La UEFA anunció un cambio radical para la final de la Champions

La final de la Champions League que Manchester City y Chelsea debían jugar el 29 de mayo en Estambul sufrió un cambio clave que fue oficializado hoy por la UEFA: se jugará en Portugal, en el Estádio do Dragão, y con público en las tribunas. 

Según informó este jueves la UEFA, el partido decisivo entre los dos equipos ingleses mantiene su fecha y su horario, a las 21 del horario central europeo (16 de Argentina), pero se mudará tras una oferta de la Federación Portuguesa de Fútbol y el Gobierno de dicho país para celebrarlo allí.

Originalmente, la final estaba programada para jugarse en en el Estadio Atatürk de Estambul, pero tras la decisión del Gobierno británico de incluir a Turquía en su lista roja de destinos de viaje por la pandemia, organizarla allí habría significado que ningún hincha pudiese viajar.

Después de un año de que los hinchas no pudieran entrar a los estadios, la UEFA consideró que había que hacer todo lo posible para garantizar que pudieran asistir los aficionados de los finalistas. En primer lugar, se manejó la posibilidad de disputar el partido en Inglaterra, pero no fue posible lograr las exenciones necesarias de los acuerdos de cuarentena del Reino Unido.

Las autoridades portuguesas y la FPF intervinieron y trabajaron rápida y fluidamente con la UEFA para ofrecer un lugar adecuado para la final y, como Portugal es un destino de la lista verde para Inglaterra, los hinchas y jugadores que asistan a la final no tendrán que ponerse en cuarentena a su regreso a casa.

La capacidad del estadio para el partido se confirmará a su debido tiempo, sin embargo ya salieron a la venta las entradas y hay disponibles 6.000 para cada club, y el 24 de mayo saldrán a la venta los tickets para el público en general. El número de aficionados de cada equipo que podrá asistir es el mismo que estaba previsto en Estambul.