel que logró el ascenso al Nacional B, Vega asegura que muchos de esos jugadores "son como hijos de uno", sin embargo, no oculta su malestar con la forma en la que se cuenta hoy aquella historia.

"Está instalado que los únicos que hicieron la epopeya fueron los jugadores, los Héroes del Barro, y no existieron dirigentes, no existió gente que colaboró, no hay nada, la historia lo ha ignorado", se lamenta el exmandatario tombino, y luego sorprende, sin dar nombres, con una recriminación directa.

(Foto: Alf Ponce Mercado/MDZ)

"Para colmo hay que sumar el hecho de que, con méritos propios, de una manera u otra se van insertando en la nueva estructura y tienen una actitud medio negacionista", dispara, y hace hincapié en que "llegar no fue fácil, nosotros no teníamos carteras gordas. Si cada uno hace análisis de consciencia, sabe de la importancia que tuvo la participación dirigencial en un proyecto".

"Es mentira que fueron los salvadores del club"

"Por ahí hasta cierto momento me molestaba que se dijeran y se instalaran mentiras", comienza diciendo Vega sobre las diferencias que mantiene con la actual dirigencia, la cual llegó en 2001 a gerenciar el fútbol con Acción Deportiva, para luego disolver dicha sociedad y convertirse finalmente en Comisión Directiva bajo la presidencia de Mario Contreras.

"Escuchaba a un dirigente el otro día diciendo que menos mal que llegaron… Yo me fui el 4 de octubre de 2005. Para que ellos tuvieran una acción más fácil, yo hice el concurso de acreedores del club Godoy Cruz. Yo lo firmé y yo lo levanté ese 4 de octubre", recuerda y vuelve a disparar: "Con lo cual es una mentira absoluta instalada que fueron los salvadores económicos del club, y esto lo podríamos debatir en una reunión con documentación".

Vega deja de lado las indirectas y empieza a ponerle nombre y apellido a sus apuntados. "El otro día alguien mencionó en una nota a los cinco integrantes de la sociedad anónima comercial que supuestamente salvó el club: Mario Contreras, José Mansur, Alejandro Chapini, Alfredo Dantiacq, Gustavo Brennan y Raúl Jenckino, los conozco a todos, sus orígenes, cómo llegó y cómo apareció cada uno de los 'salvadores'".

(Foto: Alf Ponce Mercado/MDZ)

"Te podría decir que no estoy de acuerdo con los procederes de ninguno de ellos, más allá de la alegría que me da el éxito deportivo, de ver resultados, de jugar la Copa Libertadores… Pero estoy convencido de que yo no podría estar en una estructura con estas características porque tienen maneras de manejarse que no coinciden con las mías".

El expresidente del Expreso recuerda una una derrota ante Gimnasia y Esgrima de Entre Ríos, en 2001, luego de la cual "apareció uno de estos muchachos con los barras". Ese día, por pedido de sus hijos Matías y Virginia, entendió que debía dar un paso al costado y se propuso encarar una transición pacífica, "por eso la apertura del concurso para que fuera más fácil. Yo soy responsable".

"Si en ese 2001 que en los últimos meses se hicieron cargo estos muchachos la suerte, Dios, las circunstancias, no nos hubieran salvado del descenso con San Martín de San Juan, con el gol de Abaurre, la carga hubiera sido para mí. Los 'salvadores' hubieran dicho 'nosotros hicimos lo que pudimos'. Hasta tuve esa suerte. Pero no se podía seguir funcionando así porque hubiese sido una lucha fratricida y eso no servía para nada”.

El dolor de la muerte y los valores del "Tomba histórico"

En su repaso por las diferencias que lo alejan de la directiva tombina, Julio Vega recuerda los suicidios del goleador Santiago García, en febrero, y de Jonathan Di Nasso, ex dirigente de la institución, quien se quitó la vida en enero.

"Me tocaron mucho. Al Morro no lo conocí, pero por lo que escuché de la madre, es penoso lo que pasó. Penoso", comienza diciendo sobre el artillero uruguayo, y luego revela un momento que vivió con el recordado Leche que lo marcó para siempre.

"La noche del 27 de noviembre de 2020, Jonathan vino a hablar conmigo, estuvimos como 5 horas. Me contó cosas espeluznantes de lo que estaba pasando. De una manera u otra pedía ayuda, obviamente dentro de lo que yo podía se la iba a dar, y luego ocurre lo que ocurrió y digo 'cómo no me di cuenta'", se lamenta.

Aquí, en su estudio, el doctor Vega recibió a un compungido Jonathan Di Nasso. (Foto: Alf Ponce Mercado/MDZ)

El doctor Vega considera que "mi club no puede dar lugar a estas cosas", y recuerda "el sufrimiento que él tenía. Había tenido discusiones, peleas, había tenido que renunciar, lo habían acusado de quedarse con dinero y él estaba absolutamente convencido de que no y lo iba a demostrar… y flaqueó. Estas cosas no son del Tomba histórico que todos conocemos, que del punto de vista de los valores y lo humano, ha tenido otro perfil".

Finalmente, vuelve a sus últimos días como presidente de Godoy Cruz y recuerda el día que "pegaron carteles que decían 'Vega Ladrón'. Después supe quién lo hizo, cómo, dónde lo imprimieron y por qué. Mi hija salió corriendo y los arrancaba con las uñas… Esas cosas no las acepto y no las entiendo. No tengo rencores, pero sí tengo memoria activa y absoluta de todo ese montón de cosas que hicieron los que están hoy".

Sentado en su estudio, rodeado de libros, fotos familiares y recuerdos de su presidencia al frente del Expreso, el doctor Vega hace un breve silencio, piensa, suspira y rápidamente dispara su último dardo: "Algún día la historia se va a ocupar de ellos también".

Archivado en